Lo que se ocultó en la invasión rusa a Europa. (Espectaculares imágenes de Adolf Hitler en HD)
Con el paso del tiempo han venido saliendo a flote los horrores ocultos y las mentiras dichas durante la segunda guerra mundial; y no solo por parte de los nazis Alemanes.
Por ejemplo se han venido descubriendo hechos horrendos cometidos por el ejercito Soviético durante la toma de Berlín. Para empezar por lo mas light, diremos que la de la famosa imagen de la bandera de la hoz y el martillo que ondea en la parte superior del edificio Reichstag, sede del gobierno alemán no es la que probablemente conoces.
Esa famosa imagen fue inmortalizada por el lente del joven fotógrafo Yevgeny Khaldei, a la sazón reportero de la agencia TASS, que disparó su cámara Leica en el momento en que un soldado ruso izaba la bandera en la fachada del Reichstag. Sin embargo, esta foto fue manipulada por completo por la "Inteligencia Soviética".
Para empezar el humo que aparece en la foto que fue publicada era falso. Se le añadió a la fotografía original para dar la sensación de que el reino del Furher estaba destruido y devorado por las llamas. Incluso "removieron el reloj de la muñeca del soldado", pues para nadie era un secreto el pillaje y el bandolerismo que desataron los soldados rusos en esa ciudad.
Los dos protagonistas de la fotografía fueron los soldados Alyosha Kovalyov, de 18 años de edad y natural de Kiev y Abdulkhakim Ismailov de 29 años y nacido en Dagestán. Todo esto se supo desde el momento en que la famosa foto fue subastada dentro de un lote de artículos, en el que también estaba incluida la cámara Leica.
DÍAS FINALES
Para entonces ya la suerte de Berlín estaba echada. La tarde del 30 de abril de 1945, un disparo de revólver procedente del dormitorio del Führer rompió el silencio del búnker. Tras haber ingerido una cápsula de cianuro, Hitler se acababa de pegar un tiro. Junto a él, su esposa, Eva Braun, yacía sin vida en el sofá. Los oficiales trasladaron los dos cuerpos hasta el jardín de la Cancillería, una operación complicada debido a los continuos bombardeos soviéticos.
Tras arrojar los cadáveres a una fosa previamente excavada les prendieron fuego. Acto seguido, y mientras los restos del líder alemán se consumían entre las llamas, en el exterior Goebbels, Bormann, Burgdorf y Krebs realizaron el último saludo nacionalsocialista en su honor.
De esta manera Adolf Hitler, el fundador del Tercer Reich, que aparece en el vídeo de abajo en una imagen totalmente desencajada despidiendo a los pocos soldados que habían disponibles como guardias para defender la cancillería, entre ellos niños, desaparecía para siempre.
LOS HORRORES DE LA OCUPACIÓN
El pueblo Alemán, en especial sus mujeres, sufrieron de lo lindo durante estas ocupaciones. Tanto las tropas francesas norteamericanas como soviéticas, violaron a miles de mujeres, principalmente en la zona ocupada por los rusos.
Se calcula que un millón y medio de mujeres fueron violadas al este de Prusia, Pomerania y Silesia. En total, se cree que al menos dos millones de mujeres alemanas fueron violadas y una minoría sustancial, si no la mayoría, parece haber sufrido violaciones múltiples, asegura en uno de sus párrafos el artículo de Anthony Beevor en el The Guardian, fechado el uno de mayo de 2002.
Las mujeres polacas también sufrieron. Lo mismo hicieron las jóvenes rusas, bielorrusas y ucranianas que la Wehrmacht había enviado de vuelta a Alemania para trabajar como esclavas. "Las niñas soviéticas liberadas se quejaban muy a menudo de que sus mismos soldados las violan", señaló este reportero. "Una niña me dijo llorando: 'Era un anciano, mayor que mi padre".
Los diarios de los corresponsales de guerra soviéticos y los oficiales relataron lo que vieron. Una periodista describió a las tropas como "un ejército de violadores", pero eso es ir demasiado lejos. No todas fueron violadas, y muchos comunistas devotos estaban horrorizados por el comportamiento de sus compañeros soldados.
Incluso dirigentes del Konsomol, (la juventud comunista) le enviaron igualmente un informe a la mano derecha de Stalin, el siniestro Georgi Malenkov, sobre una violación en masa ocurrida el 24 de febrero de ese año 1945 cometida por general Tsygankov.
Este jefe político del frente ucraniano al mando del mariscal Konev, en compañía de un grupo de 35 tenientes, entraron en un dormitorio de mujeres del pueblo de Grutenberg y las violaron a todas", dijo este informe que probablemente sirvió de diversión para muchos. Este general dio ordenes para que aquellas mujeres no "abrieran la boca" durante su regreso a la Unión Soviética.
Todos estos hechos fueron denunciados por el entonces reportero de guerra convertido en periodista y escritor, Anton Beevor. No en balde todos los libros y escritos en general fueron retirados de las escuelas ya que, en ellos, este reportero denunciaba tanto los horrores cometidos en el holocausto, como durante la invasión Soviética a territorios europeos.
En 1939 la KVND de Lavrenti Beria protagonizó una carnicería en un bosque de Polonia, por citar un ejemplo. Fue durante la invasión soviética a la ciudad de Katyn al este de este país. El instituto de la memoria de Polonia lo tiene catalogado como genocidio. Lo mismo pasó en Bucha, Ucrania, donde aparecieron fosas comunes con cadáveres de civiles con las manos atadas a sus espaldas y evidencias de violación y asesinato de mujeres.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a Rusia por «no haber ofrecido todas las facilidades necesarias» para investigar adecuadamente la matanza. Sin embargo Rusia archivó la investigación de esta masacre, argumentando que todos los oficiales soviéticos presuntamente responsables de las ejecuciones, ya estaban muertos. ¿Denunciar los horrores del Holocausto?, por supuesto, pero que la verdad sea dicha en su totalidad.