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DE CUANDO CUBA CORRIÓ EL RIESGO DE CONVERTIRSE EN MEXICANA


En el año 2023, durante la visita a México del dictador y presidente de paja no electo de Cuba, Miguel Díaz Canel, una foto corrió como la pólvora y disparó todo tipo de elucubraciones...

Incluso un Tiktoker salió a las calles de la Habana y comenzó a preguntar a los viandantes, si les gustaba la idea de que Cuba perteneciera a México por anexión. Ya se imagina las respuestas: "Si es para bien porque no", respondían los pobres cubanos haciendo alarde de ese gran poder de análisis que le ha permitido la dictadura, que seguro que lo vio hasta gracioso, siempre y cuando no fuera con el vecino del frente.

Por otro lado comenzó a correr una preocupante noticia de que Cuba daría ese paso...  «¡Presidente cubano aprobó referéndum! ¡Cuba se convertirá en el nuevo distrito de México, y miles de cubanos lo agradecen». Así rezaba el fake que llegó a abarrotar las redes, pero que que no por eso dejaba de tener un peligroso precedente ocurrido dos siglos antes. 

La cuestión era que durante los años veinte del XIX, en la Cuba colonial existió un fuerte arraigo nacionalista. La convulsa situación que existía en la metrópolis española y su rey Fernando VII, golpe de estado familiar incluido, estimuló los aires independentistas en las colonias de ultramar y como no podía ser menos, también en algunos sectores de la mayor isla del caribe y joya de la corona.

Entre ellos el movimiento independentista del "Águila Negra", surgido en una logia masónica de Veracruz, México, el treinta de mayo de 1823 por iniciativa de Guadalupe Victoria, (José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix) entonces Comandante General de Xalapa, y el fraile habanero Simón de Chávez, un ex betlemita (de la Orden de los Hermanos de Nuestra Señora de Bethlehem) que era coronel del ejército mexicano, país que ya había logrado separarse de España desde 1821.

Sin embargo, pese a que llegó a concentrar fuerzas del orden de los 600 adeptos en zonas como Pinar del Río, Matanzas, Las Villas y Camagüey, aquella conspiración conocida como "Soles y Rayos de Bolívar" y dirigida por el coronel habanero José Francisco Lemus, aquella conspiración que llevaba como objetivo fundar la nueva republica en Cuba de nombre Cubanacán, ¡y con bandera propia y todo!, por suerte se fue a la mierda.

Por el contrario, gracias a labor de espionaje del capitán general de la isla, el teniente general Francisco Dionisio Vives, que conocía de la existencia del movimiento desde 1921; se decidió aniquilarla completamente entre los meses de junio, julio y agosto de 1823, evitando así que aquella supuesta independencia de Cuba se transformara en un plan macabro de intervención militar que sentaría las bases para una anexión de Cuba por parte de México.

El 19 de agosto Lemus fue capturado en Guanabacoa, luego de que previamente habían sido detenidas cien personas y más de 600 acusadas de conspiración, entre los que se encontraban el poeta José María Heredia, el abogado José Teurbe Tolón, el venezolano Juan Jorge Peoli, así como jueces, sacerdotes, oficiales de la milicia y pequeños propietarios.

A Lemus y Peoli les deportaron a España, mientras que otros conspiradores fueron condenados a largos años de carcel o gruesas multas y no pocos, como Heredia, Francisco Agüero, Andrés Manuel Sánchez, José A. Iznaga, Gaspar Betancourt Cisneros, José A. Arango, tuvieron que escapar al extranjero. 

Con sus más y sus menos, el general Francisco Dionisio Vives salió de Cuba en 1832, siendo sustituido por Mariano Ricafort Palacín y Abarca, y al regresar a España el Rey le nombró capitán general de la provincia de Valencia y le concedió el título de Conde de Cuba, hasta que fallece el 15 de abril de 1840. Por su labor, tuvieron que pasar cuarenta y cinco años para que despertara otro movimiento de este tipo en Cuba, el conocido como el "Grito de Yara" del diez de octubre de 1868.


Maldita Hemeroteca

Fuente: Del Valle, Adrián. Historia Documentada de la Conspiración de la Gran Legión del Águila Negra. La Habana, Editorial El Siglo 1930.