Esto que vamos a contar aquí sucedió hace ochenta y nueve años, y aunque no tiene nada de gracioso, el protagonista de la historia sí lo fue hasta en los últimos minutos de su vida. Nos referimos al escritor y dramaturgo español Don Pedro Muñoz Seca, natural de Cádiz, ciudad donde nació un veinte de febrero de 1879.
Lo detuvieron en el mismo lugar donde pernoctaba, a pesar de que le habían aconsejado abandonar ese hotel donde estaba alojado.
Acusado de albergar ideas monárquicas y católicas, fue trasladado a Madrid y encarcelado en la recién creada prisión de San Antón, una checa* habilitada por esos mismos días en el antiguo Convento de San Antón. Es aquí donde se produce la milagrosa liberación de Doña María Asunción Ariza Díez de Bulnes. Decimos milagrosa porque esta gente "no le hacía asco nadie" que oliera a derecha.
Quizás tuvieron en consideración que desde Cuba vinieron más de mil brigadistas comunistas a luchar junto a ellos. No lo sé la verdad. La señora Díez de Bulnes tuvo 9 hijos con Don Pedro, y aunque también había sido detenida fue puesta en libertad gracias a que tenía en su poder la ciudadana cubana. Sin embargo, su marido no corrió con la misma suerte; y en una fosa común en Paracuellos del Jarama fue su destino final.
Don Pedro fue víctima de una de aquellas sacas (en cuba se les llama cordilleras) de reos que fueron ejecutados sumariamente en aquel escampando el 28 de noviembre, junto con otros 112 presos de la checa de San Antón. Sus únicos delitos fueron ser de derechas, católico y monárquico, y por supuesto hacer uso de la libertad de expresión. Humorista hasta el final, sus últimas palabras dirigidas al pelotón de fusilamiento fueron:
Su grito de «Viva España, viva Cristo Rey» fue silenciado por una ráfaga de ametralladora que hizo blanco treces veces, más "el tiro de gracia". Así lo declaró después de la guerra un prisionero al que obligaron a enterrar su cadáver, y que además fue testigo de su ejecución. Además se tomó el trabajo de contar los impactos de bala pues lo reconoció en el acto cuando llegó. Afirmó que fue enterrado en la zanja numero cinco.
Este señor fue testigo igualmente de la muerte de un padre y dos de sus hijos, los que cayeron abatidos juntos en la misma zanja después de la andanada. Más horrible aún, contó como dos ancianas fueron asesinadas a culatazos y enterradas en dos zanjas pequeñas al oeste, concretamente en las cinco y la seis. Uno de los que "le viró la cara" mientras estuvo preso y la familia acudió a pedir ayuda fue el cínico de Rafael Alberti, "felador profesional" de Fidel Castro.
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| La familia al completo. Don Pedro Muñoz fue delatado y detenido en 4 de agosto de 1936 en la ciudad de Barcelona. |
Entre sus obras más famosas estuvieron, "El sofá, la radio, la peque y la hija de Palomeque", "El alfiler", "¿Qué tienes en la mirada?", "¡Pégame, Luciano!", "Los ilustres gañanes", "La perulera", "Una mujer decidida", "La Academia", "La Oca" o "Anacleto se divorcia", entre otras en las que casi siempre se criticaba a los republicanos e izquierdistas en general.
"Confieso con harto afán y sentimiento profundo, que soy lo más holgazán que Dios ha puesto en el mundo".
Así decía Don Pedro en una de sus comedias. Su obra magna, «La Venganza de Don Mendo» – la más representada de la historia del teatro español – se estrenó con rotundo éxito el veinte de diciembre de 1918 en el Teatro de la Comedia de Madrid. Se calcula que en total estrenó más de doscientas obras teatrales, destacando entre todas ellas «La Tonta del Rizo», estrenada el dieciocho de julio de 1936 en la ciudad de Barcelona.
Ya para entonces los más recalcitrantes represores de izquierda le seguían sus pasos. Cuando se inició la guerra civil, Don Muñoz se encontraba en Barcelona con su esposa para el estreno de "La tonta del rizo" precisamente, pero la noche anterior tuvo lugar el estallido. Inmediatamente fue detenido por las milicias anarco comunistas que dominaban la Ciudad Condal.
