domingo, 7 de julio de 2024

HILDA MOLINA: Un grano en el culo de la dictadura como quiera que la pinten


No sé cuanto de sincera hay en ella porque no la conozco, ni hemos hablado jamás por las redes, pero si hay alguien que conoció ese maldito régimen por dentro esa fue la doctora Hilda Molina, nacida en Ciego de Ávila, Cuba, en 1942, y que en la década de los ochenta-noventa se convirtió en la más prestigiosa neuro científica de ese país.

De hecho, fue la primera mujer que realizó intervenciones para curar la enfermedad de Parkinson en la isla, lo cual refleja el alto nivel científico que atesoraba esta mujer, lo que la hizo ocupar el alto cargo de directora del Centro Internacional de Restauración Neurológica. En el año 2009 la doctora Hilda Molina recibió por fin la autorización para poder abandonar la isla, donde la tuvieron retenida por más de quince años, pudiendo viajar a la Argentina para reunirse con su familia que ya residía allí.

Sin embargo, unos aseguran que fue una alabardera más del régimen, por cierto miembro del partido comunista y con plaza como diputada en la siempre unánime , aunque los cubanos sabemos perfectamente que esto no implica nada en un país que funciona en base a lo político, otros, aseguran incluso que fue una espía que recibió la medalla del ministerio del interior, y que fue responsable además, del encarcelamiento de su colega de profesión Julio Bientz Saap en 1991, acusación hecha por la opositora Unión Liberal Cubana liderado por el fallecido periodista Ernesto Montaner.

En su momento se dijo que este señor, junto a su colega Julián Arana Rosainz, había sido la cabeza pensante en un atentado al dictador Fidel Castro durante una visita de este al centro neurológico. En aquella causa, donde quedó demostrado que Arana fue el chivato acusador, también fueron procesados los doctores Armando Pintado e Iliana Alfaro por actos de propaganda enemiga. Al final el doctor Saap terminó denunciando a la dictadura por el uso de sustancias extraídas a fetos humanos, para ser utilizadas en trasplantes neurológicos a pacientes extranjeros.

En más de una entrevista ha dicho que solo le movió su afán por ayudara los demás, sobre todo al ver que enfermos cubanos que se encontraban desahuciados por lo atrasado y aislado de esa especialidad médica en la isla, pudieran remediar su mal o, al menos, recibieran una atención acorde a lo que había en el mundo. Que se lo propuso a Fidel Castro en los años 80 y que este, más que regañarla por estudiar publicaciones de autores extranjeros no autorizados, terminó por aceptar su propuesta.

Desde entonces "el comandante", al que no había mujer que se le resistiera, o bien por puta o por sentir miedo del rechazo, pasó muchas hora con la doctora. Muchos se preguntarán si se la habrá ventilado, tampoco lo sabemos ni es algo que nos interese. Ella dijo que hasta le propuso matrimonio y que igual lo rechazó. Lo que sí, agregó, esa cercanía hizo que el tirano "le confesara sus planes de conquistar América cuando menos. Nada nuevo, si es que ya para entonces había metido las garras en medio continente y en parte de África.

Total, que pese a ser educada en colegios religiosos y privados, cuando triunfó la revolución de 1959 fue una más de las que se sumó a las promesas de Fidel. Quería - dijo - que los cubanos tuvieran un sistema de salud decoroso. No obstante, resulta llamativo que siendo una persona tan inteligente, no se haya percatado a quien adoraba cuando incluso, su propia madre - dicho por ella misma - supo percibir el odio que anidaba Castro en sus discursos.

Ni siquiera cuando fue enviada a Argelia, fue capaz de asimilar los verdaderos planes intervencionistas de su admirado líder. En fin que toda confundida como estaba, vamos a decir así, comenzó a dar forma a su sueño de crear un centro de neurocirugía; y de ser posible con lo ultimo que había en la ciencia en ese momento. De hecho, muchos de aquellos especialistas recibieron formación en países muy avanzados en esa rama, casi todo en Europa y los Estados Unidos.

