Puchunga y Lagarta, la familia política de Juan Carlos I
Por la izquierda la tía Cubana Edelmira Sampedro y Alfonso de Borbón. |
La Cubana Edelmira Sampedro bien pudo haber sido familia política del rey emérito Juan Carlos I y, a su vez, del actual monarca Felipe VI. Fue la consecuencia de cuatro siglos de dominio español en Cuba. Este 14 de Abril se cumplen 92 años de la proclamación en España de la II república, lo que provocó la salida del rey Alfonso XIII y su familia hacia un exilio del que nunca regresó.
Por haber sido varón su primogénito, el príncipe Alfonso de Borbón y Battenberg, nacido en el Palacio Real de Madrid el 10 de mayo de 1907, hizo muy feliz a sus padres, y a España en general, pues con este nacimiento la nación veía garantizada la continuidad monárquica luego de haber sufrido sangrientas guerras Carlistas.
Alfonso XIII no llegó a ver a Juan Carlos I convertido en rey, el actual emérito que todos conocemos, pero lo que si supo, y con bastante antelación además, fue que su primogénito tampoco sería su heredero. ¿Las causas?, primero una grave hemofilia que padeció, y segundo los amores de dos bellas cubanas que se atravesaron en el camino real y nunca mejor dicho.
El niño Alfonsito no pudo criarse como uno más, pues sus cuidadoras debían extremar las precauciones en todo momento. Eso hizo que el príncipe, y supuesto futuro rey, fuera creciendo en un entorno falto de todo cariño familiar que, al mismo tiempo, conformó su carácter un tanto raro. De hecho fueron tantos esos cuidados, que la gente comenzó a llamarle "El Intocable".
En 1931 se proclama en España la Segunda República, y la Familia Real pone "pies en polvorosa" hacia Francia donde encontraron refugio. Debido al traslado, Alfonso llegó bastante mal de su enfermedad, por lo que los reyes tuvieron que enviarlo a un sanatorio en Suiza y aquí fue donde de armó la marimorena.
La Canalla anti monárquica llegó a circular el absurdo rumor de que los médicos que lo atendían, sacrificaban a niños para transfundirle su sangre. Tremendo. Por otro lado su padre, consiente de que el Príncipe de Asturias tenía que ser su heredero, lo metió en el ejercito con apenas 13 años, aunque no tenía el mismo trato de los demás guardiamarinas Fue más bien un "puro trámite". Es que no podía.
Era más el tiempo que se pasaba enfermo que estudiando; lo que marcó en gran medida su caprichoso carácter. La política le importaba poco, y su relación con su padre se fue enfriando precisamente por esos cuidados que le exigían mantenerse recluido. Por eso, y nada más cumplir la mayoría de edad, decidió independizarse y alejarse de todo lo que significara "La Corona".
Cuando llegó la hora de tener esposa le prepararon el camino con la guapísima princesa Ileana, hija de la reina María de Rumanía y prima de la soberana, pero para entonces al joven Alfonso le gustaba otra princesa que encima era media prima suya, la austriaca Cäcilie zu Salm-Salm, pero aquello no prosperó.
El monarca Alfonso XIII con sus 6 hijos Jaime, Beatriz, Gonzalo, Alfonso, María Cristina y Juan. |
En Suiza conoce a una chica joven y burguesa, hija de hacendados cubanos de Sagua la Grande, de nombre Edelmira Sampedro Ocejo. Alfonso quedó flechado. La Cubana también tenía lo suyo, plata y posición, pues su padre, Luciano Pablo Sampedro y Ocejo, había sido un emigrante cántabro, natural de Matienzo, que siendo muy joven en 1880 había marchado a Cuba en busca de fortuna. En la isla llegó a ser propietario de una plantación de azúcar.
Por otro lado su madre, Edelmira Robato y Turro, nació en Cuba pero con descendencia Asturiana, era prima del catedrático y escritor Jorge Mañach y Robato, el biógrafo de José Martí y ministro de estado del gobierno del doctor Ramón Grau San Martín, durante la Cuba republicana.
Entre tanto la familia real mantenía viva las esperanza de regresar al trono de España algún día, de manera que aquel noviazgo -con posibilidad de matrimonio con la plebeya caribeña- era poco menos que impensable. Sin embargo ya Alfonso estaba tan enamorado, que en 1933 mandó el trono, el principado y hasta sus padres, a tomar viento fresco. Lo único que le quedó fue un titulo de "Conde de Covadonga".
