miércoles, 20 de julio de 2022

Casi siglo y medio del ataque a Santa Clara

Santa Clara, siglo XIX 

El mayor general Jesús Calvar y Oduardo, alias Titá, fue uno de los destacados jefes mambises de la Guerra de 1868.

Y sin necesidad ninguna pues Titá, que desde que nació el 25 de diciembre de 1837 en Manzanillo, hijo de un terrateniente acaudalado, tuvo una infancia de niño rico y recibió educación privada. Lo tenía todo para triunfar en la vida sin buscarse problemas. De hecho fue enviado a Alemania a estudiar contabilidad y comerciales, títulos que recibió en las ciudades de Bremen y Hamburgo. 

Sin embargo una vez regresó a Cuba, y cuando parecía que se convertiría en un hombre exitoso en la cría de ganado, no lo duda dos veces y se convierte en uno de los hombres de Carlos Manuel de Céspedes en Manzanillo. A decir verdad, esto no es algo que causara sorpresa, sobre todo teniendo en cuenta esa raza de hombres que tenía Cuba en aquellos tiempos.

Cuatro años después, en abril de 1872, es designado para dirigir la jefatura de la Brigada de Holguín, adscripta a la División de Santiago de Cuba dirigida por el mayor general Máximo Gómez.En esta zona Calvar libró un gran número de combates, entre ellos Alcalá, Punta Gorda, Báguanos, Baire abajo, así como los ataques a Mayarí y Holguín.

En los primeros meses de 1873 tuvo bajo su mando los distritos de Santiago de Cuba y Holguín donde recibió a José Quintino Banderas y Betancourt, alias Quintín Banderas, que como simple capitán llegó ese año de 1873 a las villas al frente de contingente de mambises oriéntales, para apoyar las tropas del generalísimo Máximo Gómez. 

El 7 de junio el Presidente Céspedes ascendió a Titá al grado de mayor general y el 20 de julio de 1876, hacen hoy 146 años, Titá asaltaba la localidad de Santa Clara, una acción a continuación de otro ataque previo a la loma del jíbaro, a unos 26 kilómetros al norte de Cumanayagua.

Fue tal su intransigencia con Vicente García y su posición en contra de Lagunas de Varona, y luego con la paz de Zanjón conseguida por el general Arsenio Martínez Campos, que fue de los pocos mambises que quedaron activos y renuentes a deponer las armas, (Maceo había partido hacia el extranjero) 

Por su valentía y sobrados méritos, y porque ya quedaban pocos también, le nombraron Presidente de la República en Armas. Sin embargo como todos, tuvo que claudicar finalmente, hecho que tuvo lugar el 28 de mayo en la localidad de Loma Pelada. A partir de aquí, nunca más regresó a los montes Cubanos. 

Partió a Jamaica, de ahí a Honduras, donde se unió a su ex compañeros de lucha Máximo Gómez, Antonio Maceo, Rafael Rodríguez y Tomás Estrada Palma y, una vez se produjo el cambió de gobierno en ese país, se marcha a vivir a los Estados Unidos donde residió entre las ciudades de Tampa y Cayo Hueso el resto de su vida, hasta su muerte ocurrida el 20 de diciembre de 1895.

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