sábado, 13 de julio de 2024

CUBA: Comunismo del siglo XIX


El anarquismo catalán se hizo presente en Cuba desde el siglo XIX. Hasta allí se iban a conspirar contra España. En la isla se sentían más seguros, y como era de suponer, los cubanos se fueron contagiando con ese movimiento que por aquellos años estaba de moda en Europa y en los E.E.U.U.

En Cuba llegaron a tener hasta periódico y todo, por supuesto copia fiel del modelo catalán que era dirigido entonces por Luis Barcia Quilabert, Adrián del Valle y Pedro Esteve, ó sea, que mientras el levantamiento de Carlos Manuel de Céspedes daba sus últimos estertores, esta gente fundaba en Cuba el rotativo sindicalista "El Productor", con una tirada bimensual y orientado al movimiento obrero.

Esta especie de "sucursal habanera", fue dirigida por el marxista Enrique Roig y San Martín y que hoy, 12 de julio, se cumplen 147 años de su primera tirada. Confirmado está, que desde el mismo 1868, pleno Grito de Yara, la Habana y Barcelona ya eran dos de las metrópolis - dígase provincias si lo así lo desea - más conflictivas para España. De hecho, el levantamiento de Bayamo fue motivado por el llamado "sexenio democrático" que decretó en España la primera república, tras la renuncia al trono del rey Amadeo de Saboya.

Es por eso que varios de los lideres independentistas e intelectuales Cubanos, empezando por José Martí al que no se le escapaba una, debieron conocer muy bien en que consistían las ideas de Marx y Engels, aunque no se hayan identificado ni manifestado mucho al respecto. Total que este señor, Enrique Roig, de oficio azucarero, fue de los primeros comunistas y/o anarco-sindicalistas, puede que el primero, que contagió el rubro del tabaco en Cuba con sus particulares ideas proletarias que como resultado se vio después en la huelga de los tabaqueros en 1887.

Periódicos como este, o como el Despertar, editado en New York, tejieron una red transoceánica de propaganda militante, que en el caso de España tenía en los emigrantes Catalanes sus lleva y trae. Todas estas redes estaban muy bien organizadas y establecidas en las tabaqueras de Tampa, Cayo Hueso o New York, de donde salía la plata para costear al ejercito libertador cubano. Uno de los artículos de Roig, publicados en este periódico en 1889, lo tituló "O pan o plomo". Al final murió de diabetes ese mismo año.

Solo agregar un dato. Observe como los comunistas no fueron dados a la lucha frontal por defender sus ideas como sí hicieron los mambises, digamos que no se conoce un solo comunista que haya formado parte de ese ejercito libertador. No lo fueron ni el progresista conspirador Ramón Pintó, agarrotado en la Habana en 1855 por sus ideas conspirativas, ni el general José Miró Argenter, quizás el único catalán de aquellas gestas de 1895, al menos que sepamos. En cambio, sí habían, aunque eran los menos, en el ejercito español y en las unidades de voluntarios. 

Se conoce que los comunistas preferían realizar su labor proselitista en las bases obreras. En 1914 el catalán Vicenç Albert Ballester, que había sido miembro del Fomento Autonomista Catalán y que había cumplido cárcel por organizar actos de corte independentista, encontró en Cuba un movimiento radical a favor de la separación de España. Este independentista, dicen, fue el que se inspiró en la bandera Cubana para el modelo que hoy lleva la de Cataluña.

Por otro lado, en 1928, el catalán Francesc Macià i Llussà, figura de enorme prestigio en las filas del independentismo catalán, llegaba a La Habana acompañado de Ventura Gassol, poeta y dirigente del partido Estat Català, en busca de apoyo a la causa catalanista. En Cuba se agenció casi el 50% de la contribución para su causa, unos 7500 dólares y medio millón de francos franceses.

En Cuba - en Santiago de Cuba específicamente - funcionaban desde 1922 el "Centre Català" y el "Club Separatista No. 1", así como el "Group Nacionalista Radical Catalunya" y el "Club Separatista numero onze", y aunque Maciá era el líder de la recién creada estructura revolucionario separatista, el partido PSRC, no existió una organización comunista como tal hasta 1925 que fue fundado por Julio Antonio Mella, Carlos Baliño y Alfonso Bernal, siendo su secretario general el canario José Miguel Pérez y en pleno periodo presidencial del general Gerardo Machado y Morales. 

La política en Cuba era un asunto bipartidista entre liberales y conservadores. Más tarde aparecieron algunos comunistas agrupados en el P.S.P. que no comulgaba con la actitud violenta de grupos terroristas anti batistianos. Por el contrario, con una actitud muy oportunista, supieron pegarse al jamón del "mensajero de la prosperidad", como llamaban a Batista. Tipos como Salvador García Agüero, Aníbal Escalante, Fabio Grobart, Mirtha Aguirre, Carlos Rafael Rodríguez, Blas Roca o Juan Marinello, entre otros adoradores de Stalin que luego, en 1959, supieron trasmutar en furibundos Castristas. 

Finalizada la guerra civil española, muchos de aquellos izquierdistas que salieron huyendo de España eligieron, además de México, a la isla de Cuba como destino. Los diputados Juan José Manso, Félix Montiel y Miguel Valdés, Julio López Rendueles, Juan Chabás, los periodistas Vicente Arroyo y Manuel Carnero, Francisco Martínez Allende, Álvaro Muñoz Custodio, la sindicalista Jesusa Prado o Julián Grimau, ejecutado más tarde por Franco, por solo citar algunos que con la llegada del presidente Carlos Prío Socarrás al poder, fueron abandonando poco a poco la isla. No fue hasta 1965 que Fidel Castro funda el primer partido de corte marxista leninista.

Jorge García.
Maldita Hemeroteca.

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