miércoles, 10 de julio de 2024

LA PLATTOSKY: Eso sí que fue una enmienda.


La Enmienda Platt, ese apéndice que llevó el apellido del senador Orville Platt que la redactó, y que los cubanos tuvimos que pagar a cambio de alcanzar la libertad frente a España, tuvo variados matices. 

Sepa que no solo le daba una vía expedita a los E.E.U.U. para invadir la isla cuando le fuere solicitado o, lo creyeran ellos conveniente, también fijaba las bases de la futura relación entre los dos países y de paso, garantizó nuestra permanencia como republica. Las opiniones en este sentido fueron, han sido, y siguen siendo muy variadas, pero lejos de ponernos tozudos y decimonónicos, mejor buscamos lo que pensaban sus protagonistas antes de sacar conclusiones precipitadas que, por lo general, pueden ser erróneas. 

Por ejemplo el conocido musico Ernesto Lecuona, lo más grande que ha dado la isla en el ámbito musical, y que a la sazón era director del periódico "El Comercio", entendía que aunque en el morro ondeara nuestra bandera Cubana, la isla seguiría siendo de los E.E.U.U. Lo mismo opinaba el periodista canario Luis Gómez Wanguemert. Otros, en cambio, se conformaba con que la nueva carta magna garantizara la suficiente libertad e independencia, pues pensaban que el sostenimiento de la republica estaba por encima de todos y de todo.

Por otro lado en el Diario de la Marina, en Tiempo o en la revista Cuba-América, periodistas como José de Armas, Raimundo Cabrera, Rafael Martínez o Roque Garrigó, entre otros, alertaban sobre la necesidad de mantener a Cuba bajo el ojo visor de los Estados Unidos. Uno de ellos fue el coronel y abogado italo cubano Orestes Ferrara Marino, el hombre de confianza del general Máximo Gómez. 

Coronel Orestes Ferrara
Ferrara estaba convencido que eran los cubanos, y solo los cubanos, los culpables de que se produjeran esas intervenciones.  Al respecto dijo:

"No nos podemos unir al coro de la no intervención, porque esa palabra, que por circunstancias aparece hoy en el índice de esta reunión, significan para Cuba honor, libertad e independencia". En el jurista Ferrara, Gómez confió los procesos judiciales del brigadier Rafael Rego y del coronel Menocal, ambos absueltos, así como el de muerte del general Roberto Bermúdez.

Otro coronel, el ministro Cosme de la Torriente, opinó que la presencia de los interventores americanos era la respuesta al bochornoso espectáculo brindado entre facciones moderadas y liberales, obligándolos a obedecer una "virtud ciudadana" que a la larga, perfeccionaría nuestra democracia representativa. Y a seguidas manifestó en su libro: "La enmienda Platt fue elaborada para preservar la independencia precisamente". 

Incluso, en la década del 30, cuando el rechazo generalizado se hacía más patente, el ex coronel todavía proponía "revisar" la enmienda y mejorarla, pero no derogarla. Tambien los hubo muy listos, que se apoyaron en la teoría de la gratitud enarbolada por José Varona, Enrique Collazo y Manuel Sanguily, que agradecía a los Estados Unidos la decisiva ayuda prestada, a la vez que confiaban en la capacidad del pueblo Cubano para resolver sus conflictos sin la ayuda de nadie. Eso sí, en caso contrario, una nueva "ayudita" siempre sería bienvenida. 

Si así lo pensaron ellos, ¿quiénes somos nosotros para pensar lo contrario?. Y así fue, Cuba furuló durante 35 años con la enmienda a cuestas, y que se sepa nada ni nadie se vio afectado hasta que finalmente se derogó en 1935. Eso fue lo que duró la llamada "media soberanía" o "camisa de fuerza" que tanto ha pregonado el patrioterismo barato. Durante ese tiempo, nadie en cuba vio obstaculizado su normal desenvolvimiento, e incluso hasta le sacamos provecho después de todo. 

Sí, porque la más demorada, la ocurrida entre los años 1906 y el 1909, lo que hizo fue imponer la paz en una soliviantada isla que iba rumbo al caos de una guerra civil, sobre todo entre partidarios políticos de José Miguel Gómez y Tomás Estrada Palma. Además, sepa que antes de que se produjera la intervención, el día 19 de septiembre arribó a la isla una comisión de paz, con el general William Taft a la cabeza, e intentaron un fallido entendimiento entre aquellos belicosos cubanos que, con su actitud, habían hasta paralizado la economía nacional.

