Un Cubano al frente de la alcaldía de Madrid
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| ¿Sabía usted que la capital de España tuvo un alcalde Cubano?. Y no solo una vez, lo fue en tres ocasiones. (En la imagen el No 6) |
Se llamó Nicolás de Peñalver y Zamora, conde de Peñalver y Marqués de Arcos, (1853 la Habana - 5 de Febrero 1916 Madrid) que asumió el cargo del 1 al 14 de diciembre de 1892; del 26 de marzo de 1895 al 13 de febrero de 1896; y, del 28 de octubre de 1907 al 23 de octubre de 1909, bajo la regencia de Mª Cristina de Habsburgo y después su hijo Alfonso XIII, el monarca mas joven de la historia.
Peñalver era militante del Partido Conservador y diputado por Matanzas, Cuba, y por Oviedo, capital de Asturias, en tres de las legislaturas (1891-92, 1896-98 y 1898-99) pero su labor más importante la desarrolló en su tercer mandato que fue, sin dudas, la puesta en marcha de la Gran Vía. Aquel fue un proyecto que a pesar de estar probado por los arquitectos municipales Sallaberry y Octavio en 1904, se había estancado por falta de fondos.
Comenzaron las expropiaciones y derribos, pero las obras tuvieron que esperar hasta 1910, entonces con Francos Rodríguez como alcalde, aunque el Conde de Peñalver continuó trabajando en el proyecto tras finalizar su paso por el Ayuntamiento.
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| Si camina por Madrid verá que una importante vía que conecta las calles de Alcalá y Diego de León, donde está situada la dirección nacional de catastro, hay una placa de bronce que le recuerda. |
Comenzaron las expropiaciones y derribos, pero las obras tuvieron que esperar hasta 1910, entonces con Francos Rodríguez como alcalde, aunque el Conde de Peñalver continuó trabajando en el proyecto tras finalizar su paso por el Ayuntamiento.
Aquellas reformas presupuestarias y urbanísticas de gran calado en la capital Española fueron de vital importancia, a pesar de que por ese entonces la capital española padecía una caótica situación financiera que llegó a sanear brillantemente. Entre las últimas reformas más importantes estuvo la de la Casa de la Villa, así como la compra de la Casa Cisneros, un tesoro turístico construido en 1537.
Como si fuera poco, creó la reforma del Reglamento de Circulación de 1903. Como detalle diremos que fue él quien estableció una velocidad máxima para evitar los atropellos que sufrían los peatones: "No más que la de un buen tronco de caballos al trote –10 kilómetros a la hora aproximadamente-, y no más que la del paso de un hombre en las zonas muy concurridas".
De su matrimonio con la española María del Socorro García de Paredes y Argüelles, dama de la Real Orden de Damas Nobles de la Reina María Luisa, no hubo descendencia y al morir, el 5 de febrero de 1916, sus títulos nobiliarios recayeron en su hermano Enrique.
Se comenta, además, que como amante de los coches que era, realizó un histórico trayecto desde Irum a Francia en un flamante Clement de 3 caballos y a la peligrosísima velocidad de 21 Km/hora, pero eso ya no lo tenemos muy claro. Será para otra ocasión.
Maldita Hemeroteca