Una vez solicitó los permisos al Ministerio de Salud Pública y obtuvo la anuencia del "dueño de la finca", se comenzó a materializar lo que se conoció después como el "Centro Internacional de Restauración Neurológica" (CIREN), fundado en 1989. Fue entonces que Fidel se convirtió en un "inseparable del centro" y de ella, lo que le dio la posibilidad de conocer la mente del tirano como nadie en el mundo.
 

"Aquel fue un momento espantoso en mi vida: pensé que iban a matar a mi hijo. Me lo planteó con respeto, después de varias conversaciones en las que intentaba pasar al terreno personal. Un día me pidió que lo escuchara, y no le hablara de los enfermos. Estaba nervioso. Me dijo que fuera su compañera en la vida. No quería esconderme. Añadió que yo era su salvadora. 

¡Qué perversión! ¿Cómo iba a negarme a salvar al héroe del mundo?, la respuesta surgió de forma instantánea. Aún no me explico como reuní el valor para rechazarlo de una manera que no fuera ofensiva ni me trajera consecuencias. 

Se lo agradecí, pensando en mi hijo, y le dije: La culpa de mi respuesta la tiene usted. Yo no me puedo casar con Dios. Para los cubanos usted es Dios. Nunca lo podré mirar de una manera diferente. Y no paraba de repetirlo: Usted es Dios, usted es Dios. Se quedó muerto, frío, pálido. No podía negarlo". 

Fidel era psicópata, sociópata y narcisista. Tenía una mirada vacía, sin alma. No experimentaba sentimientos hacia nadie. Era un alma atormentada.  No sé si me admiraba o era un antojo. Yo no podía enamorarme de él porque había visto su alma. Después me destruyó la vida.


En sus denuncias, la doctora ha demostrado el carácter perverso de la llamada "solidaridad médica de Cuba con otros pueblos", haciendo un paralelismo con el final que corrió su centro. En un principio le pidieron diez camas para pacientes extranjeros. Entonces pensó que serían para personas sin recursos, y que aunque no fueran Cubanos merecían igual ser tratadas y curadas. Accedió.

Craso error.

Luego le siguieron pidiendo más camas, con la peculiaridad de que el aspecto de estos "nuevos pacientes" ya distaba mucho de ser personas necesitadas. Se trataba del puto negocio que siempre han tenido con la medicina cubana. Al final el centro terminó siendo solo para extranjeros, y la doctora - como es de suponer - dejó de ser su directora en 1994.

Fue entonces que como castigo, dijo, aunque nosotros pensamos que buscaron la manera que la angustia terminara por modificarle la salud, le impidieron salir de la isla por espacio de 15 años. En 2009 y con Raúl Castro en el poder, la doctora fue autorizada a viajar a la Argentina. Tenía entonces 66 años y su madre, Hilda Morejón, la friolera de 90. En el país austral le aguardaban su hijo Roberto Quiñones, también médico y nacionalizado argentino en 1996, así como sus nietos, de 13 y 7 años, a los que ni siquiera había visto en persona.

"Castro tenía un plan para perpetuarse al mando y tomar como base de operaciones Cuba para expandir su "revolución silente". Todo lo iba haciendo de manera muy inteligente. Nos quitó los valores de la patria y despersonalizó a los cubanos. Me hablaba de la 'revolución silente' de Gramsci* y me llevaba sus libros. Yo no estaba interesada, prefería seguir leyendo sobre medicina. 

Una noche lloré cuando leí a Gramsci. Venía a decir que no hacía falta más que meterse en las neuronas de la gente, robarles el pensamiento, y llegar al poder por una revolución cultural. Es lo que nos había hecho a nosotros y lo que estaba haciendo en América Latina", señaló la doctora en su libro "Mi verdad", donde agregó además: 

"Me decía que los oligarcas habían creado esa tontería que era la democracia. Por ello había que utilizar la democracia, la que llamaba bobería, para llegar al poder y así no ser tildados de dictadores". Fue lo que hizo con el payasesco Hugo Chávez. Le aconsejó que fuera candidato a la presidencia. Lo iban a financiar, y si ganaba se garantizaba el petróleo venezolano. El plan falló porque Chávez murió prematuramente". 

