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RECORRIDO POR LAS BRIGADAS CUBANAS EN ESPAÑA (III)

Fuerzas nacionalistas capturan un tanque Ruso de las fuerzas "Rojas". Foto de la biblioteca digital Hispánica. //  

Pocos países vivieron la Guerra Civil española con la intensidad que lo haría Cuba. Al período relativamente breve que había transcurrido desde el fin de la dominación española de la Isla, hay que añadir otros factores que explican este interés.

No pocos combatientes de la Guerra Civil española habían nacido en la Isla. Entre los golpistas, se cuenta al general Emilio Mola Vidal, 'el director', que había nacido en Placetas; y por si no lo sabe sobrino por parte de madre del general mambí . Mola Vidal fue un personaje clave en la historia de España, cuando fue designado como jefe del frente vasco durante la guerra civil.

Fue quien planificó el fallido golpe de Estado que daría lugar a la Guerra, pero su accidental muerte dio paso al protagonismo del general Francisco Franco y Bahamonde. Mola era gobernador militar de Pamplona y fue el verdadero cerebro del golpe del 36 contra la izquierda republicana.

Su nacionalidad Cubana le vino al ser designado su padre, Emilio Mola López, comandante de la guardia civil destinado por el ejército español en el pueblo de Placetas, provincia de Las Villas. Allí nació su hijo en 1887, fruto de una relación de este guardia y su esposa, la Cubana de ascendencia Catalana, Ramona Vidal. Y es aquí donde está el detalle curioso de esta historia. 

La señora Ramona era hermana del coronel del ejército libertador Leoncio Vidal y Caro, el intrépido mambí que cayó en combate un 23 de marzo de 1896 en Santa Clara, y que por caprichos de la vida era tío de Mola por vía materna. 

Por órdenes de Máximo Gómez, Vidal Caro intentó penetrar en la madrugada del 23 de Marzo en aquella plaza, mientras que el grueso de las tropas insurrectas se hacía de provisiones y pertrechos. Fue entonces que efectuó un innecesario alarde de fuerza cercano al teatro, justo donde se encontraban posicionados los fusileros de la defensa. No solo cayó él, si no también su ayudante, el cabo Ramón Brito

Por otro lado tambien se encuentra el caso de Alfredo Kindelán, jefe supremo de la Fuerza Aérea, oriundo de Santiago de Cuba; y Dámaso Berenguer, oficial de esa misma graduación, nacido en Remedios, las Villas. Por parte de los republicanos, el doctor y presidente del Consejo de Ministros José Giral y Pereira, que había nacido en Santiago; el general Julio Mangada, en Sancti Spíritus, y el comandante de aviación camagüeyano Alberto Bayo Giroud, y con él hacemos un aparte

Bayo Giroud
El teniente coronel del Ejército de la República Alberto Bayo Giroud, curtido en la Guerra del Rif de Marruecos además, enseñó las artes de la “guerra asimétrica”, es decir, la guerra de guerrillas a los dos guerrilleros del 26 de julio en México. 

Fue el encargado de dirigir el Ejército republicano en la 'reconquista' de Illes Balears durante la Guerra y que, a pesar de su éxito inicial, terminó siendo una severa y dolorosa derrota para la República izquierdosa.

El financiero mallorquín Joan March adquirió en Italia una flotilla de aviones que, a los pocos días, bombardearon el campamento republicano y la República no supo reaccionar. Un año después, en 1937, publicaría la obra La guerra será de los guerrilleros. Con la derrota republicana, el teniente coronel se exilió en México, donde en 1955 un jovencísimo Fidel Castro fue a tocar su puerta para pedirle ayuda.

Su intención era "coordinar una operación armada" con el "objetivo de derrocar al tirano de Cuba, el sargento Fulgencio Batista". Castro aseguraba entonces que se iba a Estados Unidos en busca de financiación y hombres. A los pocos meses el joven barbudo volvió a tocar su puerta: "Es preciso que se desentienda de sus quehaceres, de todos absolutamente, y dedique a nuestro entrenamiento las 24 horas del día.

