En Cuba se conoce como "botella" la persona que le ha sido otorgado un puesto de trabajo, lo cobra, pero sin asistir al mismo. Un clásico chanchullo propio de los años de la república, pero visto lo visto parece que sigue de moda aunque algo camuflado.
Por ejemplo no conocíamos que en las fuerzas armadas de Cuba hay una "generala". Se llama Delsa Esther Puebla Viltres y sus más allegados le llaman Teté Puebla. Es la única en la historia del castrismo que ha conseguido ese alto entorchado. Dicen los datos de su bastante escaza "vida laboral", que entre las diversas labores que le confió "la revolución" estuvo el plan agrícola "Guaicanamar" en Jaruco, que honestamente ni sabemos en que consistió.
Que posteriormente le encomendaron la "noble tarea" de brindarle atención a los ex combatientes de la revolución, así como a los familiares de los caídos en defensa del internacionalismo. Ojo con esto ultimo, porque Doña Teté Puebla ocupa un cargo que ni siquiera existe, a juzgar por lo que está sucediendo en la isla con esos veteranos de guerra.
En vida estuvo casada desde 1960 con el fallecido general de brigada Raul Castro Mercader, fallecido en 2014, del que por cierto en su nota necrológica el periódico Granma no hace referencia alguna de este enlace. Eso sí, como es normal en estos casos y debido a la internet, por ahí rondan las noticias de la buena vida que se están dando por Europa miembros cercanos de esta "Mariana".
Parece que la "jefa de la oficina de atención al combatiente" no se entera de nada, de hecho hace tan solo unos meses el observatorio Cubano de Derechos Humanos denunció la crítica situación por la que atraviesan cientos de ex combatientes que estuvieron en África, en Angola o en Etiopía, como la de un pobre señor llamado Juan Ramón Ferrer que se encontraba viviendo en situación de pobreza extrema.
No se trata de que sea pobre. En definitiva pobres los hay en todos lados, incluso aquí en España existen poco más de tres millones, en este caso estamos hablando de un "olvidado del castrismo" literalmente hablando, en una isla de apenas 10 millones y donde a esta "generala" se le paga un dineral por atenderlos y protegerlos bien se supone.
Situación parecida con el veterano Abel Mendoza Peña, de Camagüey, que vive - o vivía - en plena calle, o el franco tirador Severino Moreira, el paracaidista mutilado Jacinto Villafruela, y así cientos, quizás miles, de aquellos hombres que se jugaron la vida por el capricho de Fidel Castro y que hoy no tienen siquiera que llevarse a la boca.
El más impactante de todos fue el caso de Ángel Pacheco Soublet, que según apunta el sitio "cibercuba" cometió suicidio en mayo del 2022 al ser multado por vender viandas en una carretilla. En fin que esa es la función de esta "funcionaria" que lleva años cobrando por algo que ni siquiera se ocupa.
Por ejemplo su hija Perla Rosa y su marido Ulises, hijo a su vez del general Ulises Rosales del Toro. Para estos no existen privaciones de ningún tipo. Tampoco para su otra hija Zulema, emparentada con otro "peje gordo". Por ahí están las fotos en París de su nieto Raúl Ulises Castro Rosales, hijo del primer matrimonio de esta ultima.
Juan Ramón Ferrer es otro ex combatiente de Angola que ha sido olvidado por un gobierno que siempre ha prometido pero nunca ha cumplido.#SOSCuba #CubaTieneQueCambiar #CubaNoEsComoTeLaCuentan #Cuba pic.twitter.com/Gk1xTbiZlG
— Observatorio Cubano de Derechos Humanos (@observacuba) June 5, 2023
Capitanas fueron también Isabel Rubio y Catalina Valdés, y aunque en algunos textos se hace alusión a generalas como la camagüeyana Ana María de la Soledad Betancourt Agramonte, casada con el patriota Ignacio Mora y fallecida en Madrid, así como María Magdalena Cabrales Isaac, esposa de Antonio Maceo, en su caso fallecida en julio del 1905, jamás le fueron reconocidos.
Es que no son muy comunes. Por ejemplo en España, que supera cinco veces la población en Cuba, apenas tres lo han conseguido. La primera de ellas, Patricia Ortega, ya falleció. El año pasado la ministra de las fuerzas armadas, la abogada socialista Margarita Robles, en su caso civil, nombró a Teresa Gordillo como la tercera "generala" en la historia de este país. La otra es la auditora Begoña Aramendía, del Cuerpo Jurídico Militar.
Maldita Hemeroteca