lunes, 7 de octubre de 2024

AVELINO ROSAS. Homosexual y liberal quizás, pero mambí como pocos.

Fermín Valdés Domingo (gafas) y Jose Martí sentados. 
Teniente Francisco "Panchito" Gómez Toro de pie.

Hace unos días, uno de esos historiadores de Youtube resaltaba la figura del patriota Fermín Valdés Domínguez y Quintanó, a raíz de un duelo que tuvo en la Habana. Muy bien. Domínguez fue un buen amigo de José Martí, medico y coronel del ejercito libertador.

Sin embargo, su puesto como jefe de sanidad del cuarto cuerpo de Las Villas, le costó dios y ayuda conseguirlo, entre otras cosas por que entre los que se opusieron fervientemente, estuvo el general Antonio Maceo, en su condición de lugar teniente del ejercito. Aun así Máximo Gómez intervino y se lo dieron.

Y fíjese que en el post que subimos hoy sobre el asedio de Máximo Gómez al poblado de Cascorro, resaltamos que uno de los jefes mambises que participaron fue el mayor general colombiano Avelino Rosas Córdoba, colombiano conocido como "El León de Cauca" y amigo íntimo del Titán de Bronce.

En cambio lo que quizás no sepa este fan a la historia cubana, que una de las personas que sentía una enorme envidia por el valor del Colombiano fue Valdés Domínguez precisamente. Incluso no sabemos si llegó a arrepentirse alguna vez de lo que dijo en torno muy burlón, sobre un hombre que, por su valor patriótico, le superaba con creces.

Recordemos que este amigo de José Martí, fundador también del "Diablo Cojuelo", revista que llevaba el nombre de un travieso personaje de la literatura española del siglo XVII, fue uno de los detenidos en aquel injusto proceso donde fueron fusilados los 8 estudiantes de medicina, acusados de la falsa profanación de la tumba del periodista, y coronel de voluntarios asturiano, Gonzalo de Castañón.

Y aunque se le acusó del grave delito de infidencias y fuera condenado a 6 años a trabajos forzados, fue de los afortunados que, luego de pasar apenas 50 días en las canteras de San Rafael, lo enviaron a la finca de los Molinos a cortar yerba. En 1871 fue indultado por el rey Amadeo I y, en junio de 1872, es deportado hacia España. Luego de vivir una larga temporada en los Estados Unidos, regresó a Cuba y se incorporó - como médico - a la ultima guerra de 1895, donde alcanzó el grado de coronel. Esta, poco mas o menos, fue su historia patriótica. 

AVELINO ROSAS

La opinión que tenía don Fermín de los homosexuales no era muy buena que digamos, en especial la de Avelino Rosas, que al parecer era de modales muy delicados, rayando quizás con lo que hoy llamaríamos "amanerado", y que al parecer, a juzgar por lo que escribió Valdés en su "Diario del Soldado", le causaba la risa burlona:
 
"... Con sus “cobardías” y sus modales afeminados, nos dio tela para reír un rato a su costa”. 

Por el valor y arrojo mostrado, este "amanerado" consiguió alcanzar un grado militar que Valdés jamás pudo. No solo eso, es que ya hubiera querido tener él un expediente combativo como el que acumuló este "cobarde" en esa última etapa de la guerra Cubana. No solo en Cuba, tambien en Colombia, donde marchó una vez concluyó la guerra en Cuba, para retomar la suya en su tierra donde perdió la vida. 

Como sería el tal Avelino, que cuando se encontraban en el refugio político de Curazao, el secretario del general Antonio Maceo, el colombiano don Gustavo Ortega, le propuso el curriculum vitae de Avelino y el de un grupo de compatriotas suyos que desean unirse a la causa Cubana, Maceo aceptó inmediatamente y le invitó a sumarse. Además, le ordenó viajar a Estados Unidos en busca de apoyos y pertrechos. 

Allí, Avelino logró reunir a cien cubanos y zarpar hacia Cuba el 26 de enero de 1896 en el vapor Hawkins, bajo el mando del general Calixto García. Sin embargo, aquella nave zozobró ahogándose cinco hombres y perdiéndose gran parte del avituallamiento. No obstante el 15 de marzo lo intenta de nuevo, esta vez desde Atlantic City en el vapor Bermudas, ya con el grado de brigadier del ejército libertador.

A Cuba llega con 73 hombres a bordo, mil fusiles, un cañón, municiones y medicinas, desembarcando el 25 de ese mismo mes por la ensenada de Marabí, en Guantánamo e incorporándose de inmediato a las tropas de Máximo Gómez y del propio Antonio Maceo. Días después sale para Camagüey, nombrado por Gómez como jefe de Infantería de esa provincia.

General Avelino Rosas y su escolta.

Después de una exitosa campaña junto al general Serafín Sánchez, que incluso estuvo a su lado auxiliándolo cuando muere en combate el 18 de noviembre, participa en el ataque a citado en Cascorro, Camagüey, y comanda el cuerpo de infantería cuando el núcleo del ejército cubano atraviesa la trocha "Júcaro - Morón". 

Es ahí cuando el generalísimo Máximo Gómez le confía el mando de toda la infantería del Camagüey; y le asciende a general de brigada. Luego, el 8 de enero de 1897, le designa al frente de la jefatura de la división Matanzas, en sustitución del general cubano José Lacret y Morlot, tomando parte en los combates de "Las Minas" y "Punta Brava", en el Occidente de la isla, donde adquiere el sobrenombre antes mencionado y es ascendido a general de división. 

