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Luis Conte Agüero, a la izquierda, y Antonio Rafael de la Cova. // |
“La Voz más alta de Oriente”, como le llamaban en la radio cubana de la década de 1950, el señor Luis Conte Agüero era amigo personal de Fidel Castro y su familia. Fíjese que aparece en la foto donde la señora Mirta Diaz Balart, y su hijo Fidelito, visitan a su esposo Fidel y su cuñado Raul en la prisión de Isla de Pinos, y en la que el reo Castro aparece de cuello y corbata.
Resulta que el señor Agüero era quien debía transmitir la señal que a la postre selló el destino de un agente del G-2 (servicio de inteligencia cubana) que el cine inmortalizó como "El Hombre de Maisinicú". Señalar aquí que el verdadero nombre de la finca aquella es Masinicú, desconocemos porque le cambiaron el nombre.
Por ultimo señalar, que la única mujer guerrillera detenida en aquellas redadas, la señora Zoila Águila Almeida, conocida como «La Niña del Escambray» que siendo muy joven desafió el rumbo comunista que tomó la revolución de Fidel Castro en 1959, fue condenada a treinta años de prisión. De esa condena cumplió 18 años en terribles condiciones, y murió a los 82 años en la ciudad floridana de Hialeah víctima del Covid-19. Dicen que vivía aislada del mundo exterior en su apartamento, y que que había perdido la razón. No era para menos.
Este agente, en su condición de administrador de la finca Maisinicú, poblado situado en las inmediaciones de la sierra del Escambray, un macizo montañoso en el centro del país donde operaban fuerzas opositoras a Fidel Castro, coordinó con los servicios de inteligencia castristas unas falsas salidas desde Cuba, rumbo a los EEUU, de varias de aquellas guerrillas.
Se hacían en guardacostas con bandera americana y marines disfrazados con sus uniformes, con los que consiguieron engañar a los alzados. Como por ejemplo, el grupo del comandante Maro Borges, que un cuatro de febrero de 1964 fue recogido en un cayo por un barco tripulado por agentes que hablaban inglés y vestían a la usanza.
Una vez relajados, pensando que habían escapado ya del infierno en aquellas lomas, aceptaron entregar las armas y bajar al camarote inferior a por un supuesto "chequeo medico de rutina", antes de entrar en territorio de EEUU. En realidad eran esperados por agentes del DSE agazapados allí esperándolos.
Lo mismo hicieron con la banda de Julio Emilio Carretero Escajadillo, que había asumido el mando del Escambray tras la muerte de Tomasito, Tomás David San Gil Díaz, natural del poblado de Caracusey, en Trinidad, caído en combate el uno de marzo de 1963 cuando era sustituto a su vez del jefe máximo Osvaldo Ramírez, que también había muerto combatiendo en aquella cruzada contra el comunismo Fidelista.
El régimen le señala haber sido el autor de las muertes del maestro Manuel Ascunce Domenech y el campesino Pedro Lantigua, de manera que centraron en su captura una gran cantidad de efectivos.
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Carretero |
Julio Emilio Carretero, de unos treinta años, que tenía una barba larga y tupida y era un veterano rompe cercos, también cayó en la trampa. El régimen Castrista le atribuyó veintisiete bajas a su ejército, dieciséis actos contra el Estado entre los que estaban incendios de almacenes, vehículos del gobierno y destrucción de fincas propiedades de simpatizantes del régimen.
Aparentemente, Carretero se proponía utilizar la onda de Radio Swam en la que el periodista Luis Conte Agüero, entonces separado ya de su amigo Fidel y exiliado en Estados Unidos, era presentador del canal Tele Miami y la Voz de América (VOA) en los programas denominados «Cita con Cuba» y «Amanecer Cubano» de esa cadena radial. Era desde allí, la WRUL de New York, donde enviaba los mensajes en clave a los combatientes del Escambray en esas fechas.
Y cuando todo estaba listo para repetir la fórmula con el grupo alzado al mando del trinitario José Cheito León Jiménez, ocurrió lo impensable. Tanto Carretero como Cheito desconocían si Maro Borges había llegado a salvo a Miami, no habían noticias, ignoraban la suerte corrida por este compañero, entonces Carretero acordó que llegando a Miami le enviaría un mensaje a Cheito León, entonces su segundo al mando.
Agüero había pasado de ser amigo de la familia Castro a un apestado refugiado en la embajada de la Argentina, luego de que el pueblo, revolucionario y enardecido, le pidiera "Paredón" acusándolo de traidor. Se había opuesto a que la morralla del Partido Socialista Popular se apoderara de puestos claves en el gobierno.