Fuimos nosotros quienes pedimos la intervención el 28 de ese mes, dejémonos de descaro ya, mientras que ocurría la renuncia del presidente, del vice presidente, y tanto el consejo de ministros como el parlamento en completo abandonaba sus funciones, declarándose así, -formalmente-, la segunda intervención norteamericana en la isla. Los cubanos nos pasábamos por el forro los sagrados postulados martianos de fundar una republica de todos, y para el bien de todos. 

No se deje engañar amigo, la verdadera historia esta ahí contada por los mismos cubanos, solo tiene que buscarla. Decir que durante ese tiempo, hasta el 28 de enero de 1909, tampoco se no privó de nuestros derechos, ni a la nación de seguir siendo soberana e independiente. Con su presencia, E.E.U.U. solo garantizaba la paz en la isla. Tanto fue así, que la presencia del embajador de EEUU fue tan importante como la del mismo presidente. (En ocasiones más). 

Incluso, y esto lo digo con total convencimiento, la derogación de la Platt, que tendría todo el sentido diplomático y soberano del mundo que usted quiera, al final fue la que trajo nuestra verdadera desgracia. Como no había nadie que mirara por nosotros, ocurrió lo que se tanto se temía. Explosión de caudillismo, politiquería, corrupción, robo, latrocinio, sangre y constituciones violadas. ¿Quieren más?. 

En declaraciones al País, el historiador español Antonio Elorza aseguró que las taras que arrastraba la nueva república cubana tenían diferentes causas: “No fue el ejemplo yanqui lo que provocó en la isla una corrupción rampante en los procesos electorales y en la gestión administrativa, sino la continuidad con el pasado español, los caóticos servicios públicos heredados de la colonia y que puso en orden el general John Brooke".

Cosme de la Torriente
Y como suele pasar cuando surgen estas lacras, se produjo la llegada al poder de un loco comunista como Fidel Castro, que nos sumió en la más férrea dictadura que se ha conocido jamás en este continente. 

Confiscó 26 propiedades de los Estados Unidos que operaban en Cuba, mientras dejaba en terapia intensiva al sector privado nacional. Claro que hubo respuesta, la diplomacia vecina nos decretó un embargo de tres pares por respuesta. 

Entonces sí que comenzaba la aplicación de una verdadera revisión de nuestros asuntos internos, y esta vez desde el Kremlin, eso sí que fue una enmienda y no la que tu estudiaste. Jamás nuestro país fue tan dependiente de una potencia extranjera como lo estuvo de la U.R.S.S. desde 1959. El 16 de octubre de 1962, el expresidente John F. Kennedy fue informado de que un avión espía U-2, había tomado varias fotos de lo que parecían bases soviéticas, y que estaban dotadas de misiles de medio y corto alcance. 

Aquello nos puso en riesgo de muerte a todos los cubanos, al comprometer seriamente la seguridad de los E.E. U.U. En fin amigos, que la enmienda que nos impuso Moscú, llamémosle "Plattosky", no duró tres años, son seis décadas ya dándonos por culo y bien dado. Desde entonces, los cubanos sobrevivimos bajo una mafia que viola diariamente nuestros derechos, pero aún así seguimos repitiendo la misma tontería. 

Como propina les dejamos las 26 empresas norteamericanas que fueron confiscadas, y que dieron origen a la terrible situación en que hoy nos encontramos.

1.­-  Compañía Cubana de Electricidad
2.- Compañía Cubana de Teléfonos.
3.- Esso Standard Oil, S.A., División de Cuba.
4.- Texas Company West Indian.
5.- Sinclair Cuba Oil Company, S.A.
6.- Central Cunagua, S.A.
7.- Compañía Azucarera Atlántica del Golfo, S.A.
8.- Compañía Central Altagracia, S.A.
9.- Miranda Sugar States.
10.- Compañía Cubana, S.A.
11.- The Cuban American Sugar MilI.
12.- Cuban Trading Company.
13.- The New Tuinicú Sugar Company.
14.- The Francisco Sugar Compay.
15.- Compañía Azucarera Céspedes.
16.- Manatí Sugar Company.
17.- Punta Alegre Sugar Sales Company.
18.- Baraguá Industrial Corporation of New York.
19.- Florida Industrial Corporation of New York.
20.- Macareño Industrial Corporation of New York.
21.- General Sugar States.
22.- Compañía Azucarera Vertientes Camagüey.
23.- Guantánamo Sugar Company.
24.­ United Fruit Company
25.- Compañía Azucarera Soledad S.A.
26.­ Central Ermita, S.A.

Por Jorge García
Maldita Hemeroteca

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