Hundimiento del Reina Mercedes
Pocos barcos han podido simbolizar el enfrentamiento de dos naciones y, a la vez, su reencuentro y conciliación. En los anales de la Armada española y la US Navy brilla con especial intensidad este crucero, cuyas acciones en la guerra cubana, así como su sombra en la Guerra de 1898 pudieron haber cambiado el panorama actual para siempre.
Durante la Guerra de Cuba, después de la salida de la Escuadra de Cervera rumbo al sacrificio, el buque "Reina Mercedes" fue hundido por su tripulación en la entrada (Bocana) del puerto de Santiago de Cuba, y de esa forma impedir la entrada de la armada de los EEUU a la rada Santiaguera.
Fue reflotado por la Armada de Estados Unidos entre el 2 de enero y el 1 de marzo de 1899, y remolcado hasta el Astillero Naval de Norfolk (Virginia). De allí fue llevado al Astillero Naval de Portsmouth, en Kittery, Maine, donde llegó el 25 de agosto de 1900 para su reparación.
Fue transformado en un pontón, sin propulsión, y en 1905 fue destinado a Newport, en Rhode Island. En 1912 volvió a los Astilleros Navales de Norfolk, para su transformación en buque alojamiento estacionario, destinado a Annápolis y destinado a los cadetes con la designación IX-25.
Aunque estaba integrado en la flota española, para el 1898 el mal estado de sus calderas y la falta de mantenimiento, le impedía navegar, por lo que fue destinado como defensa fija a la entrada de la bahía. El 3 de julio de 1898, el escuadrón de Cervera intentó escapar y fue completamente destruido en aquella ratonera de Santiago.
Aproximadamente a las 20.00 horas del 4 de julio de 1898, el Reina Mercedes, ya sin la mayoría de su armamento, soltó sus amarras y se dirigió al canal. Justo antes de la medianoche, el acorazado USS Massachusetts le vio y, junto con el acorazado USS Texas, abrió fuego.
Aunque el Reina Mercedes recibió muchos impactos, su tripulación de hundimiento mantuvo su rumbo, echó el ancla y detonó sus cargas de hundimiento, pero el buque se desvió hacia el borde Este del canal antes de hundirse, cayendo en una ubicación que no pudo bloquear el canal como esperaban.
Campana del crucero "Reina Mercedes" |
Fue transformado en un pontón, sin propulsión, y en 1905 fue destinado a Newport, en Rhode Island. En 1912 volvió a los Astilleros Navales de Norfolk, para su transformación en buque alojamiento estacionario, destinado a Annápolis y destinado a los cadetes con la designación IX-25.
Debido a su mal estado no pudo hacer el viaje de regreso a España por lo que su regreso fue un gesto simbólico . Fue dado de baja en 1957 en presencia del embajador español José María Areilza, antes de ser despedazado en Baltimore y convertido en chatarra. Sin embargo su campana se conserva en el museo naval, palacio Marqués de Santa Cruz, en España.