En España lo vimos con "Podemos". Primero capturan el poder por la vía democrática, se instalan de forma perpetua con un discurso populista y fachada de revolución, suplantan la Constitución, sustituyen la institucionalidad republicana por la dictatorial, cambian los sistemas electorales para perpetuase en el poder y acaban con la separación de poderes, eliminan los medios independientes, y suprimen los valores", agregó.


Es por eso que más allá de todo lo planteado, e incluso haya sido cierto no, lo verdaderamente importante aquí son las denuncias que ha hecho en varios foros internacionales. Con su hablar pausado y conciso, ha echado por tierra esa imagen equivocada, fruto de la propaganda, que muchos tenían de esta "revolución" y su maldito creador, y eso es lo que debería importarnos realmente.

En un programa con la periodista Argentina Laura Di Marco, de la Nación, en poco menos de una hora la doctora nos regaló varias facetas de esta amarga historia vivida en la isla. Por cierto, la Ecured, esa especie de Wikipedia castrista, le sitúa como "destituida por corrupta" y de ser un instrumento de Washington, y de la doctora Elena Mederos, contra la revolución Cubana.

Lo que no dicen es que la señora Elena Mederos fue tan importante para nuestro país, que llegó a ser la primera ministra de Bienestar Social y casualmente durante los seis primeros meses del Castrismo. De hecho ha sido considerada la cubana más prominente del siglo XX. Trabajó en UNICEF en Washington hasta su muerte, en 1981, con lo cual no creemos que haya sido una "agente de la CIA" ni nada parecido.


Hoy, y penosamente hay que decirlo, medios de prensa han alertado sobre el timo que podría ser este centro, destacando lo ocurrido al cantautor Luis Eduardo Aute, que por recomendaciones de su amigo Silvio Rodriguez, le asaltaron el bolsillo en esta exclusiva clínica. Había sido operado del corazón al sufrir un infarto en Madrid, en cambio se fue a Cuba a tratarse cuando podía hacerlo perfectamente en su propio país. Al final murió de Coronavirus en abril del 2020, según lo apuntó el sitio Vanitatis.

En conversación con el diario "El Español", el neurólogo del Hospital Clínico de Madrid, Dr José Antonio Egido, afirmó que Aute sufrió un infarto de miocardio, pero que su traslado al CIREN y su posterior manejo por parte de aquellos neurólogos, hizo sospechar que sufriera también un ictus, dejando claro que para nada constituye una crítica a la atención del centro.

Neurólogos utilizando el GPS en el centro "La Paz" de Madrid.

Lo cierto es que una estancia de un mes en ese lugar, le puede salir por un pico superior a los 13 mil dólares en la llamada "Neurovilla" que dispone de 104 camas, y a la que habría que agregar 2000 dólares más por el acompañante. Por cierto, camas y tratamientos a los que un Cubano de pie no podría acceder jamás. Aquí los precios. Una de las pacientes españolas que estuvo en en esa clínica, señaló al periódico lo siguiente: 

"Fue muy caro para lo que era, y lo que es venderlo te lo vendían muy bien. Te lo ponen mejor de lo que realmente es y gran parte de la mejora es porque el paciente trabaja mucho, y porque además la atención es muy personalizada". 

Mire, en España, como suponemos que en otros países, podrá haber clínicas de este tipo privadas y con altos precios igual, pero en cambio en la sanidad publica, la que es gratis, donde no te preguntan si tienes dinero o no, existen y además le brindan una atención de primera sin costarle un céntimo al paciente. Otra cosa son las engorrosas listas de esperas que hay que aguardar. 

Solo un ejemplo. En el centro neurológico de La Paz, en Madrid, hablamos de sanidad publica, ha sido el primero del país, tanto público como privado, en contar con la tecnología de vanguardia "Excelsius GPS", un sistema robótico que, además de su altísima precisión en cuanto al diagnóstico, reduce hasta cuatro veces la radiación que producen las tradicionales RX. Y esto mi amigo, es completamente gratis para los Españoles. Así que no nos venga nadie a hablar de solidaridad médica, y menos en Cuba donde por no haber no hay ni una simple aspirina. Sí la hay el CIREN. 

Maldita Hemeroteca

*Antonio Gramsci. Filósofo Marxista italiano, fundador del partido comunista de Italia, y creador de la teoría de intransigencia política

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