lunes, 30 de mayo de 2022

Bandidos cubanos célebres: Arroyito

Captura de Arroyito (centro). Nunca cometió hechos de sangre, solo en un accidente de tráfico, y su inclinación en ayudar a los mas desfavorecidos le hizo ser un verdadero ídolo entre la gente. Un verdadero "Robin Hood Cubano". 

Ramón Arroyo Suárez, alias Arroyito, fue uno de los tantos bandoleros cubanos que se hicieron a principios de siglo XX. Su fama la adquirió durante la presidencia de Alfredo Zayas, pero ya había empezado a realizar sus fechorías en tiempos de Menocal 

Constituye uno de los últimos ejemplos del bandolerismo social cubano. Bajo este presupuesto, Carlos Ripoll, junto con Manuel de Paz, reconstruyen la peripecia de este bandolero de origen canario que logró fama durante la primera presidencia de Alfredo Zayas (1921 – 1925), pero que ya había dado inicio a sus correrías en tiempos de la presidencia de Mario García Menocal (1913 – 1921). 

Ripoll y de Paz (pag 87) coinciden en señalar que Arroyito fue el más pintoresco entre los bandoleros de las primeras décadas de la República, y acaso el que mejor se dio a conocer. Curiosamente su personaje no cuenta con biografía conocida.

La Obra "El bandolerismo en Cuba 1800-1933" le describe a "Arroyito" como nacido en la provincia de Matanzas el 18 de septiembre de 1896, hijo de Juan Arroyo y Silveria Suárez, ambos oriundos de las Islas Canarias.

El matrimonio procreó nueve hijos: Francisco, Federico, Ramón, Marina, María, Juana María, Heriberto, Estela y Oswaldo (de Paz Vol. 2; 231) el primero, Francisco, también fue un peligroso bandolero que operaba en la localidad de Guiñes, conocido como "Delirio". 

Manuel de Paz refiere que su salto al bandolerismo proviene de un trágico accidente de tráfico en Matanzas en su etapa de chofer de taxis, en el cual resultó muerto un niño. Arroyito, conduciendo a exceso de velocidad, fue condenado mas de un año de prisión pero, una vez salió librado bajo fianza, nunca mas se presentó.

En marzo de ese mismo año se publica en la Gaceta Oficial un exhorto a través del cual el juez de la causa compelía a Arroyito a que se presentara en la cárcel de Matanzas para cumplir su condena. Ramón nunca se presentó y fue declarado en rebeldía. Mientras se hallaba en fuga, Arroyito se une a Julio Ramírez, joven díscolo, vecino de la población de Aguacate. Junto con él lleva a cabo una serie de timos y crímenes de poca monta. 

Se convierte en matón político 

Arroyito, entretanto, se traslada hasta La Habana hacia el mes de agosto de 1918 y se refugia en la Quinta de Salud “ La Purísima”, y es allí donde lo arresta el prestigioso Inspector Galloso, de la policía judicial habanera. Fue remitido a la cárcel de Matanzas para que cumpliera su condena por el caso del niño atropellado, logrando un increíble indulto al ser buen amigo de Armando Carnot, el alcalde de la ciudad (Ripoll 88). 

Carnot recientemente se había separado del Partido Liberal y había propiciado una reorganización de la Alcaldía de Matanzas. Es así como, poco después de salir indultado, Arroyito obtiene un nombramiento de cabo de la policía municipal y su amigo Ramírez uno de policía raso. (de Paz, Fernández y López 236). De esta manera, Arroyito deviene matón electoral al servicio de los intereses de Armando Carnot.

Por indicaciones de este alcalde, Arroyito "intentó convencer al poderoso comerciante José Lantero, que hacía campaña a favor del partido liberal para las elecciones municipales de 1920 en Ceiba Mocha y en contra del alcalde Carnot. Lantero apoyaba al candidato liberal José Angulo. 

Finalmente Lantero impuso un denuncia contra el bandolero por amenazas y violación de derechos individuales. La fiscalía instruyó un expediente en contra de Arroyito y Ramírez por abuso en el ejercicio de sus funciones, por lo cual se les dio de baja y se dictó orden de arresto en su contra. 

La Guardia Rural atrapó únicamente a Ramírez, pues Arroyito pudo escabullirse a tiempo (Ripoll 87). Poco después el bandolero logró, a punta de pistola, en la cárcel de Jaruco, el rescate de su amigo Ramírez. 

