Edificio Sarrá. // |
La Embajada de España en La Habana es la única misión diplomática en Cuba que se encuentra en el casco viejo de la capital. De ahí que sea antiguo, tanto que fue construido en el año 1912 por los arquitectos José Mato Sequeiro y Francisco Ramírez Ovando, como futura residencia del matrimonio de los señores Dionisio Velasco y María Teresa Sarrá.
Se encuentra situado en uno de los empalmes más bellos de la ciudad de La Habana, de hecho desde sus balcones se puede contemplar el faro del Morro, las murallas de las fortalezas de la Cabaña y La Punta, un extremo del Malecón y el el inicio de la bahía. Todo un paisaje habanero.
---El edificio honraba a la dinastía de los Sarrá, farmacéuticos oriundos de Barcelona que convirtieron su empresa en Cuba en la mayor de Latinoamérica y la segunda del planeta, solo superada por la Johnson de los Estados Unidos.---
En principio se llamó Palacio Velasco-Sarrá, una familia catalana que hizo una gran fortuna en la segunda mitad del siglo XIX gracias a los negocios de farmacéutica y droguería. En 1880 inician una aventura económica que con el tiempo se convertiría en "Droguería Sarrá", mientras que diez años después el señor Sarrá se convertiría en el presidente de los farmacéuticos Cubanos.
Los Orígenes y la Mansión
En apretada síntesis, esta familia llegó a Cuba en la primera mitad del siglo XIX. Primero llegaron José Sarrá y su tío Valentín Catalá, ambos farmacéuticos, y juntos abren una pequeña farmacia en la calle Teniente Rey en la Habana, orientada a vender recetas a bajo precio.
La mansión se terminó en 1912, tenía tres alturas y un sótano de servicio, a los que se añadía un cuerpo retranqueado destinado a biblioteca y una torre-mirador como coronación. El conjunto arquitectónico se convirtió como el skyline de aquella Habana de las primeras décadas del siglo XX. En los años treinta del pasado siglo, el matrimonio de María Teresa Velasco Sarrá y Álvaro González Gordon le realizaron modificaciones interiores, como el ascensor y otras comodidades que modificaron la concepción original del palacio.
Desde entonces han pasado por allí más de 25 embajadores, siendo el ultimo de la etapa republicana el expulsado Juan Pablo Lojendio e Irúe, el vasco que se hizo célebre por querer abofetear a Fidel Castro en pleno directo en Telemundo, cuando la cadena era Cubana, porque lo fue, en tanto que el ultimo se nombra Francisco Javier Hergueta Garnica, sucesor del polémico izquierdista Ángel Martin Peccis, un "chupa medias" del régimen castrista nombrado por el gobierno socialista de Pedro Sánchez.
Llamaron a la farmacia “La Reunión”, y en muy poco tiempo ya estaban vendiendo más de sesenta patentes suyas con un sin número de medicamentos preparados a la vieja usanza gracias a la cantidad de hierbas medicinales que en la isla abundaban. Entonces lo que empezó como un negocio pequeño se convirtió en uno enorme que dio empleo a muchos habaneros.
---La Embajada de España en La Habana es la única de las sedes diplomáticas en Cuba que está ubicada en el casco viejo de la Habana.---
La farmacia y droguería "La Reunión", que es donde radica hoy la sede del museo de la farmacia en la Habana, fue un éxito rotundo que incrementó la fortuna de los boticarios a niveles exponenciales, al punto de que abastecían a todos los hospitales del país. Para el siglo XX el negocio ya se había convertido en una gran empresa, y fue entonces que la emprendedora familia de Dionisio Velasco y María Teresa Sarrá decidió que había llegado la hora de construir este impresionante palacio.
Este matrimonio había heredado el palacio tras el fallecimiento de María Teresa Sarrá en 1918, y de Dioniso Velasco y Castilla en 1932, ambos ocurridos en la ciudad de Nueva York. Entonces su hijo pasó a ser presidente de Droguería y, en 1942, se la cedió a sus tres hijas y el esposo de una de ellas, que se hizo cargo hasta la expropiación del régimen Castrista.
El seis de enero de 1984, el vetusto edificio pasó a ser la sede actual de la embajada de España en Cuba. El primer cónsul general se llamó José Felipe Sagrario, diplomático que llegó a la isla en julio de 1899 durante la ocupación del ejercito de los Estados Unidos. Luego el cónsul general español, Joaquín María Torroja, se convirtió en el encargado de negocios al establecimiento de la república en mayo de 1902, año en que ambas naciones establecieron relaciones diplomáticas formales como países independientes.
Maldita Hemeroteca