Historias del bandidaje Cubano (II)


En el mes de noviembre de 1879 aparecía publicado en el periódico "Gaceta de La Habana" una disposición, ley del 8 de enero, que adoptaba medidas drásticas contra todas esas ilegalidades existente, criminales de todo tipo que lo mismo se dedicaban a la extorsión, el secuestro, el robo de reses e incluso al asesinato.

Lo más preocupante de todo era que muchas veces cometían esos delitos en nombre de la libertad de Cuba. Entre esta lacra podemos citar por ejemplo a Félix Gallo, quien al concluir la Guerra de los diez años organizó una cuadrilla, junto a otros perseguidos por delitos criminales, y se lanzaron a los campos a cometer todo tipo de tropelías, entre ellas extorsionar a los hacendados a nombre de "Cuba Libre". 

AGUERO FUNDORA

Carlos Agüero Fundora, que llegó incluso a general de brigada y participante en la Guerra de los diez años y en la chiquita, había regresado de Cayo Hueso, en Estados Unidos, en la expedición de la goleta "Adrian" el 1ro de abril de 1884, y desembarcado por la zona de Cárdenas. 

Para poder sostenerse en los campos cubanos, Agüero tuvo que dedicarse al al robo y al bandolerismo, aunque algunos expertos sostienen que sus propósitos eran otros. Cayó el 5 de marzo de 1885 en una emboscada en el potrero "Mederos", en la localidad de Calimete, provincia de Matanzas.

Fundora, que fue un auténtico estratega, se le señalaron cien atracos en la provincia de Matanzas por lo menos, desde la requisitoria de caballos, dinero, armas, quema de ingenios y de caseríos. Lo mismo atracaba, que no rechazaba el combate frente a frente con los españoles, y llegó a tomar importantes pueblos de la zona. Agüerito, como le llamaba "el inglesito" Henry Reeve, se había sumado a la primera gesta mambisa con solo 14 años de edad. 

Fue víctima de una encerrona en Calimete, organizada por soldados y oficiales españoles y con la colaboración de los mulatos traidores, Federico Prendes y Sixto Hernández. Le dieron muerte junto al capitán José Morejón que le acompañaba, y su cadáver fue enterrado en una modesta fosa muy próxima a la prisión de Calimete. 

Sin embargo, hay que admitir que este hombre, a pesar que apenas se reconocen sus méritos, fue uno de los más bravos mambises, gesta a la que le dedicó la mitad de su vida. Incluso hay investigadores españoles que le señalan como uno de los mas temibles y valientes rebeldes. También es cierto que en varias publicaciones españolas, muchos de estos líderes locales aparecían con el calificativo de bandidos

Fue un alumno aventajado de Máximo Gómez, Henry Reeve y un estudioso de libros como el del genial guerrillero José Garibaldi, que a la postre fueron métodos de combate que puso en práctica en la provincia de Matanzas. Con esas prácticas, unido a la experiencia contraída por Máximo Gómez mientras integró el ejercito español en Dominicana, pudo demostrar que en el llano, la guerra de guerrillas podía mantener en jaque también a las fuerzas españolas. 

MATAGÁS 

Le sustituyó en el cargo nada mas y nada menos que José Álvarez Arteaga, el célebre bandolero que se alzó en la zona de Colón, en Matanzas. En este caso, Arteaga fue uno de los que se integró con más éxito en el seno del Ejército Libertador, así como Regino Alfonso y otros rebeldes agrarios, sin embargo también se convirtió en un artista en mutar de mambí a bandolero, y viceversa. En esa dualidad se mantuvo como 10 años a las ordenes de los generales Antonio Maceo y Máximo Gómez, sobre todo durante la invasión hacia occidente. 

Sus restos se encuentran depositados en el Mausoleo a los Mártires de la Patria en la ciudad de Colón, provincia de Matanzas. Matagás, que la prensa castrista lo considera un patriota, se estrenó como jefe de una de aquellas bandas que operaban en Matanzas hacia mayo de 1877, uniéndose poco después a otros connotados bandidos como José Desiderio Matos, "El Tuerto", y su hermano Bernardo, que tenían su cuartel general en las inmediaciones de la Ciénaga de Zapata. 

---Entre 1891 y 1892 fueron abatidos los bandoleros Antonio Mayor, Andrés Santana Pérez, Tomás Cruz, Pedro Palenzuela y Víctor Cruz Alonso, entre otros bandidos famosos.---

Entre otros de los más connotados bandidos que fueron capturados estuvieron Juan Castillo - alias Juan María - y Fello Hernández, autores de varios hechos criminales como incendiar los cañaverales de las colonias de los hacendados Felipe Martínez y José González. 