Cuando a Edelmira, que en palacio le llamaban "La Puchunga", se le metió entre ceja y ceja regresar a la Habana, aquello fue todo un acontecimiento. Las crónicas sociales isleñas no habían mencionado una visita de un miembro de la familia real española desde hacía cuarenta años, cuando la controvertida Eulalia se dio su vuelta, fundó un par de pueblos, y hasta apoyó -subliminalmente- la causa independentista de los mambises. Eso sí, Alfonsito lo hacía despojado de todo derecho dinástico como Borbón.
A su divorcio en 1937, Alfonso marchó a los Estados Unidos y allí, en New York, cayó rendido en los brazos de otra "india". Esta vez era una modelo llamada Marta Esther Rocafort Altuzarra, de 24 años, (nació en 1913) hija del dentista habanero Blas Rocafort González y de Rogelia Altuzarra Carbonell. A esta le llamaron "Lagarta", y para el que no lo sepa, en España significa "roba hombres". En fin...
Sin embargo lo peor estaba por venir. Un año después, en 1938, y a pesar de los cuidados, Alfonso fallecía tras sufrir un accidente de coche en la ciudad de Miami. Pese a que el golpe contra la cabina de teléfono no fue tan fuerte como para causarle la muerte, sí le provocó una hemorragia interna que no le pudieron controlar. Murió sin descendencia.
Alfonso y Edelmira se casaron en una sencilla ceremonia por lo civil en Lausana, y religiosamente en la Iglesia del Sagrado Corazón de Ouchy. Por supuesto no asistió su padre Alfonso XIII, pero sí su madre la Reina Victoria Eugenia y sus hermanas, las Infantas Beatriz y Cristina.
El matrimonio con la "Puchunga" duró dos años |
Según recogieron las crónicas de los periódicos de la época, fueron recibidos en el palacio presidencial por el entonces presidente provisional y ex coronel del ejercito libertador, Carlos Mendieta, y se les ofreció en su honor un "sonado cóctel" en el fastuoso edificio Bacardí de la Habana. En aquellos encuentros Alfonso rechazó ser llamado conde y evitó por todos los medios hablar de política.
Y aquí queremos hacer un aparte, porque algunos medios periodísticos de España, monárquicos y conservadores sobre todo, plantean que la cubana Edelmira era poco menos que una "jinetera". Lo dijeron de una asturiana como Letizia, imaginemos entonces de una "india plebeya".
Sostienen que como había llegado el comunismo al poder en España, comenzaba la guerra civil y por otro lado su marido recaía enfermo en cada momento, la cubana vio lejos la posibilidad de reinado y entonces decidió abandonarlo. Otros, en cambio, aseguraban que la enfermedad le impedía fecundar, y hasta "calmar" a semejante hembra.
Preguntado por un reportero de la afamada revista cubana "Bohemia" si de verdad amaba tanto a Cuba, el príncipe respondió: "Tanto, que me casé con una cubana y si me tengo que casar otra vez será con otra". Dicho y hecho.
La otra tía de Juan Carlos. ¿Lagarta? no sabemos, pero lo que fue guapa doña Marta Esther Rocafort se pasó. |
Ojo al dato....
Se casaron en La Habana el 3 de julio de 1937, y un detalle que muchos cubanos quizás no sepan, el padrino de esa boda fue nada más y nada menos que el general Fulgencio Batista y Zaldívar. Pese a todo, la enfermedad no daba tregua, de hecho el escritor Ismael Fuentes apuntó en su libro, "Yo Alfonso III", "más de la mitad de su vida lo pasó internado en hospitales, sometido a operaciones y sufriendo dolores terribles".
Y dicen que fue aquí que se supo que debido a una intervención quirúrgica había quedado medio impotente. Señalar también que su hermano Jaime se había quedado sordo desde los 4 años y, además, su otro hermano Gonzalo también era hemofílico. Este murió muy joven a los 19 años en Austria, y también de una hemorragia interna.
Por su parte la cubana Marta contrajo un segundo matrimonio el 18 de marzo de 1938 en la ciudad de Miami con el millonario norteamericano E. H. Adkins, de quien también se divorciaría más tarde para volver a casarse con el cubano Rodolfo Caballero. Marta falleció en Miami el 4 de febrero de 1993 y un año después, en Coral Gables, también en Miami, moría Edelmira Sampedro. Por cierto la Puchunga si fue reconocida como esposa de Alfonso, con lo cual recibió su pensión viudez real.
Maldita Hemeroteca
Fuentes: Internet y Prensa Española