REPUBLICA DOMINICANA: Pá fuera, pá la calle.
Todos recordamos la transformación que fue sufriendo el en la piel el pelotero dominicano, ya retirado, Sammy Sosa. El año pasado le tomaron una foto en Londres y era otro, ¡estaba completamente blanco!. Hubo gente incluso que se preocupó bastante, no fuera ser que se hubiera sometido a algún tipo de tratamiento con productos peligrosos como el mercurio.
Él mismo lo confesó en un programa de la cadena de Univisión algo molesto: "Mi piel se ha blanqueado por la crema que me pongo todas las noches antes de dormir. Además, las luces que ustedes emplean aquí en los estudios me hace lucir más blanco de lo que estoy en realidad", y seguidamente añadió: "Esos que me critican no me conocen, ni ponen comida en la mesa de mi casa. No soy Michael Jackson".
Otros, los mal pensados, llegaron a sugerir que era resultado del prolongado uso de esteroides en su etapa como beisbolista. Recordemos que Sosa formó parte de aquella pléyade de poderosos bateadores que impusieron records en las Grandes Ligas, entre otras cosas por el uso - supuestamente se dijo - de sustancias estimulantes no autorizadas.
En fin, que este tema viene al caso porque últimamente las deportaciones de Haitianos en República Dominicana han estado siendo masivas. Hay quien asegura que los Dominicanos están entre los hispanos más racistas de este continente, no lo sé, pero las noticias dan cuenta de hasta 10 mil haitianos deportados por semana. De hecho, en lo que va de octubre, ya van casi 30 mil.
Se dice también, que fue una meta que se propuso el Gobierno para enviar de vuelta a los "vecinos" que se encuentran indocumentados en el país. La medida, que marcha a todo gas, ha sido criticada por varias organizaciones de Derechos Humanos y por el propio gobierno interino haitiano, que la señala de "discriminatoria" y la califica como una "estrategia de limpieza étnica".
Sammy Sosa y su increíble transformación |
Este es un tema que ya fue tratado en un documental del director Henry Louis Gates Jr. titulado, “Negro en América Latina”. En el episodio "Haití y la República Dominicana", su autor se pregunta por qué en Dominicana no se ven estatuas de héroes negros, a pesar de que el 90% de los dominicanos son afro descendientes. Solo hay una respuesta, que no quieren ser negros ni a jodida. Eso sí, los del Bronx no les importa mucho, el problema de ellos es que no soportan al Haitiano.
En dominicana solo el 8% se reconoce como negro, pero el resto le tanta fobia al color oscuro, que para evitar llamarse así se han inventado un término muy gracioso, ya sabe como son ellos de graciosos, el de "Indio". Sí, porque el 45% se auto describe como tal, el 9% como mulato y el 16% blancos. ¿Negros?, solo un 8%.
Quien inventó el "indigenismo" fue el dictador Rafael Leónidas Trujillo, un tipo tan tremendamente racista, que hasta les prohibió tocar el merengue por considerarlo "barrio bajero". No me imagino por un momento lo que hubiera pensado Trujillo de un negro tizón como el YouTuber "Destino Talk".
No me crea, pero una vez tuve un compañero de trabajo dominicano que me dijo, en referencia al sospechoso blanqueamiento de Sammy Sosa, que en algunos centros de estudio de su país no dejaban entrar a los estudiantes con el pelo peinado a lo "Afro", el clásico "espendrum" que conocemos los cubanos, y que estuvo muy de moda en los años 70´s. Fue una anécdota, no la puedo dar como válida.
Como quiera que sea, no es secreto para nadie que con una población donde para encontrar un blanco hay que caminar bastante, sean capaces de auto-describirse como mixtos, mulatos u otros sinónimos, siempre eludiendo el uso del término "negro", de ahí que le den un significado importante a la raza ‘Taína’, cuando apenas un 15% lo son en realidad, y para eso con una fortísima mezcla de africano.
Por otro lado también es cierto que el vecino "no se acoge al buen vivir". Haití lleva lo menos tres años en un puro caos, y como comprenderán, nadie está dispuesto a echarse encima "semejante candela". (Bueno los demócratas Kamala Harris y Joe Biden sí, con tal de ganar las elecciones).
Sin embargo, no tiremos piedras al tejado ajeno porque en Cuba padecimos de lo mismo en el siglo XIX. Sobre todo a raíz de la sublevación de esclavos que hubo en Haití. Creo que fue la única vez que hubo en Cuba una verdadera alianza entre la élite, digamos los hacendados locales y el gobierno colonial español. Todos temían que aquella revolución, así como su respectivo éxodo a las provincias orientales, pusiera en peligro sus intereses. Mejor ni recordar lo que sucedió después en 1912.