¿Para qué quiere usted una fábrica de muebles, si dentro de muy poco nos veremos en la isla dorada donde usted y yo nacimos, libres del monstruo que la oprime?", le inquirió Castro, tal y como recoge la publicación Le Monde Diplomatique.

Bayo, que ya superaba los 60 años, accedió a las peticiones de los jóvenes y comenzó el entrenamiento militar en México del grupo guerrillero que será conocido con el nombre de “Los 82”. Bayo puso en práctica su manual del guerrillero, que sería publicado en Estados Unidos con el nombre 150 questions for a Guerrilla.

En ese manual se defiende que la unidad nunca debe superar los 20 nombres o que la guerrilla "nunca invita al enemigo a combatir". "Todo buen guerrillero debe atacar por sorpresa, en escaramuzas o emboscadas. Cuando los soldados carguen para repeler el ataque, los guerrilleros deben desaparecer", escribió.

El 25 de noviembre de 1955, Bayo se despidió de "Los 82" y no volvería a saber de ellos hasta el uno de enero de 1959.

El 25 de noviembre de 1955, Bayo se despidió de "Los 82" y no volvería a saber de ellos hasta el 1 de enero de 1959, cuando aquel grupo de barbudos le informó de que habían ganado. La revolución había triunfado. 

“La mañana de hoy, cuando me dieron la noticia, me impresioné de tal manera que me vi precisado a descansar largo rato. El corazón me saltaba en el pecho. No podía evitarlo. Vea, mis alumnos aprendieron tan correctamente las lecciones que ahora Fidel puede enseñarme a mí.

Quiero ver al Che Guevara, a Camilo, a Raulito, a fin de que me digan cómo se las arreglaron para aprender a pelear en las ciudades, porque –lo confieso– yo no les enseñé eso", escribe Bayo en Mi aporte a la revolución cubana. Tras el triunfo de la revolución, Bayo se trasladó rápidamente a Cuba y animado por triunfo constituyó la Unión de Combatientes Españoles (UCE), que contó con núcleos en Venezuela y otros países de Latinoamérica.

En julio de 1959 esta formación lanza una declaración de principios que reza: "La UCE, Unión de Combatientes Españoles, es un Movimiento Antifranquista, creado por la necesidad de agrupar, alrededor de un programa de Unidad y de Acción Republicana, a los patriotas y a los políticos partidarios de todos los pueblos hispánicos, para cancelar la vergüenza del régimen de terror impuesto y sostenido por los reaccionarios nacionales e internacionales".

General Emilio Mola y Vidal, con su aeroplano detrás

Sin embargo esta organización apenas sobrevivió unos meses y se desintegró a finales de 1959. No fue la última experiencia de este tipo. Manuel Rojas, que en 1959 había fundado en La Habana el Frente Unido Democrático Español, funda en 1960 el Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL).

Este grupo se definía como una "organización concebida por jóvenes en presencia de los problemas ibéricos de 1960" en que "a la vista de las experiencias revolucionarias de China y Cuba" mantienen una "postura insurrecional" con "objetivos revolucionarios populares". La acción más espectacular de este grupo, tal y como contó Público, fue el secuestro en 1961 del transatlántico Santa María con el objetivo de conducirlo a Angola y proclamar la independencia de las colonias portuguesas de ultramar.

También el ya mencionado Eloy Gutiérrez Menoyo formó en octubre de 1959 el Ejército de Liberación Español (ELE) que pretendía, con Menoyo como jefe supremo, marchar hacia la península ibérica y derrocar al dictador Francisco Franco. Ni que decir tiene que todas estas experiencias revolucionarias fracasaron incluso antes de convertirse en experiencia.

En los años posteriores, el movimiento antifranquista cubano se limitaría a la Sociedad de Amistad Cubano-Española, controlada por los exiliados españoles comunistas. Prácticamente ninguno de ellos volvería a ver unas elecciones democráticas en España.

Total, que esta etapa de la historia Cubana Española quedaría como que olvidada en los libros de historia, o en la memoria colectiva y en el ideal de aquellos que hoy día se sienten herederos, y como tal se auto titulan héroes, de una lucha contra la opresión y el imperialismo, según decían.

FIN

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Por Jorge García
Maldita Hemeroteca