Son historias con tintes muy violentos, pero que viene a cuento con los sucesos ocurridos en el poblado cubano de Caibarién por estos días en que un capitán de la policía castrista pereció de forma muy violenta, se supone, por un ajuste de cuentas.
Es que no se recuerda otra muerte así en Cuba en muchos años "de revolución". Pero resulta que antes sí, y muchas tambien. No se conocen los motivos, pero nadie mata a un capitan de la policía en esta Cuba "así como así". Y sin justificar para nada el hecho, quien sabe lo que llevó al perpetrador, o los perpetradores, a desatar semejante violencia contra este agente.
"Hechos repudiables como este tendrán siempre la respuesta contundente de las leyes revolucionarias y la condena unánime de nuestro pueblo que no permitirá jamás la impunidad ni el estímulo a la violencia". Así se pronunció el régimen, incluso miles en las redes andan "rasgándose las vestiduras" lamentando el hecho. Sin embargo, o bien por desconocimiento o por una memoria muy limitada, se les olvida acaso que asesinatos así eran "Pi Constante" en aquella Cuba antes del 1959.
Por ejemplo así si hablamos de la muerte de agentes así, a vuelo de pájaro, la historia recoge que apenas habían pasado cinco meses de la muerte del dirigente universitario Manolo Castro, ocurrida el cuatro de julio de 1948 y en la cual algunas fuentes vincularon -sin pruebas- al pistolero Fidel Castro, fue asesinado Óscar Fernández Caral que ocupaba el puesto de sargento de la policía universitaria.
No solo eso, tambien dieron baja, y casualmente a un capitán, de nombre Rafael Ávila, así como al ministro de gobernación del partido auténtico Alejo Cossío del Pino. En fin que de historias de "gatillos alegres" en Cuba, hay abundante tela por donde cortar. Es más, "casualmente", entrecomillémoslo así, cuando Fidel Castro decide viajar a Colombia como parte de una delegación estudiantil para atender la IX Conferencia Panamericana, se armó allí la de dios.
Por resumirlo un poco, a los pocos días de llegar a Bogotá, muere asesinado de cuatro disparos al líder del Partido Liberal Jorge Eliecer Gaitán, lo que desencadenó una espiral de violencia que dejó centenares de muertos en la capital Colombiana. Castro, que aprovechó los disturbios para hacerse con varios fusiles de una estación de policía, fue perseguido pero consiguió escapar asilándose en la embajada Cubana en ese país.
Ya le había disparado antes en Cuba a Leonel Gómez, el supuesto asesino del vice dirigente de su organización, la UIR, Justo Fuentes Clavel, y además lo intentó contra el abogado Rolando Masferrer en la zona de 23 y 12, que de milagro salió ileso. Una orden suya desde la Sierra Maestra dio origen el 21 de octubre de 1958 al primer secuestro aéreo de la historia de Cuba.
Cinco terroristas del 26 de julio, haciéndose pasar por pasajeros de un avión Viscount de Cubana de Aviación, tomaron el control de la nave que hacía el recorrido de Miami a Varadero. Como resultado la nave terminó estrellándose y muriendo los cinco más doce pasajeros inocentes. Solo tres salvaron sus vidas.
Y mientras hoy el presidente no electo Miguel Díaz Canel lanza amenazas dirigidas a posibles "perturbadores del orden y perpetradores de delitos", un general, Demetrio Montseny Villa, se jactaba de lo mismo....
Pero no hablemos solo de rivales políticos. Ahí tiene usted el ejemplo del rico hacendado azucarero Luciano Sampedro Ocejo, llegado a Cuba desde Cantabria, el padre de la señora Edelmira Sanpedro y Robato que fuera la primera esposa del ex príncipe de España, Alfonso de Borbón.
Decimos ex príncipe, porque por amor a esta señora Alfonso había renunciado a sus derechos monárquicos y, también, al derecho a heredar el título de conde de Covadonga, quedando registrado todo en un documento firmado con fecha once de junio de 1933.
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Villa junto a Camilo |
“En Guantánamo, -decía orgulloso el hijo de un emigrante catalán de Reus-, quemamos dos guaguas, se inutilizaron algunos otros transportes, saboteamos el tendido eléctrico y colocamos varios petardos.
Logramos paralizar la ciudad. Saboteamos el transporte por carretera y ferrocarril, pusimos petardos y bombas, lanzamos cocteles Molotov, dejamos la ciudad sin electricidad ajusticiamos chivatos y traidores, incluyendo al gallego José Morán”.
Edelmira lo había conocido en un sanatorio en Suiza, y tras un breve noviazgo terminaron casados y residiendo en la Habana.
Aquello no fructificó, y tras numerosos desencuentros decidieron poner fin a la unión el 8 de mayo de 1937. Pues esta familia, que en principio eran naturales de Sagua La Grande, las Villas, tenía fijada su residencia en la calle sexta y séptima avenida del exclusivo barrio de Miramar, en la Habana.
Pues resultó que el cocinero de la familia, el señor Oliverio González Mesa, de 35 años, murió destrozado por una bomba que le colocaron a esta familia los terroristas del 26 de julio el 23 de enero de 1957. ¿Qué fue de Edelmira?, pues falleció el 23 de mayo de 1994 en la ciudad de Miami, a donde su familia había emigrado una vez triunfó la revolución castrista de 1959.
Un año después, en el mes de julio de 1958, estos mismos terroristas -pero de otra célula-, colocaron otra bomba en el parque Martí en Ciego de Ávila que terminó acabando con la vida de tres personas e hirió a otros seis más. La intención que tenían era la de asesinar al político y candidato a la presidencia, el doctor Andrés Rivera Agüero, que se encontraba hospedado en el hotel Santiago-Habana.
Sin embargo el autor, totalmente acobardado, decidió dejar la bomba abandonada y no se le ocurrió otro lugar mejor que debajo de un banco de un concurrido parque de la ciudad. Es que lo dijo el propio jefe de Acción y Sabotaje de este movimiento, Domingo René García Collado, cuando reconoció
que..... «esta Revolución se hizo a base de terrorismo». O, sea que la lista es larga. Por ahí anda publicada.
Lo habían aprendido muy bien desde los tiempos del ABC, una organización secreta fundada en 1931 que ya había hecho del terror una herramienta para desestabilizar el país, sobre todo en tiempos del presidente Gerardo Machado y Morales. Y ya no entremos en temas internacionales, donde es sabido que el terror Cubano fue exportado hacia varios rincones del mundo.
Con los años el terrorismo en Cuba evolucionó de tal manera, que de ser un arma de guerra para tomar el poder se convirtió con los años en una herramienta política y diplomática para sostener el régimen. Desde vinculaciones con el Cartel de Medellín, el IRA, la ETA, las Brigadas Rojas, los tupamaros uruguayos, los montoneros argentinos o la ETA española.
Movimientos insurgentes de Colombia como el M-19 y el ELN o distintas organizaciones palestinas como Al-Fatah y otras redes criminales como Hamás y Hezbolá, incluidas todas en la lista de grupos terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea, incluso el de Estado, el que ha sido empleado contra su mismo pueblo. Como dice otro dicho, "Aborrece y serás aborrecido".
Maldita Hemeroteca.