La Sociedad de Naturales de Puentes en Cuba, al límite: «Necesitamos ayuda»
 |
| El panteón pontés, en el cementerio Cristóbal Colón, en La Habana. Foto: Fernando Fresco. // |
En 1912, el emigrante José María Bouza Vello, un vecino de Chamoselo, en As Pontes, en la Coruña, Galicia, que llegó a presidir el entonces poderoso Centro Gallego en La Habana, creó la Sociedad de Instrucción Naturales del Ayuntamiento de Puentes de García Rodríguez, en la calle Obispo, antes de que todas trasladasen su sede al Centro Gallego.
Entonces la ayuda era distinta, digamos en sentido inverso, los recursos que generaba la Habana eran dedicados para construir escuelas en su municipio de origen. De hecho en el cuaderno etnográfico de José María López Ferro cuenta la creación de varias de ellas.
En 1929 se creó el Grupo Escolar de As Pontes, colegio Santa María; la escuela de O Freixo, Somede, Vilavella, en A Barosa y O Deveso. Además en una parcela del cementerio de Colón en la Habana, se inauguró un panteón Social, "Los Naturales de As Pontes", y que sus mantenedores piden ahora ayuda a gritos.
El pasado mes de julio, el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, se reunió en la sede de la Secretaría Xeral en Santiago de Compostela con el presidente de la Federación de Sociedades Gallegas en Cuba, Sergio Toledo, para trasladarle el apoyo de la Xunta a la comunidad gallega en la isla, sin embargo parece que esa ayuda demora, que marcha lenta.
El panteón, como se ve en la foto, a pesar de todo sigue en pie después de 112 años de creado y se encuentra presidido por una estatua de la Virgen del Carmen - patrona del pueblo - e incluso desde As Pontes les mandaron también los libritos de mármol. La sociedad, que en el pasado llegó a tener 500 socios, hoy cuentan con 350. En la Habana aun existen alrededor de 35 sociedades gallegas, prácticamente todas fundadas hace más de un siglo.
Ha transcurrido más de un siglo - 112 años - y la Sociedad Naturales de Puentes de García Rodríguez se encuentra al límite. Uno de esos Ponteses que emigró a Cuba, José García Cabarcos, conocido como Pepiño, remitió una carta a un familiar de As Pontes, Xosé María López, con el afán de hacer pública la precaria situación económica que atraviesa la entidad que él mismo presidió durante más de 30 años, y de la que aun es presidente honorífico.
«Sigo cuidando el panteón de los ponteses en Cuba [...], que a duras penas podemos seguir manteniendo», reconoce. Cuenta que hasta el inicio de la pandemia el Concello de As Pontes les otorgaba una subvención anual, con la que cubrían «los gastos de mantenimiento del panteón y alcanzaba para realizar tres o cuatro actividades culturales a lo largo del año». Pero desde entonces no hubo más ayudas.
Sin embargo, suponemos que al saberse el pedido de auxilio, fuentes municipales se apresuraron a aclarar que el Concello no ha retirado la subvención a la sociedad, que está presupuestada, igual que este año, pero que aún no la han solicitado formando parte - incluso - del plan estratégico de subvenciones. Vaya por dios. No hay comunicación parece. Tampoco era tanto, dos mil euros.
Las estrecheces económicas son el motivo del SOS que lanza desde La Habana este representante de la sociedad pontesa, una de las 25 que aún resisten, como bien dice la nota de "La Voz de Galicia", de las 260 de toda Galicia que llegó a haber. Si sobrevive, apunta, es gracias a que se ha fusionado con la de Hijos del Ayuntamiento de Agolada, de Pontevedra. En el panteón descansan los restos de sus padres y de tantos otros Ponteses.
En la carta remitida a su pariente, García Cabarcos reflexiona sobre su vida en Cuba: «Cómo un emigrante de As Pontes logró, con esfuerzo y dedicación, desarrollarse en una sociedad que durante muchos años nos veía, a los gallegos, como brutos e ignorantes, pero Pepiño no quiere que se publiquen sus logros, si no que del Concello acaben de mandar la plata ya de una vez.
Maldita Hemeroteca
Fuente: Voz de Galicia
