PARECERÍA QUE NO PERO SÍ.

Desde Soto del barco, una playa asturiana tipo cala muy bonita pero con el agua congelada, hasta Cádiz, sur de España, hay en línea recta unos 850 kilómetros, poco más o menos, tenga en cuenta que tráfico le cifra 900 kilómetros por carreteras. Me refiero a la punta de Tarifa al sur, sin incluir la Restinga en la isla del Hierro, que tambien es España pero insular.

En cambio entre los puntos más lejanos en la isla de Cuba, digamos el faro Roncali en Pinar del Río, y el cayo "Cruz del Padre", en la Punta de Maisí en Oriente, hay 1250 km, (algunas fuentes aseguran ahora que 1350) de manera que Cuba es más larga que España. 

Parecería una tontería esto que digo, pero es lo que hay. (Una vez se lo comenté a un "socotroco" que trabajaba conmigo en la planta de Café Areces, y por poco convulsiona).

El problema está en los kilómetros cuadrados, que mientras Cuba tiene 114 mil, España medio millón. La parte más ancha en cuba se encuentra entre la playa de Tararacos, al norte de Camaguey, en Santa Lucía, y la Punta de Camarón Grande al sur de la actual provincia Granma, con 191 km, en tanto que la más estrecha se sitúa entre los poblados de Mariel y Majana, al norte de la Habana, con apenas treinta y un kilómetros.

Soto del barco. No es el extremo norte de España pero si la baña el mar Cantábrico.

Fue allí donde España trazó la trocha Arolas en 1896, dotada con ochenta y dos blocaos, fortines y reductos con artillería situados cada 150 metros, que no obstante fue cruzada el cuatro de diciembre de ese año por el general Antonio Maceo y los dieciséis hombre de su escolta, eso sí por la bahía en una pequeña embarcación que le facilitaron tres pescadores locales.

Juan Arolas Esplugues acompañó al general Weyler a Cuba, y en abril de 1896 ascendió a general de división por mérito de guerra, tras distinguirse heroicamente en los combates ocurridos en la trocha del Júcaro y línea del Mariel precisamente. 

Fue gobernador militar de La Habana en 1898. Al concluir la guerra, contrajo matrimonio con una estadounidense y regresó a España. Entre otras condecoraciones, estaba en posesión de la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con distintivo rojo (1890), por sus servicios en la campaña de Joló, (Filipinas) y la Gran Cruz de la Orden Militar de María Cristina.

Por Jorge Garcia

Maldita Hemeroteca