MUJERES QUE PUDIERON CON TODO

Dra Martha Frayde Barraqué. // 

No sé si por ignorancia o qué, pero jamás escuche hablar en Cuba de estas mujeres, Calixta Guiteras, Blanca Piedra, Pilar Jorge de Tella, Dulce María Borrero, María Calvo Nodarse o Irene Herrera Laferté. Siempre eran las mismas, que si la madre de los hermanos Maceo o "las Moncadistas" de Sierra Maestra.

Algunas fueron tan importante como Ofelia Domínguez Navarro, fundadora del primer sindicato de mujeres laboristas, en conjunto con el coronel Cosme de la Torriente. Oiga amigo, que las mujeres en Cuba votan ¡desde el año 1934! por el entonces "puesto a dedo" Dr Ramón Grau San Martín. De hecho esta señora estuvo al frente de la ACNU hasta después de derrocado Batista.

Tampoco sabía nada de Pastora Lecler, de Bertha Darder, Rosario Dubroc, Domitila García, Blanca Piedra, Zolia Casas, María Julia de Lara, Blanca Fernández de Castro, Margarita Gómez Toro, Inocencia Valdés o la mítica "coronela", Enriqueta Reyes González. Probablemente a usted tampoco le digan mucho estos nombres, o sí.

La realidad es que todas esas mujeres marcaron una época en Cuba, y cambiaron diametralmente la manera de pensar de varias generaciones. Por poner un ejemplo a dos de ellas, Rosa Castellanos y "la mambisa" Rosario Dubrocá. La primera fue enfermera en la gesta libertadora del 1868 y ascendida a capitana del ejercito libertador por el generalísimo Máximo Gómez, mientras que Rosario, estudiante de medicina, hizo exactamente lo mismo pero en la sublevación del 1895.

María de la Luz Noriega, de la localidad de Guane, en Pinar del Río, fue otra mambisa a la que le mataron al marido en su propia presencia, mientras que a ella la internaron en el penal de "Isla de Pinos". Con los años, la entonces ex capitana se suicidó en un hotel de Matanzas. Le llamaban "La reina de Cuba". Incalculable resultó Emilia Casanova, la esposa del escritor Cirilo Villaverde. No se sabe todo lo que llegó a colaborar esta mujer con la causa independentista desde New York. No había un día en que los diarios españoles no intentaran mancillar su imagen.

Fíjese que la camagüeyana Domitila García de Coronado fue la primera editora y periodista que hubo en Cuba. Fundó la revista "El Céfiro" en 1868, "Eco de Cuba" en 1869; "El Correo de las Damas", en 1875 y "La Crónica Habanera" en 1895. Casi nada. Su paisana Enriqueta Reyes fue la primera bombero/a. Pionera fue también Zoila Casas Rodríguez, cuando se puso delante de un micrófono de radio en 1922. Otra fueron más folclóricas pero no menos importantes, como María Calvo Nodarse e Irene Laferté.

La primera, conocida como "la Macorina", fue la primera fémina que condujo un coche en Cuba, mientras que la señora Laferté fue una destacada percusionista que llegó a dominar varios instrumentos, e integró diversas orquestas charangueras muy de moda por los años 20. El rostro de la actriz María de los Ángeles Santana, la querida alcaldesa del humorístico San Nicolás del Peladero, fue el primero que apareció en una pantalla de televisión en 1946, incluso antes de que fuera inaugurada oficialmente.

Hemos dejado para el final al al doctora en ginecología Martha Frayde Barraqué, que con los años llegó a ser directora del hospital Nacional y que el tirano Fidel Castro encarceló. Se licenció en medicina en 1946 y amplió sus estudios de la especialidad en universidades canadienses como la de McGill y de Montreal.

De regreso a Cuba participó activamente en el Partido Ortodoxo que lideraba Eduardo Chibas, integrándose en la década de los cincuenta en la lucha clandestina contra Fulgencio Batista. Al triunfo de la revolución representó a Cuba en la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la UNESCO, cargo que ocupó hasta el1965.

Fue, como tantos otros, partidaria de las ideas del traidor Fidel Castro, quien había prometido retornar a Cuba a la senda de la democracia. Debido a su oposición, en 1976 la condenaron a prisión acusada por lo de siempre, ser una "agente de la CIA", la manida etiqueta para aquellos que tenían el valor de oponerse a su tiranía. ¿Qué pruebas tenía el maligno de eso?, probablemente ninguna, sin embargo le endiñó 29 años de cárcel.

Fue fundadora del Comité Pro Derechos Humanos en Cuba y una de las activistas más respetadas de la emigración cubana. Su voz fue de las primeras que se escuchó durante las primeras transmisiones de Radio Martí. En 1976 fundó el primer grupo de oposición pacífica en la isla, el famoso Comité Cubano de Derechos Humanos, junto a los opositores Ricardo Bofill, Elizardo Sánchez Santa Cruz y los hermanos Gustavo y Sebastián Arcos Bergnes.

La presión internacional consiguió que fuera excarcelada con la condición de marchar al exilio. Ya sabe, lo de siempre también. Se fue a España en 1979 junto a un grupo de antiguos presos políticos cubanos. En su exilio volvió a practicar la medicina hasta su jubilación, dedicando sus fuerzas al Comité Cubano Pro Derechos Humanos como representante europea.

"Los Cubanos tenemos dos enemigos, Fidel y Raúl, el resto están equivocados, pero tienen el derecho a estarlo. Somos nosotros los que tenemos que demostrarles que están equivocados", dijo en una entrevista que leí hace ya un tiempo. Siempre alertó de no caer en revanchas post castristas. Había nacido en el 1920 y, en el año 2013, cerró sus ojos para siempre en el hospital de la Paz en Madrid, a la edad de 93 años.

Por cierto, al ser descendiente de una familia rica catalana asentada en Cuba, pudo estudiar en París y tener como amigos a lo que más brillaba y valía de la plástica Cubana. El valioso catálogo de su propiedad, donde habían obras de grandes pintores como René Portocarrero, Carlos Enriques, Víctor Manuel, Amelia Peláez y Mariano Rodríguez, una parte lo donó al "Lowe Art Museum" y el resto al "Cuban Heritage Collection", ambos en la Universidad de Miami.

Por Jorge García
Maldita Hemeroteca.
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