martes, 23 de julio de 2024

EVELYN McHALE: Bella hasta en la muerte.

EMPIRE STATE: Desde su construcción en 1931 se han suicidado 36 personas, y 17 desde ese mismo piso 83.

Hasta la muerte puede resultar bella a veces. Existe una foto de una suicida en New York que lo demuestra. A pesar de lo violenta que resulta la imagen de su caída, publicada por la revista Life, donde aparece encima del techo de un auto y luego de haberse lanzado desde el piso 83 del mítico rasca cielo Empire State Bulding, lejos de producirnos rechazo - ya que no hay nada que lo produzca - encontramos paz y serenidad. Parece mentira pero es así.

Se trata del cadáver de la joven Evelyn McHale, una chica que decidió privarse la vida un uno de mayo de 1947 y que la imagen, captada por el lente del fotógrafo amateur Robert Wiles, pasó a la historia. Y tanto, que el mismísimo Andy Warhol se apropió de ella para en 1962 crear una serie llamada Suicide (Fallen Body). ¿Pero que le pasó a esta chica de solo 23 años y natural de California, para que tomara esa triste decisión?.


Todo parecía ir de perlas luego de acordar su boda con su novio, Barry Rhodes, que dicho sea de paso, declaró que la ultima vez que se vieron, apenas una hora antes, estaba radiante y feliz. En cambio, una vez que Evelyn llegó a su habitación del hotel "Governor Clinton", redactó su nota de suicidio. Poco después, sobre las diez y treinta de la mañana, compró un billete para subir al mirador del Empire State y desde allí saltó al vacío. 

Pese a todo, la imagen es estéticamente bella pues a pesar de la violencia, se ve como duerme plácidamente tendida encima del automóvil como si estuviera dormida. Ni siquiera el rostro muestra lo violento que debió ser el impacto desde 320 metros de altura. Es más, da la impresión se sosiego y que su muerte haya servido para espantar los demonios que la atormentaban. Algo así. Ahí esta la grandeza de esta fotografía de Robert Wiles.

Lugar desde donde saltó la suicida.

Se dijo que su madre sufría depresión crónica, principal causa de los problemas del matrimonio que finalmente acabó en divorcio, obteniendo el padre la custodia de Evelyn y sus 8 hermanos t trasladándose a vivir a Nueva York. La nota de suicidio la encontraron junto a su abrigo, una cajita de maquillaje y su bolso, en el mismo mirador. En ella pedía un inquietante deseo: 

«No quiero que nadie, sea o no de mi familia, vea mi cuerpo, ¿podríais incinerarlo?. Pido además que no se organice ningún funeral a mi nombre y añadía: "Mi prometido me pidió que nos casásemos en junio. No creo que yo pueda ser una buena esposa para nadie. Estará mucho mejor sin mí. Tengo muchas de las tendencias que tenía mi madre, preguntadle si no a mi padre". Todos sus deseos fueron cumplidos. En cambio su imagen, tal ángel caído, sí recorrió el mundo.

Maldita Hemeroteca 

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