Al año siguiente secuestraron a Lantero en Ceiba Mocha vestidos de guardias con sus armas de reglamento. Pidieron 10 mil pesos de rescate y, tras algunas negociaciones, el rescate se fijó en dos mil pesos, los cuales fueron entregados a los bandidos en billetes marcados. 

El Jefe del distrito militar de Matanzas, el coronel Emiliano Amiel, dispuso un cerco en los alrededores de Madruga (de Paz, Fernández y López 240). Arroyito y Ramírez estuvieron a punto de caer prisioneros, pero lograron evadir a la Guardia Rural luego de intercambiar disparos con unos soldados apostados en la loma del Chamizo, a medio camino entre Matanzas y Aguacate. 

Ramírez salió herido en la refriega y se escondió en el pueblo de Rincón; entretanto, Arroyito se fue para la Habana. En octubre de 1921 la policía allanó la casa que Mariana Arroyo, hermana del bandolero, compartía con su esposo. Allí la policía encontró quinientos pesos de los que habían sido marcados durante el rescate del comerciante Lantero. 

Al enterase de la prisión de su hermana, Arroyito resolvió abandonar la capital, hacia finales de 1922, para establecerse con un nombre falso en el pueblo de Placetas, unos doscientos kilómetros a noreste de Matanzas, al centro de la Isla. (De Paz, Fernández y López 243).

En Placetas fue detenido y remitido a a la capital, y para sorpresa de todos allí lo esperaba una gran masa de Habaneros que pedía a gritos su libertad inmediata. Sobre todo entre las mujeres que le consideraban un verdadero ídolo. 

Fue tal el revuelo provocado por Arroyito entre el público femenino de La Habana que Osvaldo Valdés de la Paz publicó, a poco de la captura de Arroyito, en 1922, con prólogo de Miguel de Marcos, la novela titulada Arroyito: el bandolero sentimental. Asimismo, en abril de ese mismo año, Enrique Díaz Quesada, pionero del cine cubano, filmó una película basada en la vida del bandolero. 

En 1922 apareció, también, el libro de José M. Muzaurieta Manual del perfecto sinvergüenza, en una nota al pie de la primera página señala: “Este rólogo fue escrito por el señor Arroyo siendo todavía libre. Con mes y medio de anterioridad al día 3 de marzo, en que fue capturado. 

Si el estimable bandido hubiera tomado pasaje en el vapor Cádiz, no le habría ocurrido semejante infortunio” (citado por Ripoll 89). La extraordinaria notoriedad de Arroyito dio lugar a una nutridísima matriz de información en la prensa Habanera. 

El diario de Placetas El Tiempo salía en defensa de Arroyito señalando que era “un excelente muchacho”. El periódico, en su editorial, trataba de vindicar la figura de Arroyito comparándola, con ventaja, a “los que parapetados en el poder, cometían o había propiciado crímenes de mayor calibre” ( Paz, Fernández y López 249). 

No obstante fue trasladado a la prisión del Castillo Real de la Fuerza, de donde su hermana Marina intentó liberarlo con éxito colocando un bomba en el mismo presidio. Escondido en Regla, y con intención de salir por allí hacia la Forida, fue detenido nuevamente y devuelto a Matanzas. Antes había realizado el secuestro millonario Juan Bautista Cañizo, por el que cobró 21 mil pesos, delito que le mereció una cadena perpetua.

Pablo de la Torriente Brau es quien ofrece testimonio de los últimos días de Arroyito. Cuenta de la Torriente que el 28 de octubre de 1928, al ser trasladado al presidio modelo de la Isla de Pinos junto con otros cinco presos, entre ellos su amigo Julio Ramírez, todos fueron ejecutados a tiros. En cuanto a su hermana Marina, y según Pablo de la Torriente Brau, había jurado vengarse de la muerte de su hermano; y para ello planeaba matar al presidente Gerardo Machado. 

El 28 de enero de 1934, la revista Bohemia publicó un artículo titulado “Viaje de Marina Arroyo, de los calabozos de la policía secreta a la región del misterio”, donde se afirma efectivamente que Marina pensaba asesinar, además de Machado, también al comandante de la policía Santiago Trujillo. Al parecer sus intenciones fueron descubiertas, por lo que fue detenida y embarcada deportada hacia las Islas Canarias para nunca mas volver. 

Fuente: El bandolerismo en Cuba // Forajidos del Caribe // Internet.

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