Aquel terremoto del 11 de junio de 1766
Desde el punto de vista de la actividad geodinámica, la provincia Santiago de Cuba, por su cercanía a la zona sismogénica Oriente (Bartlett), presenta la mayor peligrosidad sísmica del país.
En ella se reportan históricamente la mayor cantidad de sismos y los de mayores magnitudes. Aquel terremoto del 11 de junio de 1766 sacudió la parte sur de la región santiaguera con mucha fuerza.
Destruyó la mayoría de las edificaciones de la ciudad, entre ellas la capilla mayor de la Catedral, el Convento de San Francisco, el Hospital, los muros construidos para el Palacio Real, la Audiencia y Sala de Justicia; además de las Iglesias de Dolores, Santa Lucía y El Carmen, entre otras edificaciones. Ocasionó la friolera de 120 muertos y más de 600 heridos.
Tuvo muchas réplicas, fundamentalmente en las 48 horas siguientes. Se reportó perceptible en Ciudad Habana y en la vecina Isla de Jamaica. Es el terremoto reportado de mayor magnitud (Me = 7.6) del archipiélago cubano (Chuy, 1999). La intensidad máxima reportada fue de 9.0 en la zona de la ciudad de Santiago de Cuba.
Tuvieron que pasar 86 para que de nuevo Santiago fuera estremecida brutalmente. El 20 de agosto de 1852, a las 8:36 de la mañana se produjo un terremoto en la región suroriental de Cuba, que sacudió violentamente toda la parte oriental del archipiélago cubano y a las islas cercanas de Jamaica y La Española (Chuy, 1999). Fue considerado el más fuerte reportado durante el siglo XIX en Cuba hasta entonces
Tuvo muchas réplicas, fundamentalmente en las 48 horas siguientes. Se reportó perceptible en Ciudad Habana y en la vecina Isla de Jamaica. Es el terremoto reportado de mayor magnitud (Me = 7.6) del archipiélago cubano (Chuy, 1999). La intensidad máxima reportada fue de 9.0 en la zona de la ciudad de Santiago de Cuba.
Tuvieron que pasar 86 para que de nuevo Santiago fuera estremecida brutalmente. El 20 de agosto de 1852, a las 8:36 de la mañana se produjo un terremoto en la región suroriental de Cuba, que sacudió violentamente toda la parte oriental del archipiélago cubano y a las islas cercanas de Jamaica y La Española (Chuy, 1999). Fue considerado el más fuerte reportado durante el siglo XIX en Cuba hasta entonces
