El monarca Carlos III y su relación con la isla de Cuba
La amplia y hermosa avenida Carlos III situada en el mismo corazón de la Habana |
Con el reciente nombramiento del príncipe Carlos cómo nuevo rey de Inglaterra, queremos decir Carlos III, nos viene a la memoria de forma obligada la céntrica avenida habanera que lleva este nombre, pero que no tiene absolutamente nada que ver con este monarca Británico.
La avenida Carlos III en la Habana, fue creada por el gobernador general de entonces, don Miguel de Tacón y Rosique, Vizconde de Bayamo y Duque de la Unión de Cuba, durante la época colonial en el siglo XIX, específicamente entre los años 1834 y 1838. Las obras constructivas se iniciaron en el año 1836 y una vez terminadas, en el momento de su inauguración, pasó a llamarse Paseo de Tacón. La arteria cumplía la función de conectar céntricas zonas de la capital cubana.
PERO QUIEN FUE CARLOS III COMO PARA QUE NOMBRARAN LA AVENIDA CON SU NOMBRE
Sin embargo, tanto Luis como Fernando reinaron durante poco tiempo porque murieron pronto y sin dejar descendencia. En 1759, tras fallecer su hermano Fernando, Carlos III se encontró con el trono de España en bandeja. Tenía 43 años, se convirtió en el mayor representante del despotismo ilustrado (una clase de absolutismo que tomó la ideología reformadora de la ilustración) en España y reinó hasta su muerte en 1788. Hoy la mayoría de los expertos le consideran el mejor monarca de la historia de España
Para Cuba la llegada del monarca supuso una serie de cambios positivos. Sin embargo, su mandato recordaría el asedio inglés a La Habana en agosto de 1762; durante once meses la capital cubana fue arrebatada por tropas enemigas. En el verano de 1763 Carlos lll recobra La Habana y cede, a cambio, la Florida. Tras la recuperación de la ciudad se sucede un período de cambios económicos y sociales.
Esta etapa trajo consigo la flexibilidad del monopolio mercantil español hacia la isla, es por ello que, en el período, Cuba comercializó azúcar tabaco y café con otros territorios. Por otra parte, datan de la época la reducción de impuestos y las nuevas instituciones para la administración pública y el fomento de la agricultura.
Las reformas económicas promulgadas entre 1765 y 1778 incluyó la construcción de la Intendencia de La Habana para estimular el desarrollo agroindustrial. Durante la venidera centuria, específicamente en 1820, dicha institución administrada por Claudio Martínez de Pinillos se estableció en el Palacio del Segundo Cabo.
Años más tarde se le llamó Carlos III en honor a uno de los mejores reyes que tuvo España; y se colocó una estatua del monarca. El castrismo intentó violentar este bautizo cuando en la década de 1970 a Fidel Castro le dio su gana de ponerle otro, el del finado presidente de izquierdas Chileno Salvador Allende, derrocado por un golpe de estado orquestado por su mismo ejercito. No obstante la mayoría de la población capitalina - por no decir toda - continuó llamándola Carlos III.
Carlos III de España, llamado «el Político» o «el Mejor Alcalde de Madrid», fue duque de Parma y Plasencia —como Carlos I— entre 1731 y 1735, fue también rey de Nápoles —como Carlos VII— y rey de Sicilia —como Carlos V— de 1734 a 1759 y de España como es natural desde 1759 hasta su muerte en 1788.
Como infante, Carlos nació el 20 de enero de 1716 en el viejo Alcázar de Madrid. Era hijo de Felipe V (1683-1746) y de su segunda esposa, Isabel de Farnesio (1692-1766). El primogénito llegaba al mundo con la todavía reciente paz, alcanzada tras la Guerra de Sucesión a la Corona de España, y, a las pocas semanas de la muerte, en Versalles, el 1 de septiembre de 1715, de su poderoso bisabuelo, Luis XIV de Francia.
El hijo del que fue el primer Borbón que reinó en España, Felipe V, y la italiana Isabel de Farnesio es el único rey de la historia española que ya había reinado antes. Carlos III (Madrid, 1716-1788) fue el rey de Nápoles durante 25 años, por tanto ya venía a España con mucho recorrido hecho. Carlos III reinó un total de 54 años, 25 en Nápoles y 29 en España, y siempre le preocupó el bienestar del pueblo. Era austero y sencillo, además de un hombre fiel.
Cuando Carlos III llegó al trono, Madrid era una ciudad muy pobre y poco atractiva. No daba la impresión de ser una capital. Pero su gran labor como ‘alcalde’ logró que pronto estuviera al nivel del resto de capitales europeas.
