jueves, 6 de abril de 2023

Thank you for Playa Girón.

Brigadista declarando en el juicio

Hoy es un día que nos apetece hacer este tipo de post. Sí, porque un día como hoy, 6 de abril del año 1962, se dio a conocer públicamente la sentencia a la que habían condenado a los brigadistas de Palaya Girón que habían tenido la suerte de llegar vivos hasta entonces, como resultado de un un juicio colectivo que había sido transmitido en vivo por la televisión cubana.

Luego de aquellas declaraciones donde casi todos involucraban a la CIA, los integrantes de la Brigada 2506 que aún estaban recluidos en Cuba, fueron condenados a 30 años de trabajos forzados. 

A menos, oiga bien, a menos de que pagaran una suculenta suma por cabeza, como la que le pidieron a San Román y a dos de sus ayudantes, ... medio millón de dólares, mientras que la del resto estuvo en el orden de los 100.000 y los 25.000 dólares, según la jerarquía que ocuparan dentro de la brigada.

Bien...

La indecisión del entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, los cambios de planes y la falta de cobertura aérea para amparar el desembarco, han sido las causas que aun defienden con firmeza, y no exenta de amargura, algunos de aquellos héroes que hoy pueden hacer el cuento. Todos, sin excepción, señalan a la administración de Kennedy de ser la causante de que en Cuba aun haya una dictadura comunista que se prolonga ya por 64 años.

Para el que nos lea y no sepa de que va el tema, aquel 17 de abril de 1961 tuvo lugar el desastroso desembarco en Playa Larga y Playa Girón de unos 1.500 cubanos entrenados y financiados por Estados Unidos. Todos ellos, algunos jovencísimos, abrigaban la determinación y el deseo de recuperar la libertad para su patria, otros, por suerte los menos, retornar al "bayú" (en slang cubano relajo) que habían dejado detrás. 

Dicho esto...

El estado de ánimo y la moral eran óptimos, pero desgraciadamente la misión fracasó por la falta de apoya de la administración de John F. Kennedy, vamos, que el 17 de abril de 1961 se selló el destino de nuestra patria. Al menos por los siguientes 64 años. ¡¡Y que destino!!.

El saldo de aquella invasión fue de 158 muertos en el ejército cubano y más de 300 heridos, mientras que por la Brigada 2506 murieron 110 exiliados. Algunos fueron enterrados en el mismo lugar donde cayeron; otros fueron sepultados en el cementerio de "Jaguey Grande", cerca del central azucarero "Australia", y otros, la gran mayoría, fueron sepultados en fosas comunes en el cementerio "Colón" de La Habana.

De hecho la norteamericana Catherine Baker, esposa del piloto Leo Francis Baker, después de 20 años logró que los EEUU solicitara información a la Habana, y estos respondieron que su marido estaba identificado con el número 425-E, enterrado en la manzana 5 de la segunda clase, en la fila 10 y tumba 18 del cementerio de Colón, pero que no se lo podían dar porque sus huesos estaban mezclados con los de varios más y no sabrían distinguirlo. Era una fosa común evidentemente.

---Ambos pilotos, Thomas Willard Ray y Leo Francis Baker, habrían sobrevivido a un derribo, pero fueron muertos por los milicianos. El motivo fue -aparentemente- que ambos se resistieron a su captura. ¿Quién lo asegura que fue así?. ---

O por ejemplo que el día 22 de abril nueve brigadistas más murieron asfixiados cuando eran trasladados a la Habana en camiones herméticamente cerrados, "un mérito" por el que ya no tendrá que pagar el asesino Osmani Cienfuegos, por orden de Fidel Castro por supuesto. Es que una cosa es morir en combate por la causa que sea, y otra bien distinta es asesinar a enemigos que ya han sido reducidos y capturados, mucho mas si "la bronca" es entre Cubanos mismos, vamos digo yo.

Brigadistas muertos 

Se trató de un infernal viaje de más de 8 horas donde algunos de los detenidos consiguieron abrir agujeros para la entrada del poco de aire salvador, pero así y todo los brigadistas Pedro Rojas Mir, José Ignacio Macia del Monte, Alfredo Cervantes Lago, René Silva Soublete, José Vilarello Tabares, Hermilio Quintana Pareda, José Sántos Millán, Moisés Santana González y Santos Ramos Álvarez no tuvieron esa suerte.

