martes, 26 de diciembre de 2023

Anexionista y mercenario si, pero logró lo que muchos Cubanos ni se atrevieron siquiera

Daguerrotipo de Narciso López 1948
El historiador venezolano, Salvador Augusto Mijares, aseguró una vez que bajo el nutrido fuego español uno de los cubanos que estaba en las filas de Narciso López durante la invasión a Cárdenas le gritó: "Que le abandonan López, que le abandonan" y Narciso le respondió inmutable: "Tranquilo Pepe, los cubanos nadan, lo que hay es que empujarlos al agua". Al final fue el propio Narciso quien tuvo que nadar pero rumbo a Cayo Hueso lamentablemente, al no fructificar su intento de rebelión contra España.

Un poco de historia. 

El 19 de mayo de 1850, a 150 km al este de La Habana, el ex militar venezolano Narciso López de Urriola, quehabía sido destituido como gobernador de varias villas en el centro de la isla como Trinidad, Remedios, Santa Clara y Santi espíritus a la caída de los liberales en España, desembarcó en Cárdenas al mando de 521 expedicionarios para intentar rendir al gobierno Español. En su favor hay que admitir que llegó a controlar Cárdenas militarmente por varias horas, y en aquella ciudad hizo ondear -por primera vez en nuestra historia- la que sería con los años bandera de Cuba republicana y libre, la misma que sigue ondeando aunque ya no lo sea, libre quiero decir. 

A la pregunta de... 

¿Era Narciso un anexionista a los Estados Unidos?, sí, nunca lo escondió, pero tuvo ese mérito histórico y ya no habrá quien se lo quite por mas ganas que tengan algunos.  Y no solo la bandera, junto con el poeta Teurbe Tolón y varios de su seguidores, diseñó también nuestro escudo nacional. Por esas ideas pagó con su vida en el garrote vil, el día uno de septiembre del 1851.

También habría que mencionar a José Aniceto Iznaga Borrell, su sobrino José María Sánchez Iznaga, Cirilo Villaverde y Juan Manuel Macías. Entre todos confeccionaron, en 1849, nuestra insignia nacional que, según versiones, fue un guiño a los Estados Unidos basado en el diseño de la bandera de Texas y su estrella solitaria.

---Según el historiador Philip S. Foner, en todo el ejército de López habían solamente cinco cubanos, el resto fue reclutado principalmente en los estados del sur Norteamericano.--- 

Hay que decir que Narciso no encontró apoyo entre los Cubanos de bien para materializar su idea, al menos no como hubiera querido, por eso tuvo que reunir a mercenarios americanos, llamados filibusteros, que a saber con que promesa se enrolaron en su empresa. Se dijo que aquellos reclutas, que fueron reclutados en Missisippi y Lousiana, aceptaron una oferta de 1000 dólares y varios acres de tierra en suelo Cubano si triunfaban.

Y no solo lo intentó una vez, fueron varias las veces que persistió en la idea de invadir la isla hasta que en la ultima, a bordo del barco "Pampero" y al mando de 400 hombres, tocó tierra por Bahía Honda, en Pinar del Río. Luego de algunas escaramuzas en las que resultó herido el mariscal de campo español Manuel de Ennas y Sas, Narciso terminó siendo apresado en las inmediaciones de la localidad de San Cristóbal, en esa misma provincia.

En su libro "Fatal Glory: Narciso López and the First Clandestine U.S. War Against Cuba", el historiador Tom Chaffin afirma que López era un "genio como promotor", que no solo logró el apoyo de los sureños, sino también de los políticos en Washington. "Los hacendados en Cuba y la prensa de Nueva York lo convirtieron en la bandera de la lucha en contra el largo brazo del federalismo", escribió.

Por otro lado no faltaron intentos hipócritas de otros historiadores en desprestigiarle por esas ideas, como si no hubieran sido compartidas por varias de las "vacas sagradas" del proceso libertario, como el propio Carlos Manuel de Céspedes, sin ir mas lejos. En fin que al menos su propósito, compartido o no, sembró la semilla en los futuros gobiernos de Estados Unidos para una ayuda que, con los años, se traduciría en la definitiva libertad de Cuba. 

"Mi muerte no cambiará los destinos de Cuba", dijo momentos antes de que el verdugo apretara el tornillo del garrote. 

Puntos de Vista 
Fuentes citadas en el texto

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