jueves, 11 de enero de 2024

La botella de Teté.


En Cuba se conoce como "botella" la persona que le ha sido otorgado un puesto de trabajo, lo cobra, pero sin asistir al trabajo. El clásico chanchullo de toda la vida vaya. Se usaba mucho en los años de la república, pero visto lo visto, parece que se sigue de moda.

Por ejemplo no conocíamos que en las fuerzas armadas de Cuba hay una "generala". Se llama Delsa Esther Puebla Viltres y sus más allegados le llaman Teté Puebla. Es la única en la historia del castrismo que ha conseguido ese alto entorchado. Dicen los datos que entre las diversas labores que le confió "la revolución" estuvo el plan agrícola "Guaicanamar", en Jaruco, que ni sabemos en que consiste, y posteriormente le encomendaron la tarea de brindarle atención a los combatientes y a los familiares de los caídos en defensa de la Revolución y del internacionalismo.

Ojo con esto ultimo, porque "Teté Puebla" ocupa un cargo que ni existe, a juzgar por lo que está sucediendo en la isla con los veteranos de guerra. Parece que la "jefa de la oficina de atención al combatiente" no se entera de nada, de hecho hace tan solo unos meses el observatorio Cubano de Derechos Humanos denunció la crítica situación por la que atraviesan cientos de ex combatientes que estuvieron en África, dígase Angola o Etiopía, como la de un pobre señor que se llama Juan Ramón Ferrer, que se encuentra viviendo una pobreza extrema.

No se trata de que sea pobre. En definitiva pobres los hay en todos lados, incluso aquí en España existen poco más de tres millones de los 47 en ese riesgo, aunque la mayoría se atienden, pero en este caso estamos hablando de un "olvidado del castrismo", literalmente hablando, en una isla de apenas 10 millones y donde a esta "generala" se le paga un dineral en salario, amén de otras prebendas que seguramente tiene, para que lo atienda o, al menos, mande a alguien a atenderlo.

Lo mismo pasa con el veterano Abel Mendoza Peña, de Camagüey, que vive en plena calle, el franco tirador Severino Moreira, el paracaidista Jacinto Villafruela, encima mutilado, y así con cientos, quizás miles, de aquellos hombres que se jugaron la vida por el capricho de Fidel Castro, y que hoy no tienen siquiera que llevarse a la boca. El más impactante de todos fue Ángel Pacheco Soublet, que según apunta el sitio "cibercuba", cometió suicidio en mayo del 2022 al ser multado por vender viandas en una carretilla.

Por cierto, son bastante pocas las generalas porque en España, que supera 5 veces la población cubana, apenas tres lo han conseguido. Una de ellas, Patricia Ortega, que fue la primera de todas, ya falleció. El año pasado la ministra de las fuerzas armadas, la socialista Margarita Robles, en su caso civil, nombró a Teresa Gordillo como la tercera "generala" en la historia de este país. La otra es la auditora Begoña Aramendía, del Cuerpo Jurídico Militar.

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