Sí, porque en aquellos años muchos Cubanos solían pedir fusilamiento para cualquiera que se opusiera a Fidel Castro, y ese Karma lo estamos pagando todavía. Total, que la clave sería transmitida por tres días consecutivos, garantizándole a Cheito León que la ruta del agente Alberto Delgado, por donde ya "había salido" Maro y saldría Carretero, era una vía segura. Así se lo hicieron saber al agente castrista Alberto Delgado, alias "el Enano", que esa vez fue él quien cayó en la trampa.
La Seguridad del Estado interfirió las transmisiones de Conte Agüero y sobrepuso otra con la clave acordada, pero lo que el agente Delgado no sabía era que ambos guerrilleros había establecido una segunda clave privada coordinada con un familiar de Carretero en la ciudad de Trinidad.
El Escambray fue el mismo lugar donde se formó una guerrilla al mando del comandante español Eloy Gutiérrez Menoyo (1934-2012) que en la década de los 50 se alzó contra el dictador Fulgencio Batista y operaba paralela con las guerrillas castristas de Sierra Maestra. Había que tener mucha fe en una causa, y sobre todo valor, para enfrentar a un régimen como el de Castro que tenía todas a su favor.
Sin embargo, tras caer en la trampa, el agente de la seguridad castrista Alberto Delgado y Delgado, ex soldado guerrillero en la Sierra Maestra y el hombre del régimen infiltrado en aquellas lomas, había sellado su destino. Cheito León lo citó a una falsa reunión "para coordinar su salida", y tras propinarle una golpiza para que confesara lo colgó de una guásima, un 29 de abril de 1964. Y aunque pagó con su vida, el saldo de su operación fue el siguiente:
Más de treinta guerrilleros fueron llevados a juicio en La Habana, dieciocho hombres -entre ellos Amador Acosta, y una mujer, Zoila Águila Almeida (La Niña de Placetas)-, fueron sentenciados a largas condenas de cárcel. Añadir además, que según la versión Castrista el líder alzado Cheito León murió en combate, tras estallarle una granada cuando estaba a punto de ser capturado.
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Cheito León |
Este familiar debería recibir una llamada telefónica desde Miami y no por radio, donde indicaría que los comandantes Maro Borges y Julio Emilio Carretero habían llegado a salvo a Miami.
Para el que no conozca las interioridades de aquella lucha, imagine que eso alzados operaban en un macizo montañoso llamado Escambray, en el centro de la isla, donde se encontraban completamente aislados de la realidad. Ni teléfono, apenas contactos y mucho menos las noticias de prensa, radio o televisión procedentes de EEUU.
El 9 de marzo de 1964, Carretero salió de Cuba y cayó en la misma trampa castrista con catorce de sus hombres, entre ellos Zoila Águila, "La Niña de Placetas", la única mujer que dirigió una guerrilla en combate. Evidentemente ese mensaje telefónico secreto acordado nunca llegó, sí llegó el falso con el que los órganos de seguridad interfirieron el de Conte Agüero.
A esa hora, tanto la banda de Maro Borges como la de Julio Emilio Carretero ya se encontraban detenidos en la sede de Villa Marista en la Habana, una famosa y temida cárcel que aun sigue siendo utilizada para interrogar a los desafectos al régimen básicamente.
Julio Emilio Carretero, Maro e Irineo Borges, Francisco “Cuco” Cedeño Montpelier, Emerio Palmero, Luis González Candelario, Raúl Morell Viciedo, Macho Jiménez, Tomás García Valle, Blas Ortega, Benito Rodríguez Pedraja, Andrés Oramas, Valentín Hernández y Manuel Mounzo La Guardia (esposo de la Niña del Escambray) 14 en total, fueron fusilados en los fosos de La Cabaña, dentro de la Causa No 344 del 1964.
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La niña de Placetas. |
Todo estos pasajes fueron recreados en un film que llevaba como objetivo ponderar la labor del finado infiltrado, de manera que no se puede dar por seguro que todo haya sido tal y como lo escenificaron.
El santiaguero Luis Conte Agüero, doctor en Filosofía y ex miembro del partido Ortodoxo Cubano, que honró con su nombre un tramo de una vía en la ciudad de Hialeah, aun vivía a la avanzada edad de cien años el seis de julio del 2024, y con su mente en perfecto estado. Y lo mejor, que vio el cadáver de su ex amigo convertido en enemigo, el tirano Fidel Castro, marchar primero que eso, quieras o no, da mucho gustillo. ¿Habrá muerto Agüero?. Ojalá que no.
Maldita Hemeroteca