Tenga en cuenta que en Occidente era donde estaban más concentradas las fuerzas españolas y, obviamente, la guerra se hacía más dura y difícil en aquella zona. Sin embargo, su carácter irascible choca con el iracundo Máximo Gómez y le destituye, sin embargo recupera todo lo perdido combatiendo tenazmente en Santiago de Cuba, en los momentos en que se produce la intervención del ejercito norteamericano. 

Es más, es que si se viene a ver, mostró más patriotismo que la mayoría de los cubanos. De hecho cuando vio que el Army Norteamericano tomaba el protagonismo del conflicto y el ejercito libertador pasaba a un segundo plano, Avelino decide mandarlo todo al carajo y marcharse de vuelta a Colombia a seguir peleando en el conflicto civil de 1901, donde encontró la muerte.

Por su parte de Fermín Valdés Domínguez... 

Solo calcule una cosa, que entre su estancia en los EEUU primero, y luego como integrante del cuerpo de sanidad, imagine la de privaciones, tiros y machetazos que este "hombretón a toda costa" se ahorró en su vida, por tanto no es de extrañar que además de ese sentimiento homofóbico, sintiera una enfermiza envidia hacia este bravo general colombiano.

No pretendemos someter a Valdés Domínguez a un juicio de valores, menos cuando han pasado casi 130 años de aquello, pero se trata de un feo pasaje de esa etapa del que no suele publicarse nada, y que el historiador de Youtube parece desconocer. Solo agregar que de Popoyán, en Cauca, también vino a pelear a Cuba el general Rogelio Castillo Zúñiga en 1870, que ya venía de Colombia con los grados de capitán. Fue jefe de la brigada Cienfuegos e inspector general del ejército libertador. Tambien tomó parte en la "Guerra Chiquita" en 1879.

Según su biografía, en aquel ejercito mambí estuvieron los colombianos, teniente coronel Martin Sierra, natural de Cali, que se batió heroicamente en el ataque a Jiguaní; el comandante Heriberto Duque, uno de los héroes de Jimaguayú, así como Rafael Díaz Morkum, que peleó bajo el mando de Antonio Maceo y fue otro de los que regresó a Colombia para participar en la "guerra de los mil días", la misma donde murió Avelino Rosas.

Del general Avelino apenas se habla. Su presencia en la historia libertadora Cubana continúa bajo el olvido, primero por aquellos que le temieron y le odiaron, muy conservadores y creyentes ellos, pero también frustrados conspiradores de salón; celosos de su pericia y de los laureles que cosechó en Cuba. La revista neoyorkina "The Great Round World" publicó el 29 de julio de 1897 una corresponsalía sobre la guerra en Cuba, que dice así:

“Nos ha llegado una historia sobre cierta ciénaga en la provincia de Matanzas que los cubanos utilizaron mucho al comienzo de la guerra, pero desde entonces se vieron obligados a abandonarla porque necesitan un guía que los oriente a su interior. Este pantano es notable por los muchos parajes hermosos y saludables que alberga, a pesar estar rodeado por marismas casi infranqueables. 

La manera de llegar hasta él es tan poco conocida que en todo el Ejército cubano sólo había un hombre capaz de orientar a los insurrectos por sus laberintos hasta el sitio seguro. Este hombre, el coronel Matagas, había vivido en el pantano por muchos años y lo conocía como a la palma de la mano. Sin embargo, murió en una batalla, y desde entonces los cubanos abandonaron la idea de utilizar la ciénaga. 

*(Matagás , José Álvarez Arteaga, fue en realidad un  desalmado bandido en su zona de Jaguey Grande, amigo del general Julio Sanguily, que utilizaba la inaccesible ciénaga  de Zapata para esconder heridos. Por "sus servicios" fue ascendido  a coronel)

Los insurrectos incorporaron no hace mucho a un sudamericano llamado Avelino Rosas, al cual confió el general Gómez la dirección de un cuerpo del Ejército. Con mucha paciencia, este hombre se dedicó a descubrir el secreto del pantano y, después de un enorme trabajo, lo descifró. De inmediato ideó maneras de darle uso militar, y además estableció varios hospitales cubanos en sus entrañas, confiando en que allí estarán a salvo de los españoles.”

En cambio de Valdés Domínguez, al menos que sepamos, no se conocieron aspectos destacados de una vida militar, y en la republicana, que disfrutó poco pues murió en 1912, ni participó en ella. Se mantuvo colaborando con algunas revistas, y siempre políticamente contrario a las ideas anexionistas de la época. Ejerció como médico, hasta que murió el 13 de junio de 1910.

José Martí sintió por él un gran amor de hermano. De hecho, algunas de las ultimas cartas escritas desde Montecristi se las envió. Y si algo curioso escribió en algunas de ellas, como la del 18 de abril de 1894 por ejemplo, fue la magistral interpretación que ya, desde bien temprano, hizo el Apóstol del pensamiento socialista de la época: 

“Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras: el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas, y el de la soberbia y rabia disimuladas de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo, empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse, frenéticos defensores de los desamparados”.

Maldita Hemeroteca 

Fuentes: 
--Nydia Sarabia Hernández, “Colombianos por la libertad de Cuba” 
--Avelino Rosas, Notas políticas, o sea diez años de Regeneración, [Puerto España] Trinidad, octubre de 1895.
--Rogelio Castillo Zúñiga. Biografía

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