También resultó una masacre el bombardeo de los autobuses donde eran trasladados los soldados castristas hacia la zona de operaciones, también hay que decirlo. Más tarde, en el mes de septiembre de ese año 1961, otros 5 brigadistas, Antonio Padrón Cárdenas, Ramón Calviño Insua, Rafael Soler Puig, Jorge Kim Yung y Roberto Peraza Cruzata, fueron fusilados en un campo de tiro próximo al cementerio de Santa Clara.

A Calviño, un ex integrante del 26 de Julio convertido en cabo de la policía, se le señalaba, entre múltiples acusaciones, de haber sido el supuesto autor de la muerte en un baño del bar "El Encanto", en la popular intercepción de las calles 100 y 51 en el barrio de Marianao, del joven miembro del 26 de julio Manolito Aguiar García, hecho ocurrido en noviembre de 1958.

En tanto que "Al chino Kim" le acusaban de haber asesinado al soldado Raúl Pupo Morales, custodio del embarcadero "La Salina" en la provincia de Matanzas, con el objetivo de robarle una lancha y poder escaparse a los Estados Unidos.

A Soler Puig, alias "El Muerto", un ex matón habanero al servicio del presidente auténtico Ramón Grau San Martín, se le acusó de que el día 17 de octubre de 1948 asesinara a balazos del líder obrero portuario Aracelio Iglesias, y también al exilado dominicano Jose Manuel "Pipi" Hernández, capataz de la obra del hotel Hilton, que fuera apuñalado en las calles L y 23 del vedado en la Habana, junto a dos santiagueros implicados de nombre Alejandro Robinson y Adan Céspedes Céspedes, ocurrido en agosto del 1955.

En el caso de Padrón Cárdenas, este ya tenía varias condenas de muerte en ausencia, entre ellas por asesinar al simpatizante castrista tunero Pelayo Cusidó Torres en Yariguá, Las Tunas, durante las "Pascuas Sangrientas", motivo por el cual resultó ajusticiado el coronel Fermin Cowley Gallegos por un comando del 26 de julio.

Los fusilados 

Por su parte Pérez Cruzata, un ex miembro del ejército rebelde, que pagó con su vida el habérsela quitado extrajudicialmente y por orden del capitán de la policía Humberto Rodríguez Díez al abogado y ex "tigre de Masferrer" Rafael Escalona Almeida, según se dijo en el juicio, y que luego se escapó de la prisión de la Cabaña y logró embarcarse hacia los Estados Unidos.  

Las apelaciones de estos condenados no duraron ni 24 horas. Al día siguiente, bien temprano en la mañana, fueron pasados por las armas en el campo de tiro de Santa Clara, y enterrados en el cementerio de esa misma ciudad. En el sepelio llevado a cabo por sus familiares y amigos, resultó muerto el joven cristiano Arnaldo Socorro.

En un principio se dijo que fue asesinado por fuerzas de la policía que se suponía debían custodiar la procesión, sin embargo Fidel Castro le dio "vuelta a la tortilla" y acusó a "los curas falangistas que eran apoyados por el Franquismo Español". De pronto Santa Clara entero se llenó de carteles donde se podía leer: "Abajo el clero falangista, esbirros de Sotana". (Recordemos la bronca del embajador español Juan Pablo Lojendio, donde por poco abofetea a Castro en pleno directo). 

Pero hagamos un paréntesis aquí...

Se cree que hayan sido unos 360 los heridos de la brigada 2506 en aquella invasión, aunque de los 1202 que fueron capturados, 60 fueron enviados a los Estados Unidos por estar graves o muy enfermos. Osea que 1.113 fue la cifra de los brigadistas que fueron canjeados a finales de 1962.

En la Navidad de ese año, el presidente John F Kennedy había enviado a un famoso abogado para que negociara con Castro. Su nombre era James B. Donovan, quien en febrero de 1962 ya había propiciado un intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

Familiares de los prisioneros y la fiscalía general del Estado contrataron a este famoso abogado para llevar a cabo el posible intercambio con Castro. El abogado viajó por primera vez a La Habana el 30 de agosto de 1962 y, al día siguiente, se reunió cuatro horas con Fidel Castro. Durante los meses siguientes, Donovan se entrevistó varias veces con el dictador. Al parecer no se ponían de acuerdo en cual sería la suma final.

"El traidor" y su esposa les daban la bienvenida

Las negociaciones se abordaron como un proceso de indemnización más que un intercambio humanitario, algo que Castro demandó desde el comienzo porque pretendía que Cuba fuese compensada por los gastos de la invasión. Meses antes de la liberación, los prisioneros habían sido enjuiciados públicamente por traición a la patria.