Su orden de detención fue "firmada" por el delegado de orden público, Segundo Serrano Poncela, un miembro de las Juventudes Socialistas Unificadas y amigo y protector del comunista Santiago Carrillo, quien en realidad era el que "firmaba las ordenes en blanco" mientras los jefes de milicias se encargaban de poner la fecha y los nombres de los destinatarios
"Confieso con harto afán y sentimiento profundo, que soy lo más holgazán que Dios ha puesto en el mundo".
Así decía Don Pedro en una de sus comedias. Su obra magna, «La Venganza de Don Mendo» – la más representada de la historia del teatro español – se estrenó con rotundo éxito el veinte de diciembre de 1918 en el Teatro de la Comedia de Madrid. Se calcula que en total estrenó más de doscientas obras teatrales, destacando entre todas ellas «La Tonta del Rizo», estrenada el dieciocho de julio de 1936 en la ciudad de Barcelona.
Ya para entonces los más recalcitrantes represores de izquierda le seguían sus pasos. Cuando se inició la guerra civil, Don Muñoz se encontraba en Barcelona con su esposa para el estreno de "La tonta del rizo" precisamente, pero la noche anterior tuvo lugar el estallido. Inmediatamente fue detenido por las milicias anarco comunistas que dominaban la Ciudad Condal.
Su orden de detención fue "firmada" por el delegado de orden público, Segundo Serrano Poncela, un miembro de las Juventudes Socialistas Unificadas y amigo y protector del comunista Santiago Carrillo, quien en realidad era el que "firmaba las ordenes en blanco" mientras los jefes de milicias se encargaban de poner la fecha y los nombres de los destinatarios
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| Don Pedro Muñoz |
Según contó el periodista Alfonso Ussía en la Razón, (artículo fechado el 28-11-2015) cuando Don Pedro fue llevado detenido a Madrid, hicieron una parada en el camino en el hotel Regina de Valencia, y sus captores fueron tan miserables que le obligaron a pagar la factura de las 57 pesetas de la consumición.
Desde el momento mismo de su detención, la familia recurrió a todas las personas influyentes y sus amigos, y como casi siempre pasa en casos así, casi "nadie se quiso mojar".
Desde el momento mismo de su detención, la familia recurrió a todas las personas influyentes y sus amigos, y como casi siempre pasa en casos así, casi "nadie se quiso mojar".
Ni de la cultura ni de la política, nadie se atrevió a intermediar ante aquellas milicias que implantaban el terror en la capital con detenciones y asesinatos, incluso cobardes, porque ya me dirá usted que sentido tiene matar a una monja o un cura. Es más, se ha dicho que cuando la familia recurrió a Niceto Alcalá Zamora, entonces teniente alcalde de Madrid, este le respondió: "Lo único que puedo hacer por ustedes es decirle en que cementerio será sepultado".
Quizás tuvieron en consideración que desde Cuba vinieron más de mil brigadistas comunistas a luchar junto a ellos. No lo sé la verdad. La señora Díez de Bulnes tuvo 9 hijos con Don Pedro, y aunque también había sido detenida fue puesta en libertad gracias a que tenía en su poder la ciudadana cubana. Sin embargo, su marido no corrió con la misma suerte; y en una fosa común en Paracuellos del Jarama fue su destino final.
Don Pedro fue víctima de una de aquellas sacas (en cuba se les llama cordilleras) de reos que fueron ejecutados sumariamente en aquel escampando el 28 de noviembre, junto con otros 112 presos de la checa de San Antón. Sus únicos delitos fueron ser de derechas, católico y monárquico, y por supuesto hacer uso de la libertad de expresión. Humorista hasta el final, sus últimas palabras dirigidas al pelotón de fusilamiento fueron:
«Podéis quitarme mi hacienda, mi patria, mi fortuna e incluso —como estáis al hacer— mi vida. Pero hay una cosa que no podéis quitarme: ¡el miedo que tengo ahora mismo!».
Otras fuentes aseguran que le decía a sus verdugos:
"¡Empiezo a creer que no tienes la intención de contarme entre tus amigos!"
