miércoles, 19 de abril de 2023

JOSE RAÚL CAPABLANCA: El campeón y otras anécdotas.


"Mi sistema personal de juego es fundamentalmente sencillo. Juego con prudencia y no busco riesgos innecesarios. Pienso que la audacia está en contradicción directa con el principio del ajedrez, que no es juego de suerte, sino de capacidad"

Así dijo quien un 20 de abril, hace 102 años, le arrebató el título mundial al alemán Emmanuel Lasker en un match efectuado en La Habana en 1921. Don José Raúl Capablanca y Graupera, el genio, estuvo imbatible en aquel torneo que inicio en marzo y terminó en mayo con resultado de cuatro victorias, diez tablas y cero derrotas. 

Lasker, desmoralizado, abandonó el encuentro pactado a 24 partidas, cuando aún quedaban diez por jugar. De esa forma el isleño se convertía en el nuevo campeón del mundo y de forma imbatible además. Lo mantuvo por 7 años, hasta que cayó derrotado por el ruso-francés Alexander Alekhine en la final disputada en Buenos Aires. 

El resultado se cierra con seis partidas ganadas por Alekhine, tres por Capablanca y 25 tablas. El vencedor prometió que le daría al cubano la revancha en menos de dos años, pero todavía, a 95 años de aquello, "todavía lo están esperando". 

Sobre este match, así lo explica el campeón Gari Kaspárov en su libro "Mis geniales predecesores":

"Capablanca en su momento demostró su colosal superioridad sobre sus contemporáneos”, y por esa razón surgió precisamente el mito de su invencibilidad. Nadie podía ver las pequeñas —y, a veces, no tan pequeñas— lagunas de su estilo ultra puro.

Pero esos errores no eran accidentales, y en el encuentro con Alekhine pasaron a ser trágicos, puesto que echaban por tierra los frutos del enorme trabajo precedente. Capa fue cayendo por culpa de su proverbial pereza, y una cierta negligencia en su juego. Si tenía éxito, ¿para qué esforzarse más?.


Entre los años 1927 y 1936, Jose Raúl participó en 14 torneos, de los cuales ganó 7 y segundo en otros 5.  Gustaba de visitar todas las noches, durante sus estancias en la Gran Manzana, el Club de Ajedrez de Manhattan, frente al Central Park de Nueva York. 

Sin embargo aquel fatídico 8 de marzo de 1942, la muerte le acechaba junto al tablero. Pocos minutos antes de las nueve Capablanca observa una partida y de repente se levanta y dice: ‘Por favor, ayúdenme a quitarme el abrigo. Tengo una jaqueca insoportable". Acto seguido se desploma para siempre.

El artista Florencio Gelabert esculpió el gran rey de mármol blanco que custodia su tumba, en la necrópolis de Colón en la Habana.

Trasladado con urgencia al Hospital Mount Sinaí en estado de coma, una hemorragia cerebral acaba con su vida. ‘Capa’ no logra recuperar el conocimiento. El reloj deja de contabilizar sus movimientos a las 5:30 de la mañana, la muerte le había dado el jaque mate final.

El beisbol pudo separarlo de los tableros

Según afirma Jorge Daubar en su biografía, siendo estudiante de ingeniería en la universidad de Columbia y en un partido de beisbol contra Yale, donde jugaba primera base en su condición de zurdo, un scout de los Yankees se le acercó y le hizo una oferta, sin embargo el habanero desestimó la misma al considerar el beisbol como un mero pasatiempo.

A raíz de su título campeón de 1921, se compró una casa en la Ceiba, Marianao y contrajo nupcias con su primera esposa Gloria Simoni. Sin embargo al parecer no fue un hombre fiel, de hecho este biógrafo apunta que su derrota contra Alexander Alekhine se debió a que en esos días en su cabeza lo menos que había era ajedrez. 

El cubano se enamoró locamente de la argentina Gloria al punto de que no le importaba ya que lo vieran con ella. Con los años se casó con la rusa Olga Chagaev, segundas nupcias, que lo acompañó hasta después de su muerte en el viaje de regreso a La Habana. 

El barco que fue a recoger el cadáver de Capablanca a New York, "El José Martí" fue enviado expresamente por el presidente Fulgencio Batista quien era otro amante del juego ciencia, y un gran admirador del maestro. Además de Olga regresaron junto al cuerpo sus dos hijos. 

Por cierto, no se si saben los amigos, que su abuelo Tadeo Capablanca y Broca, era hijo del oficial español Judas Tadeo Capablanca, que peleó en la guerra contra Napoleón Bonaparte. Este abuelo había llegado a Cuba en 1860, y de su matrimonio con doña Josefa Fernández Brieba, nació en 1863 el niño José María Capablanca Fernández, quien con el tiempo se convirtió en el padre del campeón.

Este matrimonio terminó en tragedia, ya que la señora Josefa, la abuela de Capablanca, murió asesinada por su marido que después de suicidó. Acabó con su vida de un disparo el 22 de marzo de 1884, a los 47 años, y cuando apenas había sido nombrado comandante del Segundo Regimiento de Caballería de la Reina.

PD: 

La exitosa serie de NETFLIX, “Gambito de dama”, que narra como la chica Beth Harmon se convirtió de pequeña en una estrella mundial del ajedrez, moviendo las fichas mentalmente en una especie de visión producida por los tranquilizantes que le obligaban a tomar en el orfanato, fue inspirada en el campeón cubano. De hecho en el tercer episodio, Beth Harmon le pregunta a la bibliotecaria por algunos libros para estudiar ajedrez, y esta le sugiere leer la biografía de Capablanca.

Maldita Hemeroteca // Fuentes de Internet, Vanguardia.es, y la web Filatelia de Cuba

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