Los prisioneros declararon en un juico público televisado en directo a toda Cuba, la implicación de la CIA detrás de la operación. Muchos creyeron que acabarían fusilados, pero eran demasiados. Entonces sí que hubiera sido el fin de Castro. Pero "milagrosamente" fueron sentenciados a 30 años de prisión y se impusieron fianzas totales que ascendían a los 62 millones de dólares.

Finalmente, en diciembre del 62, Donovan acordó con Castro la liberación de los prisioneros a cambio de 53 millones entre efectivo, medicinas y alimentos, que serían distribuidos al pueblo cubano. Según llegaron los primeros cargamentos con los víveres el 23 de diciembre, los aviones de Pan American Airlines iban trasladando a los prisioneros a Miami, donde les esperaba un recibimiento con más de 10.000 personas en el desaparecido auditorio "Dinner Key".

Los prisioneros fueron recibidos por sus familiares y amigos en Miami durante la Nochebuena y Navidad de 1962. Mientras, en Cuba celebraban, además de la "victoria de Girón", haber ganado "una segunda batalla por la indemnización" sin saber jamás el verdadero destino final de aquel dinero. Y aunque es cierto que la revolución castrista desarrolló proyectos en teoría en su beneficio, jamás el dictador rindió a su pueblo ni la más mínima cuenta de como, cuando y en que, eran empleados esos recursos.

Y entonces vamos al lío que nos ocupa con una pregunta ... 

¿Acaso no les llamó la atención que algunos de ellos, 13 en total, aun siendo "más asesinos" que los propios fusilados, les fuera conmutada la sentencia a 30 años?. Hombre, ya me dirá. 

Si por ejemplo al Chino Kim le fusilaron por matar a un soldado entonces ... ¿Cómo fue posible que brigadistas como Pedro Armando Santiago Villa, alias "el bicho", esbirro al servicio del comandante Conrado Carratalá, famoso torturador y conocido asesino, se fuera tan campante para Miami?.

O que el capitan de la policía Rogelio Millán, supuesto torturador de la 14 estación y asesino del revolucionario Reinaldo García "se fuera de rositas". Que por ejemplo José Rafael Machado Concepción, acusado supuestamente de dar muerte durante el régimen de Batista al joven Valeriano López Broche en el pueblo de Carnajuaní, también.

Que José Ramón Conte Hernández, alias "el Chama", apareciera como autor del asesinato del obrero Antonio Díaz Santana. Incluso que un ex tigre de Masferrer como Nicolás Hernández Méndez, con supuestos crímenes a sus espaldas, también escapara del paredón castrista.

Pero eso no es todo, sujétese bien ahora...

Sabiendo incluso como eran de implacables aquellos tribunales revolucionarios si de Batista se trataba, que un mayor como Ricardo Montero Duque, señalado por ellos mismos por haber sido un azote en la zona de Bueycito, en Oriente, durante la etapa de la sierra maestra, ¡¡no recibiera ni una colleja!!. 

Es más, y esto seguro que le dejará con la boca más abierta todavía si no lo sabía, que se les haya olvidado que Andrés Jesús Vega, acusado de la muerte del joven Raúl Mercuello Barrios y de tres revolucionarios más, y que encima fuera participante en los sucesos de la calle Humboldt No 7 donde murieron masacrados los miembros del directorio revolucionario Juan Pedro Carbó Serviá, Joe Wesbruck, José Machado y Fructuoso Rodríguez ". 

Si es que por menos que eso "se la arrancaron" al sargento que acompañó al coronel Esteban Ventura Novo, y que luego identificó al miembro del 26 de julio Marcos Rodríguez Alfonso como el supuesto chivato que delató el escondite.

Testigos acusatorios en el juicio

Nos gustaría saber a cuanto ascendía la cifra pagada por la indemnización de estos súper afortunados criminales que, de haber sido atrapados en 1959 por Raúl Castro, con toda seguridad que hubieran sido parte de aquellos 71 fusilados en la loma de San Juan, acusados simplemente de ser miembros, o simpatizantes de Fulgencio Batista. 

Seguro que ninguno de estos "treintañeros" hubieran hecho el cuento. Sin embargo con el pasar de unos meses nada más, ya no les resultaban "tan asesinos". Sesenta y dos años después de la fallida invasión de Bahía de Cochinos, aquellos cubanos exiliados, héroes y protagonistas de aquella gesta que aún viven, quizás tengan la respuesta. 

De momento le adelantamos nuestra sospecha; y es que en el aire quedó aquello que quiso decir Fidel Castro, el día en que su sicario Ernesto Guevara se acercara al secretario de la Casa Blanca y le extendiera una nota de su parte donde simplemente decía: "Thank you for Playa Girón".

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