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Ajusticiamiento del falso gallego Morán (Primera parte)

Se conoce que el régimen de Fidel Castro fusiló a mas de tres mil personas, muchas de ellas sumariamente, pero en cambio poco se conoce de los asesinatos cometidos en su fase primaria, de cuando integraron el movimiento 26 de julio. De hecho, la web "Archivo Cuba" cita tres ejecutados de ese movimiento en el mismo México y antes de partir hacia Cuba, más otras 96 ejecuciones entre la Sierra y el llano, 49 de ellos en 1958, ultimo año de Batista en Cuba.

Total que en un post anterior, "Los falsos gallegos", publicamos la verdadera identidad de algunos españoles que combatieron en Cuba al régimen Batistiano de 1952; y en cambio otros que por tener familiares españoles cercanos, sin importar de que región habían llegado o simplemente por su aspecto físico, se les solía llamar "gallegos" cuando en realidad no lo eran. Ese fue el caso de José Ramón Fernández por ejemplo, o del "gallego" Morán, protagonista de esta historia.

José Lorenzo Morán Losilla había nacido en Camaguey en 1929, y por solicitud propia fue uno de los 82 expedicionarios que se unieron a Fidel Castro en México y que regresaron a Cuba en el yate Granma en 1953. Tras la debacle de ¡Alegría de Pío", donde los expedicionarios fueron sorprendidos por el ejercito en las cercanías de "Cabo Cruz" el cinco de diciembre, Morán consiguió huir e internarse en la espesura de la Sierra Maestra, escondiéndose en casa de un campesino. Luego se unió al disperso grupo de Raúl Castro, e integró su primaria columna.

José Lorenzo Morán Losilla, nació en Camagüey el 6 de mayo de 1929. En la foto remarcado en el círculo rojo junto a Fidel Castro, mientras se encontraban en México.

A diferencia de la mayoría de los presos que salieron de Cuba tras la amnistía decretada por Batista, el gallego Morán había llegado a México procedente de los Estados Unidos, y de inmediato fue sumado al grupo de futuros expedicionarios dada su experiencia como brigadista comunista en la guerra civil Española, lo cual era cierto.

Ese era su principal aval, razón por la cual fue admitido de inmediato. Asignado ya a la columna de Raúl Castro, su bautismo de fuego ocurrió el 17 de enero de 1957 en la acción del cuartel La Plata, apenas cuarenta y cuatro días del desembarco, donde combatió junto a otros rebeldes como Ciro Redondo, Juan Almeida, Julio Díaz, Efigenio Ameijeiras y Armando Rodríguez, entre otros.

En realidad existe muy poca información relacionada con este señor, por no decir ninguna, aunque existe un libro escrito por un profesor de la universidad de Holguín, Florentino Obregón, titulado "La espiral de traición del Gallego Morán", donde el autor da su versión de lo ocurrido citando constantemente apuntes del guerrillero argentino Ernesto Guevara y del propio Raúl Castro.

Decimos esto, porque al ser un autor oficialista, su relato podría estar de alguna manera "contaminado", sobre todo teniendo en cuenta que Morán terminó siendo ultimado a balazos por supuesto traidor. La acción la llevaron a cabo varios integrantes del movimiento "26 de Julio" en Guantánamo, por ordenes expresas del jefe de acción y sabotaje en Santiago de Cuba, Fran País, quien le señaló siempre como un traidor.

Según fragmentos citados en ese trabajo, el cual está disponible en PDF en internet y aquí consensado, Moran había adoptado una actitud derrotista desde su llegada a la Sierra Maestra, (no explica los motivos) al punto que para el mes de febrero de 1957 decidió abandona las montañas y marchar al llano. "Cuando lo agarremos tendrá que vérselas con la pelona", apuntó Raúl Castro Castro en su diario de campaña, mostrando ya su cualidades de "gatillo alegre".

Se conoce además, que tras pegarse un tiro en una pierna por accidente, Morán fue ingresado secretamente en una clínica de la ciudad, “La Caridad”, del Dr. René Vallejo, donde recibió atención médica primaria. Sin embargo, al aviso de un posible registro, se le entregó una pistola y se le trasladó hacia una de las llamadas "casas de seguridad" de la localidad.

Allí le solicitó en varias ocasiones a Celia Sánchez su pasaporte retenido, pues tenía intención de reunirse con su familia en los Estados Unidos. No explica tampoco como, pero esta solicitud disparó las primeras sospechas y su posterior sentencia a muerte. Agregar además que el pasaporte nunca se le devolvió, como tampoco están muy claros los motivos de esa retención.

Lo cierto fue que el Gallego Morán terminó uniéndose a la policía de Guantánamo. ¿Como?. A fines de mayo de 1957, Morán y José Magadan, otro integrante del movimiento con el que había estado escondido mientras convalecía, fueron detenidos por la policía. En algún momento del trayecto ambos consiguieron salir del coche policial y escapar.

Magadan consiguió huir, pero Morán, que fue casualmente resultó "impactado por un ciclista en plena huida", terminó siendo detenido nuevamente por la policía. Suponemos, porque no lo explica tampoco, que ante semejante situación comprometida Morán "decidió colaborar", convirtiéndose automáticamente en un objetivo a batir por los clandestinos.

En junio de 1957, el también integrante Jacinto Peña vio al gallego Morán transitar libremente por las calles de Manzanillo, y como es lógico le preguntó el motivo de su pronta liberación. Para intentar justificarlo, Morán le explicó que lo habían llevado al cuartel Moncada y allí le amenazaron con torturarle, e incluso con tomar represalias con su familia. Al final terminó cediendo.

Así lo explicó el tal Peña que agregó además, que previa advertencia de que no lo saludara en publico "por si acaso lo estaban vigilando", el Gallego le había dicho que si alguna vez necesitaba de él que no dudara en buscarlo. "No soy un traidor. Y ahora que estoy en Moncada podré darles información muy valiosa", le dijo a Peña.

Esa información llegó a oídos de Frank País, que sin pensarlo dos veces decretó su muerte. Como si fuera poco, el Gallego Morán fue asignado a las ordenes del sargento Manuel de Jesús Casallas Manzo y trasladado para el cuartel "Silverio del Prado" en Guantánamo, como miembro del Escuadrón No 16 donde Casallas había sido nombrado jefe del Buró de Represión de Actividades Comunistas, el temido BRAC.

De manera que la presencia de José Lorenzo Morán Losilla, alias el Gallego, nacido en Camaguey en 1929, estaba de más en este mundo. La orden de su ejecución - previa autorización de Fidel Castro en la Sierra - le fue asignada a un comando de sicarios miembros del 26 de Julio a las ordenes de Frank País, integrado -según el relato- por José Salgado, alias Tato, Mario Ravelo, y dos miembros más apellidados Moreno y Conflé.

La historia es bastante larga, quedando dividida en dos partes.
Fin de la primera.

Maldita Hemeroteca.