Houston, resuelto el problema

Observe esa foto. El 24 de enero del 2011 falleció el coronel reservista del ejercito cubano Fermín Tovar Tamayo, se puede leer perfectamente su apellido en el bolsillo de su uniforme verde oliva. Resulta que fue uno de los dos milicianos que durante aquellos combates aparecía junto a Fidel Castro encima de un tanque SAU-100, desde el cual se tejió la leyenda que el líder barbudo había realizado un disparo contra el buque madre "SS Houston", situado a bastante distancia de la costa.

Varios sitios especialistas en temas Cubanos han negado esto, asegurando que no fue Castro quien hundió aquel barco si no el entonces teniente tanquista Néstor López Cuba, ya fallecido, y que con el tiempo llegó a ser general de división. En ese momento se desempeñaba como jefe de la primera brigada de tanques.

Houston ardiendo

Esta versión fue sustentada por el escritor cubano Luis Báez Hernández, ya fallecido, que en su libro "Secretos de Generales", cita a este militar López Cuba como testigo presencial del supuesto cañonazo propinado por Fidel Castro al buque. Eso no prueba nada, pues aunque no haya sido cierto, López Cuba debió tener bien claro lo que hubiera significado intentar desmentirlo. Como mismo tuvo que callar seguramente todos esos años el señor Tovar, y el otro miliciano que no pudimos averiguar su nombre.

Para nadie fue secreto el nivel de "lealtad" de este Báez. Gracias a eso pudo viajar al mundo entero acompañando siempre al tirano, y así fue como pudo escribir todos esos libros que casi todos son del mismo corte glorificador. De hecho su lema era: "Lo que perjudique a la revolución no lo publico". En fin, que su vida la dedicó a plasmar en blanco y negro la de su jefe dictador. 

Total que buscando información al respecto, encontramos varios fragmentos de testimonios narrados por algunos de los protagonistas de aquella batalla que, si no lo desmienten, no hay nada más parecido. Nos referimos al entonces capitán Raúl Curbelo Morales, en ese momento jefe de la fuerza aérea Cubana y del teniente piloto Enrique Carreras Rola, fallecido en 2014 a la edad de 92 siendo general de división. 

Por lo que se deduce, fueron los pilotos Enrique Carreras y el también teniente Luis Silva Tablada, quienes le metieron varios cohetazos a este barco. La versión de Raúl Curbelo Morales fue esta:

“... Mi versión era atacar las tropas en tierra. Fidel me respondió: ‘No, hay que atacar a los barcos. ¡A los barcos!’. Él me reiteró: ‘Hay que hundir a los barcos.’ Ahí fue donde yo le dije: ‘Mire Comandante, casualmente tengo cerca de mí a Carreras, si usted quiere se lo pongo.’

“Me responde: ‘¡Pónmelo!’ Y fue cuando él le pidió a Carreras: ‘¡Húndanme los barcos! ¡A los barcos, Carreras!’ Fue ese el momento. Poco después Carreras despegó en su avión y más tarde tuvimos la noticia de que le metió los rockets al Houston primero, y luego al "Río Escondido*.” 

La del teniente Enrique Carreras

“Decidí por la libre, en segundos. Y escogí la primera presa: el buque que se dirigía a Playa Larga. Di instrucciones en clave por radio a mis compañeros y me lancé el primero al ataque. Desde la altura entre cinco mil y siete mil pies descendimos en picada hacia el Houston, un transporte tipo Liberty, de ocho mil toneladas, era nuestro objetivo, repleto de tropas y suministros bélicos. A mil quinientos pies afiné la puntería y le disparé mi carga de cuatro cohetes.