Restos de fortificaciones durante la guerra civil en Denia. // |
Los cubanos recordamos un tema del fallecido percusionista "Pello el Afrokán" titulado: ¿Dónde está Teresa? de hace muchos años, cincuenta lo menos, pero se adapta muy bien a esta historia. Se trata de Teresa precisamente, "una Cubana" que combatió como brigadista en la guerra civil española en el bando de los republicanos de izquierdas.
"SE ENREDA LA PITA"
Por aquellos años de la guerra civil, instalaciones en Denia prestaban servicios sanitarios en la retaguardia republicana, como en la finca Campo Torre, que había sido confiscada por los comunistas; el sanatorio de tuberculosos que se hallaba en la Malvarrosa de Valencia y el hospital de sangre, instalado en otra mansión - también confiscada - al político Álvaro Valero de Palma, miembro del partido conservador y diputado a las cortes por Denia.
No obstante, fuentes orales confirmaron su presencia en la localidad durante la Guerra Civil. En esos años una persona de raza negra no solía pasa desapercibida en España, y menos en ciudades del interior. La propia Lorna relató en su libro que Teresa “era una mujer de gran popularidad y querida por la población civil de Denia”.
Sostiene que la investigación sobre la brigadista cubana debe continuar, como ya se hizo con el valenciano Florencio Pla Messeguer, alias "La Pastora", considerado como el último maquis en el Levante, (guerrillero anti franquista) que permaneció escondido en una cueva. "La Pastora" padecía igual de hermafrodismo.
Pero resulta que al conocerse la historia, otros investigadores e historiadores "tiraron de la manta" con el objetivo de precisar con exactitud quien había sido aquella chica cubana, ya que posiblemente haya sido el primer referente LGTBI que se tenga noticia dentro de las brigadas internacionalistas, al menos públicamente.
En 2013, el escritor Robert Llopis, también valenciano, dio a conocer más detalles de la identidad real de esta chica a raíz de una conversación que tuvo con uno de aquellos brigadistas, el franco-hispano Joseph Almudéver, quien en 1939 la había conocido en una travesía en barco. Entonces aquella chica se le identificó como una teniente cubana llamada Teresa, que como él también había combatido en la Guerra Civil.
Tras consultar innumerables archivos y hablar con investigadores estadounidenses y cubanos, Llopis pudo presentar unos resultados provisionales que publicó después en la revista norteamericana "The Volunteer". Una pista fundamental se la aportó el libro "War is people", de la periodista norteamericana Lorna Stimson Lindsley, publicado en 1943.
En esa obra, la escritora estadounidense narraba sus experiencias personales de la Guerra Civil y en uno de los capítulos se refirió a una tal Teresita que conoció en Dénia, localidad portuaria al norte de Valencia, como un brigadista internacional cubano, y no cubana, aunque se hacía llamar Teresa y vestía ropas de mujer. Sin dudas que se trataba de la misma persona que había visto Almudéver en el barco.
La investigadora Lorna Lindsley visitó esa ciudad en octubre de 1938, se muestra el permiso que recibió de las autoridades, y visitó el único hospital de las brigadas internacionales en esa zona no catalana, después de que el territorio republicano hubiera quedado dividido en dos al alcanzar los franquistas el Mediterráneo en Castelló. La reportera describió así su primer encuentro con la brigadista:
“Conocí a Teresita por primera vez en Denia. Estaba caminando hacia el puerto con algunos brigadistas convalecientes y una enfermera de Nueva York llamada Rose. Rose gritó: ”¡Mira, ahí está Teresita! Ahora te divertirás un poco. ¡Oiga Teresita!, venía hacia nosotros una figura extraña. Era una negra alta, delgada y de piel clara.
Llevaba en la cabeza una gorra de oficial; su sórdido vestido de seda parecía extrañamente fuera de lugar en sus largos brazos musculosos y por encima de sus piernas y pies delgados. Iba calzada con chinelas descoloridas, pantuflas femeninas con un mechón de plumas de avestruz marchitas. En su pecho izquierdo estaban cosidos galones de oficial y llevaba dos condecoraciones militares.
[…] Su nombre era Teresita Lamoneda, pero tenía claro acento americano. Respiraba con dificultad y las gotas de sudor en su frente eran señal de su debilidad […] Nació en Cuba de padres afrocubanos. Era bailarina de profesión […] Había trabajado en pequeños actos de vodevil desde Florida hasta Texas y una vez incluso llegó a Fresno en una gira. Me dijo que amaba Texas y que era ciudadana estadounidense“.(Lindsley 1943, página 79).
