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| Repatriados de la guerra cubano-hispano-norteamericana fallecidos en El Trocadero a fines del año 1898» // |
Murieron en el más completo anonimato, sin homenaje alguno por parte de la patria, ni siquiera una placa que recordara sus nombres. Durante décadas, durante un siglo, su memoria se perdió por completo y sus huesos permanecieron en una fosa común del cementerio de San Roque, en Puerto Real.
En el triste final de la Guerra de Cuba de 1898 y la presurosa repatriación a España del contingente de más de treinta y seis mil soldados que regresaron a la Bahía de Cádiz tras combatir contra los estadounidenses, a estos «últimos de Cuba» de Puerto Real les tocó la peor parte. Más de cuatro mil soldados ingresaron en hospitales de Cádiz según tocaron tierra española. Solo fallecieron doscientos veintidós.
Los más graves, que traían enfermedades potencialmente contagiosas, fueron derivados al otro lado de la Bahía, a un hospital improvisado en el fuerte de San Luis de la isla del Trocadero, en Puerto Real. Este fuerte ya había sido antaño utilizado como lazareto. Ingresar allí era como una condena. De hecho, de los doscientos treinta y dos soldados que entraron, ciento cuatro murieron. Como decimos, se les enterró a prisa, en el anonimato y en una fosa común.
«Honor y gloria»
Sin embargo, no se les olvidó el todo. Ya pocos años después del fin de la Guerra de Cuba se levantaron voces para reparar aquella injusticia y en 1922 se diseñó un mausoleo que no se llegó a construir. Ahora, más de un siglo después, el Ayuntamiento salda la deuda.
El pasado martes celebró un «emotivo acto de justicia histórica» con la inauguración de un monumento funerario en el cementerio de San Roque, que contó con la presencia de autoridades locales, representantes del Ministerio de Defensa y vecinos de la localidad.
Con la presencia de militares ataviados con trajes y pabellones de la época, así como de efectivos del actual Ejército español, se inauguró el monumento que reza así:
«Honor y gloria a los soldados españoles fallecidos en Puerto Real, repatriados tras la Guerra de Cuba de 1898».
El memorial cuenta con una inscripción con los nombres de los soldados caídos.
Allí estuvo también el historiador local Manuel Jesús Izco Reina, que lleva una década estudiando la identidad de los muertos en el hospital de campaña y arrojando luz sobre la aportación de los vecinos de Puerto Real para mejorar las condiciones de estos soldados derrotados. Su conferencia «Soldados en el olvido. Repatriados de la guerra cubano-hispano-norteamericana fallecidos en El Trocadero a fines del año 1898» remató los actos en recuerdo.
Tomado de El Debate.es

