viernes, 20 de mayo de 2022

El 20 de mayo en las principales portadas Cubanas


El esbirro designado a dedo por el dictador Raúl Castro como presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, rechazó este viernes celebrar el advenimiento de la nueva república. Este aborrecido y obligado mandatario, consideró que la proclamación de la república en ese día de 1902 no significó una independencia real del país. 

Por suerte para los Cubanos, se trata de una fecha que las principales portadas del país, Bohemia, Carteles o el Diario de la Marina, por solo citar algunas, se encargaron de mantener viva como la importante fecha que es cada 20 de mayo. 

Portada de 1917
Les dejamos algunas de estas portadas que se convirtieron en el espacio por excelencia de germinación y desarrollo del nuevo emblema para el país; y donde nació definitivamente la alegoría de la República de Cuba.

Bohemia, decana de la prensa cubana, fue una de las publicaciones que con mayor frecuencia y constancia editó en sus portadas imágenes alegóricas de la nación. 

Creada en 1908 por su propietario y fundador Miguel Ángel Quevedo Pérez (1908-1969), su éxito se afianzó en 1914 al utilizar portadas en tricomías, la primera publicación cubana en hacerlo, y al aumentar su volumen hasta 40 páginas.

La ilustración de 1927, por el aniversario 25 de la República, luce un dibujo sencillo. El rostro de la República nos observa, risueño, oblicuamente, coronado por un gorro frigio con la estrella solitaria. Detrás, las franjas bicolores de la bandera. 

El maquillaje de los ojos, almendrados y pronunciados; los labios rojos, finos y sonrientes, así como el lunar en su mejilla, exhiben una sensualidad inédita en las representaciones anteriores. La sobriedad de los esquemas precedentes da paso a un erotismo sutil que presenta una República acorde a los cánones publicitarios del momento.

En la portada de 1928, en cambio, la composición se complejiza y se carga de atributos simbólicos. En estos años las portadas comienzan a jugar con la visualidad escultórica, y arquitectónica que, según veremos en las publicaciones de 1936 y 1940, será una relación más directa y evidente en los años sucesivos. 

Portada 1955
Los códigos del Art Decó, que para entonces comienza a dominar la creación arquitectónica cubana, se trasladan a las figuras alegóricas a partir de una mayor majestuosidad, sentido volumétrico y sobriedad de las líneas. La sensualidad se sustituye por lo mayestático.

La República, sedente, vestida a la usanza romana pero con los colores de la bandera, se apoya sobre una espada con su mano derecha y con la izquierda sostiene el escudo nacional. Una espiga de trigo (símbolo de agricultura) reposa en sus piernas y flores, caracoles…descansan a los pies del escudo.

Sobre su cabeza, el gorro frigio con la estrella solitaria y una corona de laurel. Los elementos se organizan siguiendo las pautas de un esquema sobrio y rígido; la pose de la figura, la grandilocuencia de sus atributos y hasta la tipografía de la publicación denotan solemnidad y fastuosidad.

En los años subsiguientes sobreviene la etapa más amarga y cruenta del gobierno de Gerardo Machado, dictador que asume el poder en 1925. La alegoría se ausenta y solo renace con el derrocamiento definitivo del presidente. 

Portada de 1951
Por las particularidades del contexto político de esta época, con el establecimiento de la dictadura de Machado, la fecha del 20 de mayo pierde su valor como día de gloria para la República y este sentido se traslada a las fechas iniciales de las gestas independentistas.

Por esto, se analizan portadas alegóricas que no surgen con motivo de la data fundacional, pero sí con la misma significación, lo que desplazadas en el calendario. Un poco antes de finalizar la década, en 1947, asoma una figura exclusiva que conjuga, por primera vez en la lámina alegórica, dos técnicas: la fotografía y el dibujo.

El diseño libre se fusiona con la instantánea fotográfica y se obtiene una imagen que está más cercana a los cánones estilísticos de la década posterior. Esta alegoría insiste en el uso de vestimentas clásicas, el gorro frigio y el haz de varillas proveniente del escudo. Con esta portada cierra el ciclo de alegorías de Bohemia, quien en la década del 50’ se inclina por diferentes tipos de metáforas republicanas.

La comprensión de la fecha se ofrece desde otras perspectivas y la personificación femenina del Estado se disipa y otros recursos simbólicos son utilizados en cambio. La bandera ondeando en el Morro, fotografías de desfiles militares, recuerdos gráficos del primer 20 de mayo, las luchas mambisas.

1947
La revista Carteles, fundada en 1919, dirigida y administrada por Oscar H. Massaguer, inició su camino como una publicación mensual.

No obstante, ya en 1924 Carteles cambia de formato como semanario y la publicación se propone desarrollar un programa de iniciativas para convertirse, según el primer editorial de mayo de 1924, en “la mejor revista gráfica de Cuba Republicana”, a juzgar por la historiadora Cira Romero

En la década del 30' Carteles renueva su formato, desecha las fotografías y empieza a decorar sus frontales con ilustraciones. En 1932 emerge la primera alegoría en colores, con un carácter festivo y laudatorio.

La República, con evidente entusiasmo, descubre su figura al correr la bandera con uno de sus brazos, mientras con el otro sostiene un ramo de flores. Un ceñido vestido rojo – con un sello de la bandera – destaca sus curvas y sobre su cabeza una banda azul rematada con la estrella solitaria y fulgores dorados acentúa su belleza.

Carteles 1953
En 1952 se edita un número especial que presenta un exterior singular por los recursos alegóricos que utiliza.

El escudo nacional, ubicado al centro, está custodiado por dos damas; una de ellas vestida a la usanza de los primeros tiempos republicanos y la de la derecha según la moda elegante y moderna de los años 50’.

Entre ambas sostienen una banda con el lapsus conmemorativo (1902- 1952 y en el medio, frente al escudo, la palabra Cincuentenario). La bandera delinea, a modo de cortina, los límites de la escena. En esta fachada conmemorativa el escudo es el núcleo de la obra, mientras que las jóvenes se ubican para encarnar las épocas del pasado y el presente de la República. Una, el inicio fundacional de 1902 y la otra el instante del cincuentenario.

La alegoría republicana se diluye y se bifurca en metáforas de los períodos que marcan el comienzo y el fin del aniversario; se descarta el empleo de los atributos tradicionales de la alegoría y se recurre a la caracterización mediante los atuendos, peinados y cortes de cabello. La figura femenina continúa asociada a la personificación republicana, pero sin el protagonismo del que había gozado hasta el momento.


Con la llegada del Castrismo en 1959, la República Socialista no se consideró seguidora de la fundada en 1902 y, en consecuencia, cayeron en desuso y prácticamente en el oprobio los antiguos signos republicanos. El programa revolucionario desintegró el imaginario social forjado de 1902 a 1958 y el 20 de mayo, en particular, se convirtió en una fecha ofensiva.

Era considerada una “afrenta al pueblo cubano”, en tanto se consideró el día de la instauración de un sistema corrupto, fallido y dependiente de los Estados Unidos: una frustración de los ideales independentistas. En 1963, cuando se aprueba el nuevo calendario patriótico el 20 de mayo desaparece de las festividades nacionales y otro día viene a ocupar su lugar el 1 de enero de 1959.

Condensado de Danislady Zamora // Universidad Autónoma de Madrid.

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