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Si en Cuba hubo un cliché bien repetido por la izquierda, fue aquel que decía que Fulgencio Batista le había entregado el país a los mafiosos como si fuera su cortijo privado. Menuda tontería.
Que Batista hiciera negocios con ellos no significaba que el país estuviera controlado por la mafia. Es que hay que ser infantil para decirlo. Y fíjese que ya metidos en este tema vamos al lío porque... sepa que el gallego Martiño Soto, recientemente detenido en la Habana, no fue el único degenerado que buscó protección en la isla comunista.
En los años 70 el famoso rockero británico Gary Glitter, fundador del género Glam Rock, igual se fue a Cuba buscando protección de la justicia de su país que le perseguía. El muy gilipollas llevó su ordenador a un taller a reparar, y lo que se encontró el técnico en el disco duro fue suficiente como para denunciarlo de inmediato a la policía.
De hecho las Vegas, que acaba de ingresar más de trece mil quinientos millones de dólares a la hucha estatal, nació por culpa de Fidel Castro que les expulsó del país, así de sencillo se lo digo. Sume para que vea que la lista es larga. Desde la fallecida asesina Assata Shakur y su paisano Charles Hill, buscado por el mismo motivo entre otros compatriotas más como el financiero Robert Vesco, ladrones como Mario César Fendrich y el independentista boricua Víctor Manuel Gerena, hasta más de cincuenta Etarras españoles. Así, por arribita.
Más de cuatro mil fotos pornográficas, y la mitad de ellas con chicas, casi niñas, e incluso chicos muy pequeños. Otras fotos eran de orgías de niños y niñas jóvenes, de hasta nueve o diez personas en fin, un puto degenerado. Pues sepa que este tambien se fue a Cuba escapando por el Peñón de Gibraltar, y cruzando el charco después.
Hasta se casó con una Cubana y todo en el 2001, la señora Yudenia Sosa Martínez, una supuesta jinetera de veintiún años que conoció en sus "castings particulares" cuando apenas contaba con once años de edad, y procedía de una familia pobre y desestructurada.
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| Glitter y su cubana 1996 |
Le sonaba a música para sus oídos, y nunca mejor dicho. Incluso tuvo un hijo con ella. No lo digo yo, en el Daily Mail hay un extenso trabajo fotográfico que así lo muestra.
El periplo de este delincuente sexual le llevó por México, Sudáfrica, Zimbabwe, Colombia, Portugal, Brasil, Venezuela y, tras ocho años de viajes, recaló en Camboya, donde estuvo preso, finalizando nada menos que en Tailandia.
En fin señores, no es capricho de un gusano, como le llaman en Cuba a los que no comulgan con su dictadura, es que ese régimen siempre ha sido, y por lo visto lo sigue siendo, refugio para personas buscadas por la justicia internacional, incluyendo terroristas, secuestradores, asesinos, estafadores y hasta pedófilos como se ha visto.
Se lo digo con total convencimiento como Cubano que soy, hubiera preferido mil mil veces padecer a un Sam Giancana o un Meyer Lansky que a este puto gallego pederasta que tienen allí retenido. Y es cierto que aquellos mafiosos eran delincuentes, pero sepa que las intenciones que tenían en Cuba no eran las de matar, ni violar, ni abusar de nadie, más bien todo lo contrario, convertir a la isla en un emporio comercial que le hubiera dado trabajo a miles y miles de cubanos.
Por Jorge García
Maldita Hemeroteca
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