Cuando la Habana fue inglesa durante once meses
Comandada por el almirante George Pocock, con un cuerpo de desembarco dirigido por el almirante Albermarle y el apoyo de la escuadra del Caribe del comodoro Augusto Keppel, una flota inglesa con más de 50 navíos y 14.000 hombres le dio por aparecerse un día 6 de junio, de 1762, frente de las costas Habaneras.
Sí, porque hay que dejar claro una cosa, los Ingleses no tomaron la isla de Cuba, apenas se centraron en el área de la Habana. Ni siquiera se aproximaron a Matanzas, y mucho menos miraron hacia a Pinar del Río. ¿El motivo?, mas que evidente, una ciudad situada al noroeste de la isla de Cuba y directa hacia el estrecho de Florida. Su colonia mas importante.
La ciudad de La Habana era, y aun lo sigue siendo, un punto de convergencia de las comunicaciones marítimas de las tres Américas, y entonces era un enclave geopolítico determinante para las acciones españolas en aquella zona. Además, era el punto de reunión de las naves que regresaban a la metrópoli, partiendo de Cartagena de Indias, Portobelo y Veracruz, sin olvidar los restantes puertos antillanos.
Desde su puerto se emprendía la ruta del Atlántico, siempre bajo la protección militar de las Armadas. Debido a esto, es que la ciudad debió ser fortificada para defenderla de las apetencias extranjeras europeas; de manera que desde 1538 comenzaron las primeras obras para la construcción del Castillo de la Fuerza donde se encontraba el famoso cañón de 47 quintales llamado «El Salvaje», emplazado tras el saqueo de la ciudad por los piratas franceses.
Primeramente se sirvieron del espionaje del almirante Charles Knowles, gobernador de Jamaica y huésped del gobernador de la isla de Cuba, Francisco Caxigal de la Vega.
En 1756 Knowles pudo constatar la situación de la isla, así como de su sistema defensivo. Incluso publicaron en la "Gaceta de Londres" que querían atacar Dominicana, con la intención de que España desviara sus tropas hacia allí y debilitara las de Cuba. Años antes, concretamente desde febrero de 1760, el gobernador Caxigal reforzaba de artillería en los castillos del Morro, la Punta, en Matanzas, Fuerte de Cojimar, la Chorrera, Torreones de Bacuranao e incluso Marianao.
El recinto de la muralla de La Habana constaba de II baluartes principales, el castillo del Morro, (de los tres reyes) al este, se encontraba en una roca elevada semejante a un triángulo, que estaba al frente del santanderino Luis Vicente de Velasco e Isla. Su artillería era de las más potentes de toda la plaza, destacando las baterías del Sol con sus 12 cañones, la de los Doce Apóstoles con otros 12 cañones de a 36 y la de la Divina Pastora con 14 cañones.
La guarnición la componían 3.000 soldados de línea, 50 de marina, 50 artilleros y 300 gastadores negros. El castillo de la Fuerza se encontraba en la ciudad y estaba compuesto por tres baterías con 23, 12 y 23 piezas, respectivamente. En él se encontraba ubicado el depósito dc caudales y la residencia del gobernador
El castillo de la Punta, al oeste, en la entrada del puerto, era de forma cuadrada y constaba de cuatro baluartes bien montados de artillería. Entre los castillos de la Punta y la Fuerza, alrededor de la bahía, se hallaban otros baluartes que completaban la defensa.
Dicho y hecho.
Un total de 74 buques de guerra, más de 200 buques de transporte, unos 14.000 hombres y 2.292 cañones de todos los calibres, apoyados en las colonias sureñas de EEUU, se presentaron en la Habana iniciando el asedio y posterior entrada como "Pedro por su casa" se pudiera decir.
El día 7 de Junio de 1762, ponían pie en tierra los primeros soldados de los 16.000 que desembarcaron en Bacuranao, apoderándose del Torreón y del pueblo de Cojímar. El 8 tomaron Guanabacoa con 4000 soldados frente a solo 400 españoles y el día 9 le hundieron a España tres de sus mejores navíos, el Neptuno, el Europa y el Asia.
El día 11 cayó la Cabaña y ya para el 1 de julio los invasores había conseguido colocar contra el castillo del Morro 18 cañones, 3 morteros y otras 26 piezas de artillería que disparaban contra 8 fuerzas españolas. El 29 comenzaban a llegar refuerzos ingleses enviados desde Nueva York.
En el ataque murieron 343 soldados españoles y 37 fueron heridos, mientras que 326 cayeron prisioneros. El capitán Velasco, comandante del Morro, cae herido y muere de tétano producido por el intento de extracción quirúrgica del proyectil, dándosele sepultura el uno de agosto.
El día doce, conquistados la Cabaña, el Morro y la loma de Arostegui, así como privada la ciudad de agua potable y falta de pólvora, la junta de Defensa se vio en obligada a rendirse y el día 13 entraron los ingleses firmándose la capitulación. Hasta el 7 de julio de 1763, tras la paz de París, la Habana permaneció en manos inglesas. Ese día se devolvió a España a cambio de la Florida y de los territorios orientales del Mississippi.
Tras la toma de La Habana la situación del continente americano iba a sufrir un cambio radical. Su pérdida mostró la debilidad de la situación de la Corona española en la zona, lo que obligó a tomar medidas para resolver los problemas defensivos y militares de sus plazas, no solo en Cuba, si no en todas sus colonias en América.
A nivel internacional, impulsó el ascenso de Inglaterra aún más al primer puesto del escalafón mundial. A nivel militar, supuso un cambio radical de la configuración de los ejércitos españoles. De hecho el nuevo reglamento de las milicias Cubanas fue creado ese mismo año 1769. Se dice que Cuba nunca fue más próspera y feliz que durante esos once meses que estuvo bajo el dominio Británico.
Fuente: Pérez de la Riva Juan, Documentos inéditos de la toma de la Habana por los Ingleses en 1762, La Habana, 1963. / La Artillería en el sitio de La Habana, 1762. Juan José Morón García / AGI, Santo Domingo, 2.113. Informe del gobernador Caxigal al virrey de México. La Habana, febrero 1760). / Guiteras, Pedro, Historia de lo conquista de la Habana por los ingleses, la Habana, 1932.