sábado, 9 de diciembre de 2023

ABELARDO RODRIGUEZ: Asesino de Canarios


Con el estallido de la guerra de los diez años, el 10 de octubre de 1868, la inseguridad se apoderó de varias zonas de las provincias orientales. Los insurrectos que integraban aquella fuerzas sin logística ni intendencia, se abastecían en buena medida a través de asaltos a poblados y ciudades donde por lo general, habitaban prósperos emigrantes Canarios.

Aquellos isleños debieron armarse y crear grupos llamados "contra guerrilleros", al estar expuestos como nadie a la violencia y el descontrol que se generó al comienzo de aquel conflicto bastante irregular. Esta situación motivó la creación de grupos anti guerrilleros para intentar poner fin a los desmanes de algunos elementos que, amparados en la libertad de Cuba, perpetraban sus excesos.

Algunas de estas fuerzas, que en muchas ocasiones eran más efectivas que las regulares del ejército, estuvieron al mando de dos hermanos nacidos en la isla canaria de Tenerife, los oficiales Jose y Emilio March y García de Mesa, naturales de la Laguna, al norte de la isla. 

El 20 de septiembre de 1871 fue asesinado en Holguín el señor Pedro Ciser. Los malhechores que asaltaron y robaron su rancho, le habían dado muerte ese mismo año a dos hijos muy jóvenes, de solo 15 y 18 años, de un miembro de la cámara de representante, el holguinero don Jesús Rodríguez Aguilar. Fueron ultimados por una banda que operaba en la región de las Tunas, que se hacían llamar “Las Máscaras de Cuero”.

El propio mayor general Vicente García lo refleja en su diario de esta manera: “Me trajeron presos a Domitilo Cervantes y Julián Avalo, autores del robo de la vaca que en estos días faltó del depósito que tengo en Carvajal”. Se trataba de vacas que suministraban la leche para los hijos de los mambises a su cuidado. Por tipos así, fue que los cuerpos antiguerrillos adquirieron fama de implacables justicieros.

Decíamos que una de las principales misiones que le fueron asignadas a estos anti insurgentes fue capturar, no solo a estas bandas, si no a uno de sus más famosos jefes y asesinoa más brutal de aquella zona, el ex mambí Abelardo Rodríguez. Este individuo, que había nacido en en 1868 en el propio Holguín, se había unido a las fuerzas libertadoras mambisas siendo muy joven. Bajo las ordenes del general Antonio Maceo, integró una de las numerosas guerrillas que traía en jaque a las tropas españolas.

Sin embargo en lo personal era un tipo terrible, condición que le convirtió en un vulgar asesino. Se decía que prisionero que cayera en sus manos, prisionero que terminaba siendo ejecutado. Se destacaba por una crueldad excesiva, pero con una particularidad, y es que sentía un odio visceral contra los campesinos Canarios. En el "boca a boca" de aquella época, se decía que su madre había sido maltratada por un marido de esta nacionalidad.

En una ocasión ultimó con su propio machete a dos campesinos canarios sorprendidos por una patrulla rebelde. No tenían delito, habían sido detenidos por mera rutina, en cambio Abelardo solicitó su vigilancia y, a la primera de cambios, los ejecutó a machetazos alegando un intento de fuga que nadie le creyó. Sus constantes desmanes fueron calando hasta en los propios rebeldes cubanos, que veían en él a un asesino más que a un libertador.

Fue por eso que un día decidió desertar de la tropa y, junto a otros fracasados de la zona, creó una banda de cuatreros que dejaba su firma por todos lados. El propio rastro de ahorcados canarios que iba dejando a su paso en los árboles, le delataba, mientras que aquellos que tenían la suerte de quedar vivo eran despojados de todos sus bienes.

En ocasiones macheteaba a sus víctimas con tanta ira, que los cuerpos quedaban completamente seccionados. En fin que este sanguinario y sus hombres, que algunos le abandonaron por temor a la persecución que se les venía encima, se convirtieron en objetivo, no solo de los anti guerrilleros españoles, también de las fuerzas mambisas que emitieron la orden expresa de capturarlo vivo o muerto.

No sería fácil.

En dos ocasiones fue sorprendido en casa de sus amantes y en ambas logró escapar, sin embargo una tercera vez, emboscado y huyendo desesperadamente hacia el monte, una rama de un árbol le golpeó en la cabeza dejándolo medio inconsciente en el suelo. Pese a todo no fue ejecutado en el acto como se merecía, el implacable fue sometido a juicio con amplia representación de testigos y acusadores, la mayoría canarios, y el resultado no pudo ser otro que la condena a muerte por fusilamiento.

NOTA AL MARGEN:

A partir de 1880 se vio un incremento en el número de bandoleros en varias zonas de la isla, sin embargo sería bueno destacar aquí, que en ocasiones las autoridades españolas daban tratamiento de bandidos a los mismos mambises, como también ha sido tomado esto por algunos escritores, para intentar lavarle la cara a todo lo que significara en contra de España. Ha habido de todo.

Tal es el caso de uno de los más famosos, Filomeno Sarduy, un célebre bandido que operaba en la zona de Palmira en Santa Clara, provincia de Las Villas. Los potrero de "Santa Ana", "Agustín Guzmán" y "El Hormiguero", en "Lomas Grandes", la zona del ingenio "La Victoria" en "Montes de Guira, nada escapaba al azote de su banda. Sin embargo hay quien le llama "patriota".

Igual es cierto que el capitan general Luis Pendergast pudo haber visto ciertos rasgos políticos como separatista en esta figura, y previendo una expansión en las Villas decretó una implacable persecución. Fue tan intensa, que él mismo Filomeno y sus hombres decidieron entregarse el 15 diciembre de ese año a las fuerzas del teniente coronel Esteban Zurbano, en las inmediaciones de "El Vivero", siendo enviado al penal de Ceuta, en el sur de España, en un unión de su hermano Ángel y seis integrante de su banda. No tenía este mucha pinta de Mambí.

DATOS

Un total de 22 Canarios murieron en combate en aquella guerra. Como dato adicional diremos que, según aseguró el coronel, y doctor en ciencias e historiador Militar Cubano, Raul Izquierdo Canosa, en la Guerra de Cuba de 1895 a 1898 hubo un total de 2.550 isleños que lucharon en el ejercito Español, mientras que 550 lo hicieron junto a los Cubanos y cinco de ellos llegaron a alcanzar el alto grado de General.

Las cifras nos dicen que diez oficiales españoles que sirvieron en la causa Cubana, alcanzaron altos grados, y de ellos cuatro eran Canarios y tres llegaron a ser generales, Julián Santana, Matías Vegas Alemán, Jacinto Hernández Vargas y Manuel Suárez Delgado, que llegó a Mayor General y jefe de un cuerpo de ejército, un mérito al que muchos altos generales cubanos no llegaron jamás. En total fueron 33 oficiales extranjeros los que alcanzaron grados de General.

Maldita Hemeroteca

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