En una ocasión su nieto contó al periódico "La Razón" que en Paracuellos, mientras su abuelo se fumaba un pitillo, fusilaron a los primeros cincuenta inocentes del día, y su abuelo fue incluido en la segunda tanda. Muere junto a un padre agustino. Para que sus ejecuciones fueran más eficaces, los verdugos usaban ametralladoras con soporte fijo al terreno.![]() |
| Don Pedro y su esposa cubana Doña María Asunción Ariza |
Su grito de «Viva España, viva Cristo Rey» fue silenciado por una ráfaga de ametralladora que hizo blanco treces veces, más "el tiro de gracia". Así lo declaró después de la guerra un prisionero al que obligaron a enterrar su cadáver, y que además fue testigo de su ejecución. Además se tomó el trabajo de contar los impactos de bala pues lo reconoció en el acto cuando llegó. Afirmó que fue enterrado en la zanja numero cinco.
Este señor fue testigo igualmente de la muerte de un padre y dos de sus hijos, los que cayeron abatidos juntos en la misma zanja después de la andanada. Más horrible aún, contó como dos ancianas fueron asesinadas a culatazos y enterradas en dos zanjas pequeñas al oeste, concretamente en las cinco y la seis. Uno de los que "le viró la cara" mientras estuvo preso y la familia acudió a pedir ayuda fue el cínico de Rafael Alberti, "felador profesional" de Fidel Castro.
Ni siquiera por ser colega y paisano movió un dedo en este sentido. Como iba hacerlo, si él mismo era quien dirigía el Comité de Intelectuales Antifascistas junto a su pareja María Teresa León. Este Alberti fue condecorado por el dictador cubano en 1991 con la máxima orden que se concede en Cuba, la José Martí, que debió revolverse en su tumba ese día. En realidad fue un penoso adulón del "Napoleón caribeño".
En Paracuellos de Jarama, localidad en Madrid, entre el día siete de noviembre y el cuatro de diciembre del año 1936 los comunistas fusilaron sumariamente un total de dos mil quinientas personas, una cifra que está aun está por precisar.
En Paracuellos de Jarama, localidad en Madrid, entre el día siete de noviembre y el cuatro de diciembre del año 1936 los comunistas fusilaron sumariamente un total de dos mil quinientas personas, una cifra que está aun está por precisar.
¿El delito?, ser monárquicos, católicos, conservador y opuesto al bando republicano. Este genocidio no cuenta en la memoria histórica que constantemente pregona la actual izquierda "progre" en el gobierno de España. Aquí la ultima carta que le envió a su esposa Asunción...
Queridísima Asun:
Sigo muy bien. Cuando recibas estos renglones estaré fuera de Madrid. Voy resignado y contento. Dios sobre todo. (...) Voy muy tranquilo sabiendo que todos estáis buenos, y que tú seguirás siendo el ángel bueno de todos. El mío lo has sido siempre y si Dios tiene dispuesto el que no volvamos a vernos mi último pensamiento será siempre para ti.
No te olvides de mi madre. Procura que Pepe mi hermano me sustituya en los deberes para con ella, y tú dile cuando la veas que su recuerdo ha estado siempre conmigo. Nada tengo que encargarte para los niños. Sé que todos ellos, imitándome, cumplirán siempre con su deber y serán para ti como yo he sido para con mis padres, un modelo.
De eso es de lo único que puedo vanagloriarme. Siento proporcionarte el disgusto de esta separación, pero si todos debemos sufrir por la salvación de España y ésta es la parte que me ha correspondido, benditos sean estos sufrimientos
Te escribo muy deprisa porque me ha cogido la marcha un poco de sorpresa. Adiós vida mía. Muchos besos a los niños, cariños para todos y para ti, que siempre fuiste mi felicidad, todo el cariño de tu... Perico. 28 de noviembre.
Posdata: Como comprenderás, voy muy bien preparado y limpio de culpas.
Maldita Hemeroteca
Fuente: Internet // la Razón.es
** Las checas fueron cárceles, al más fiel estilo de la Unión Soviética, creadas y controladas por grupos radicales de izquierdas y anarquistas, donde se torturaba y asesinaba sin ningún tipo de garantías a todos los rivales políticos.
Maldita Hemeroteca
Fuente: Internet // la Razón.es
** Las checas fueron cárceles, al más fiel estilo de la Unión Soviética, creadas y controladas por grupos radicales de izquierdas y anarquistas, donde se torturaba y asesinaba sin ningún tipo de garantías a todos los rivales políticos.

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