MANUEL GARCIA 

Eran los tiempos en que el bandido Manuel Hermenegildo García Ponce, natural de Alacranes, conocido popularmente como "El rey de los campos de Cuba" destacaba como pocos, porque no solo fue un simple cuatrero, también un vil asesino. Como ya dijimos en un capítulo anterior, su banda la integraban los famosos bandoleros Vicente, Sixto Varela, Gallo Sosa, Domingo Montelongo, José Plasencia, Antonio Mayor, Eulogio Rivero, Pedro Palenzuela y Andrés Santana, mientras que n la zona de Puerto Príncipe, actual Camagüey, operaban Silverio López y Eustaquio Guillen, quienes sembraron el terror hasta que fueron capturados. 
--La mayoría de estos bandidos  eran de la raza blanca, pues al parecer tenían una misma procedencia inmigratoria: las islas Canarias. --
Su muerte nunca estuvo muy clara. Se supone que en Febrero de 1895, cuando había decidido dar este paso a la manigua junto a una partida de 40 hombres, entre los que se encontraba su hermano Vicente, el mulato Plasencia, Gallo Sosa, Asunción "La Muerte" entre otros bandidos, fue sorprendido en una tienda de comestibles de Ceiba Mocha llamada "Casa Fraguela", que al parecer intentaba asaltar. 

Allí, tratando de huir del tiroteo que se generó, cayó abatido "aparentemente" por el revolver del capellán de Jaruco, Felipe Díaz de la Paz, que hacía funciones además como alguacil de Canasí, y que a su vez resultó macheteado sin piedad por cuatro de aquellos bandidos. Nunca se supo a ciencia cierta quien le mató, incluso la manera como sucedieron los hechos sigue estando en un misterio. 

VEGUITA

Ceferino Ruiz Villavicencio, conocido por el sobrenombre de “Veguita”, fue un joven pandillero que actuaba con una partida reducida en torno a las poblaciones de "Las Cruces, Camarones y Lajas", sin embargo, se había vuelto lo suficientemente problemático como para que el gobernador civil de la provincia le comisionara al alcalde de Las Cruces tratar de neutralizarlo.

El 27 de abril de 1891 se produjo un tiroteo en el ingenio “San Agustín”, cerca del poblado de Cartagena (partido judicial de Cienfuegos), propiedad de Agustín Goytisolo. “Veguita” le había exigido a este terrateniente un pago de veinte mil pesos con amenaza de muerte y el incendio de sus fincas.
Los celadores de policía del territorio, que conocían los enlaces de la partida para efectuar el pago, prepararon la celada. En la refriega cayó Veguitas y dos hombres que le acompañaban, identificados como Manuel García y Juan Fernández.

LENGUE ROMERO

En 1886 se destacó en la región habanera uno de los más temidos, Manuel Romero Guzmán, alias "Lengue Romero", mientras que en Las Villas era muy temido Nicasio Mirabal. En Pinar del Rio campeaban por su respeto Arturo García, Agustín la Calle, Manuel González, José Álvarez, Perico Delgado y Carlos Socarras Acosta y ojo, que estos eran los más conocidos, los habían por cientos.

Otro célebre pandillero fue el canario Andrés Santana Pérez, sobre todo por el apoyo que recibía de la gente. Pérez llegó a ocupar un vasto territorio que iba desde Alfonso XII hasta el municipio de Cabezas, en el sur de matanzas. Los principales poblados ocupados, conocidos como sitierías, fueron La Lima y La Margarita, este ultimo un lugar estratégico pues estaba cercano a la capital. Solía rondar un ingenio demolido en Casaleiz y en las zonas del Cuzco, así como el Galeoncito o el potrero de Varela. 

Existen evidencias documentales de que algunos de los más notables propietarios de matanzas, como la familia Menocal, los Padilla, los Cuervo y los Morejón, estaban interesados en la desaparición de estos bandoleros, y de hecho, colaboraron activamente para borrar del mapa a Andrés Santana Pérez y a Tomás Cruz, jefe y subjefe de la temida cuadrilla que asolaba la comarca de Alacranes, entre otras zonas del sur de Matanzas.

Uno de los episodios más crueles del pandillaje dentro de la guerra Cubano Española, fue el protagonizado por Abelardo Rodríguez. Este individuo nació en la jurisdicción de Holguín y en octubre de 1868, y al igual que muchos otros campesinos, se unió a las fuerzas libertadoras. En la tercera parte de este trabajo, dejaremos más detallado de lo que fue su vida repleta de ilegalidades, en especial su especial inquina en contra de los campesinos canarios.

Fin de la segunda parte.
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