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DULCE MARÍA: Se cumplen 27 años de su muerte.

Dulce María Loynaz y Muñoz. //.. 

El Mirador de Dulce María Loynaz y Muñoz se encuentra en el municipio del Puerto de La Cruz, en el conocido como Parque Taoro, situado en la zona norte de la isla de Tenerife. Concretamente en lo alto de una montaña conocida como La Atalaya, justo delante de ese hotel Taoro donde dicen que en 1927 estuvo alojada la afamada escritora Agatha Christie. 

Dulce María, una de las dos hijas del matrimonio conformado por la pintora y panista María de las Mercedes Muñoz Sañudo y el general del ejercito libertador Enrique Loynaz del Castillo, terminó su doctorado en Derecho Civil en la universidad de la Habana en 1927 e incluso ejerció la abogacía hasta 1961, año en que se dedica por entero a la literatura. En 1951 es elegida miembro de la Academia Nacional de Artes y Letras de Cuba, y ese mismo año es nombrada hija adoptiva por el ayuntamiento de Puerto de la Cruz en Tenerife.

Ingresa en la Academia Cubana de la Lengua en 1959 y, nueve años más tarde en la Real Academia Española. Tras varios años de retiro, publica obras como Poesías escogidas (1984), Bestiarium (1991) y Fe de vida (1994). Como si fuera poco, recibe el Premio Miguel de Cervantes en 1992 y, al año siguiente, le conceden la Orden Isabel La Católica y el Premio Federico García Lorca. Casi nada.
Hasta hace muy pocos años la vivienda de la poetisa Dulce María Loynaz en La Habana, donde fue visitada por Lorca y Juan Ramón Jiménez, se había convertido en un solar tipo albergue donde habitaban 20 familias. Actualmente no sabemos que ha sido de ella.
Su vinculación con esta localidad del norte de Tenerife data desde los años 50 tras publicarse en España la novela “Jardín” escrita en 1935, y luego con "Un verano en Tenerife", obra que tenía como temática principal su visita a la islas españolas, el municipio decide adoptarla en un acto celebrado en 1996 en el hotel Taoro, mismo día que quedó inaugurado el mirador con su nombre. 

Una vez llegado Fidel Castro al poder en 1959, se auto aisló por completo, mostrándose apática a la efervescencia "revolucionaria" que vivía el país. La ultima aparición pública de la llamada Dama de las letras hispánicas tuvo lugar el 15 de abril de 1997, cuando la Embajada de España en Cuba le rindió un homenaje en su casa de E y 19 en el Vedado, lugar donde falleciera tres días después.

Fue sepultada al día siguiente, precisamente el mismo en que su segundo esposo, el periodista Pablo Álvarez de Cañas, natural de Tenerife en 1893 y que luego emigró a Cuba donde llegó a ser redactor de importantes periódicos como El Gráfico, Excélsior, El Siglo o el País, hubiera cumplido 104 años. Cañas, casado con la poetiza desde 1946, había sido también representante en el extranjero de la Asociación de Grandes Tabacaleros de Cuba. Inconforme con la deriva comunista de Fidel Castro se marchó a Tenerife en 1961, regresando a la Habana en 1972.

Maldita Hemeroteca