lunes, 7 de octubre de 2024

Historia de una Cuba Franquista.

Delegación Cubana en una corrida de toros en España. 

El día que el dictador español Francisco Franco murió, Fidel Castro decretó en Cuba tres días de duelos oficial pero en secreto, no quería que sus amiguitos españoles se enteraran, digamos Santiago Carrillo, Dolores Ibarrubi, Rafael Alberti, Ramón Sender y un atajo de comunistas y estalinistas más.

Sin embargo, Francisco Paco Rubiales, el periodista de EFE acreditado en la Habana, lo "echó pá lante como el carrito del helado". Imagínese la traición, sobre todo después de haber protagonizado aquella memorable bronca el 20 en enero de 1960, con el embajador español Juan Pablo Lojendio.

El diplomático, que estaba en su casa en pijama, se apareció en un programa de la televisión cubana donde Castro acusaba a España de conspirar en contra de la revolucion, y lo hizo con la seria intención de abofetearlo. Al día siguiente Lojendio ya estaba en Madrid expulsado, como mismo expulsaron a Paco Rubiales "por irse de la lengua".

Paisano de su padre, el viejo tenía una foto de Franco en la sala de su casa, dijeron algunos, otros que si Franco nunca rompió relaciones con la isla como sí hicieron otros muchos países y hombre, ahora que lo pienso, quizás por eso fue que habían tantos juguetes españoles los seis de enero. ¿Se acuerdan?, con aquel surrealismo equitativo del "juguete básico y no básico".

Lo primero no lo creo, teniendo en cuenta que el malévolo barbudo desplumó de sus pertenencias a todos los españoles pero en fin, si que fue cierto que las relaciones de la Habana y el régimen Franquista nunca corrieron peligro. Y si no, vea esta delegación castrista, con el "asesino en serie argentino" al frente, como se la pasaba de bien en una corrida de toros en pleno Madrid.

El comandante Argentino comenzaba un viaje de tres meses de duración que habría de llevarlo por Asia, los Balcanes y el norte de África; haciendo una escala en Madrid antes de un viaje a El Cairo. Llegaron el 13 de junio del 1959 al aeropuerto de Barajas, con el consiguiente recibimiento del personal de la embajada cubana de España. Guevara, que venía de tránsito y no de visita oficial; no habló ni con la prensa ni se reunió con los comunistas españoles, que seguro ansiaban deleitarse con su diabólica presencia.

Sin embargo no fue en esa, si no a la vuelta de Egipto, cuando lo llevaron a la plaza de toros de Carabanchel, siendo uno de los propietarios de esta plaza el famoso Domingo Dominguín, el tío del cantante Miguel Bosé. Quizás lo que el comandante no sabía, fue que todo el tiempo en que estuvo en el suelo español estuvo vigilado por el general Manuel Fernández Monzón Altolaguirre, de la inteligencia del régimen, que no le perdió ni pie ni pisada. 

Sin embargo, constatado está que si alguien en Cuba ayudó a la republica contra los sublevados, no fueron los Castristas precisamente, más bien todo lo contrario. Pero nada, Castro significaba para ellos lo que no pudieron contra Franco, y esa relación se fue incrementando a raíz de la muerte del dictador en 1975.

Solo agregar que Guevara pisó baraja por tercera vez, en un periplo en dirección a Praga y rumbo a Bolivia, donde estuvo disfrazado y con identidad falsa de un economista uruguayo llamado Adolfo Mena González. Fue la ultima, en aquella selva finalizó su historia como guerrillero, en este caso de Ñancahuazú, y curiosamente con colaboración Cubana.

Solo agregar que el vehemente general Fernández Monzón, ya fallecido, que también fue secretario general del Servicio de Contraespionaje y jefe municipal de la policía de Madrid, fue quien retó a duelo al actor comunista y procastrista Willy Toledo. Lo hizo en un programa de radio - del cual dejamos el vídeo - donde dijo: (En caso de que no le abra)

"Aunque no sepa lo que es la palabra honor, le reto en duelo a muerte. Yo, Manuel Fernández-Monzón, general de infantería diplomado del Estado Mayor, con el arma que quiera. Me gustaría vérmelo enfrente con una pistola en la mano y ojalá pudiera ser en el Bernabéu o en el Nou Camp". 

Fue a raíz de las fiestas de la hispanidad en octubre, que el miserable publicara en su muro de Facebook ofensas tales como... "que se cagaba en la monarquía y sus monarcas. Me cago en la Virgen del Pilar y me cago en todo lo que se menea". Un total de 43 mil personas firmaron para que lo declararan "persona non grata". De hecho se fue a vivir a Cuba, pero el pendejo aguantó poquito.

Maldita Hemeroteca.

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