Según refleja Llopis en su artículo, Teresa le contó a esta escritora que su apellido era Lamoneda y que era una ciudadana americana nacida en La Habana. También, que en 1935 había viajado a España a bailar y que el golpe militar contra la Segunda República la sorprendió en Toledo, junto a su pareja, un joven gallego.
Éste fue hecho prisionero por los militares sublevados, pero consiguió escapar en una fuga en la que se vio envuelta Teresa y por la que recibió un disparo de bala de un guardia franquista.
Tuvo que ser trasladada a un hospital republicano y, tras la convalecencia, se presentó voluntaria junto a su pareja en el frente de Talavera de la Reina.
“Teresa le dijo a Lorna que había obtenido dos medallas, una por su herida y otra tras ser declarada inútil para el ejército. También que fue ascendida a teniente, de ahí las insignias de graduación en su vestido y sombrero”. En cambio, en los listados consultados de combatientes internacionales hospitalizados en Denia, entre abril de 1938 y enero de 1939, Llopis no encontró ninguna con el nombre de Teresa Lamoneda. Puede que por precaución, haya intentado despistar.
Permiso concedido a la periodista norteamericana |
No obstante, fuentes orales confirmaron su presencia en la localidad durante la Guerra Civil. En esos años una persona de raza negra no solía pasa desapercibida en España, y menos en ciudades del interior. La propia Lorna relató en su libro que Teresa “era una mujer de gran popularidad y querida por la población civil de Denia”.
Como se preguntaba el Pello en su canción, en The Volunteers Llopis quería saber dónde estaba Teresa: “Sabemos que estuvo en el hospital militar de las brigadas internacionales en Denia entre el 6 de julio y el 15 de noviembre de 1938”. En esa última fecha consta su salida, quizás porque acudió a Valencia para gestiones consulares. Regresó el 20 de diciembre del 1938 a Denia, donde permaneció hasta su evacuación marítima, en la que coincidió con Almudéver, y que arribó al puerto de Barcelona el 18 de enero de 1939.
¿Y luego?
El diagnóstico no le permitió seguir combatiendo en el Ejército Popular de la República - agrega el historiador - que fueron la tuberculosis y padecimiento de “hermafroditismo”. En su libro, Lorna indica que Teresa se presentaba como una genuine lady hermaphrodite y que estaba enferma de los pulmones. Luego, nada.
Se pierde su rastro:
“A partir de aquí no hemos localizado qué itinerario de evacuación hacia Francia pudo seguir y si consiguió cruzar la frontera en esa retirada. Lorna oyó que había muerto en el campo de concentración francés de Gurs, pero allí solo falleció un cubano de nombre Florencio Villaray Suárez”.
Tampoco aparece entre los cinco cubanos deportados a campos de exterminio nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Llopis fue de la opinión que “la pista de Teresa se pierde en la caída de Barcelona, durante la caótica y angustiosa retirada hacia Francia”. Incluso llegó a consultar los archivos de la isla de Ellis por si hubiera regresado a los Estados Unidos, pero sin éxito.
“Un referente LGTBI hasta ahora desconocido”
Subraya que al rememorar los “fragmentos de la historia de esta combatiente intersexual” perseguía lo mismo que en sus investigaciones anteriores sobre otros brigadistas: “Reivindicar a personas que tuvieron una trayectoria vital muy comprometida y habían sido olvidadas”. Y en este caso con una circunstancia muy especial ya que “Teresa, que debió tener una vida muy dura, fue un referente LGTBI hasta ahora desconocido”.
LA PASTORA
Estaba inscrito como Teresa, una decisión que tomaron los padres para evitarle el servicio militar obligatorio, y como guerrillero fue capturado en 1960 en Andorra y condenado a muerte al ser repatriado, acusado injustamente de varios delitos que no había cometido. Esta condena le fue conmutada a 30 años, de los cuales cumplió 17 al ser indultado en 1977. Murió a los 84 años en el 2004.
Las persona hermafroditas presentan características sexuales tanto masculinas como femeninas desde el nacimiento, y se suelen identificar por los cambios que sufren los genitales externos. En este caso suponemos que los tratamientos que existen hoy, tanto hormonal como quirúrgicos, no existían en aquella época.
Por eso es que Llopis ha publicado su investigación en una revista norteamericana: “Se trata de explorar la posibilidad de que, teniendo presente la fuerte conexión entre Cuba y Estados Unidos, algún historiador de uno u otro país pueda seguir tirando allí del hilo”. Sería magnífico saber qué fue de aquella Teresa ya enferma, cuyo rastro se difumina hasta borrarse entre los sucesos de aquel horrible enfrentamiento.
Fuente: ElDiario.es