El cuarto rey Borbón, fue un monarca reformista en España y en América, evitó todo el tiempo los despilfarros y premiaba el mérito por encima de la herencia de sangre”. Se rodeó siempre de los personajes más válidos de la época. La austeridad que le caracterizaba despertaba simpatía: evitaba los despilfarros en la corte, apenas dejaba que le hicieran trajes, vestía siempre de forma sencilla y comía lo justo y casi siempre lo mismo
También le ayudo mucho el hecho de que caracterizó tanto a algunos de sus antepasados como a algunos de sus descendientes. Por ejemplo, la mala prensa de su hijo Carlos es lo único que destacó durante los años que reinó. Su hijo Carlos IV no tenía muchas luces, dedicó más tiempo a la caza y a la buena vida que a los asuntos de gobierno, y su nieto Fernando VII aún logró doblar esta animadversión y pasar a la historia como un rey “nefasto”.
Igual tenía dos hermanos mayores -Luis I y Fernando VI- fruto del primer matrimonio de Felipe V con María Luisa Gabriela de Saboya. De ahí que su madre Isabel de Farnesio, conocedora de lo difícil que era que su primogénito reinara en España, se empleara en cerrar una serie de acuerdos con Francia para que Carlos fuera nombrado duque de Parma y rey de Nápoles y Sicilia. Y lo consiguió.
En las comidas era muy frugal.
El único capricho que se daba consistía en beber chocolate y dicen que siempre lo hacía usando la misma taza. Le gustaba llevar una vida retirada nada rimbombante. Nunca se le conocieron amantes y desde el fallecimiento de su esposa no volvió a casarse ni a estar con ninguna otra mujer. Con María Amalia, su esposa fallecida de tuberculosis, tuvo trece hijos de los que sobrevivieron solo siete. El primer varón fue Felipe, pero fue excluido de la sucesión a causa de la deficiencia mental que padecía. Carlos IV, un año menor que Felipe, se convirtió así en el legítimo sucesor.
También fue criticado por algunas de las decisiones que tomó. Por ejemplo, en 1767 expulsó a los jesuitas del país porque les consideraba culpables del motín de Esquilache (levantamiento popular que tuvo lugar en Madrid en marzo de 1766 en contra del decreto que penaba con multa y cárcel el uso de la capa larga y del sombrero de ala ancha).
"El rey opinaba que los panfletos estaban muy bien escritos para haber sido elaborados por gente iletrada de los estamentos más pobres y asoció su autoría directamente a los jesuitas. Por aquel entonces la enseñanza superior estaba controlada por la Compañía de Jesús y su destierro supuso un paso hacia la laicidad y el control de la educación. La decisión de expulsarlos fue muy complicada y provocó muchas críticas y enfrentamientos
Cuando Carlos III llegó al trono, Madrid era una ciudad muy pobre y poco atractiva.
Madrid no daba la impresión de ser una capital. Pero su gran labor como ‘alcalde’ logró que pronto estuviera al nivel del resto de capitales europeas. Embelleció la ciudad con edificios públicos tan emblemáticos como la Puerta de Alcalá, el Museo del Prado -que inicialmente estuvo planificado como un museo de historia natural-, el Banco de España, las fuentes de Cibeles y Neptuno y el ya mencionado Jardín Botánico. Estas reformas transformaron Madrid y marcaron el comienzo de la modernidad que tanto anhelaba el monarca
También creó las Juntas de la caridad para prestar servicio a los más necesitados, el servicio de ambulancias y llevó a cabo la numeración de las casas y el alumbramiento de las calles. Además, mandó construir más de 2.000 kilómetros de carreteras y 600 puentes por toda España y fundó los Colegios de cirugía de Madrid y Barcelona.
BAJO SU MANDATO SE EFECTUÓ EL PRIMER CENSO DE POBLACIÓN EN LA ISLA.
Para Cuba la llegada del monarca supuso una serie de cambios positivos. Sin embargo, su mandato recordaría el asedio inglés a La Habana en agosto de 1762; durante once meses la capital cubana fue arrebatada por tropas enemigas. En el verano de 1763 Carlos lll recobra La Habana y cede, a cambio, la Florida. Tras la recuperación de la ciudad se sucede un período de cambios económicos y sociales.
Esta etapa trajo consigo la flexibilidad del monopolio mercantil español hacia la isla, es por ello que, en el período, Cuba comercializó azúcar tabaco y café con otros territorios. Por otra parte, datan de la época la reducción de impuestos y las nuevas instituciones para la administración pública y el fomento de la agricultura.
Carlos III |
Las reformas económicas promulgadas entre 1765 y 1778 incluyó la construcción de la Intendencia de La Habana para estimular el desarrollo agroindustrial. Durante la venidera centuria, específicamente en 1820, dicha institución administrada por Claudio Martínez de Pinillos se estableció en el Palacio del Segundo Cabo.
Aunque la Sociedad Económica Amigos del País no es de la época de mandato del monarca, fue Carlos lll quien se pronunció a favor de la fundación de la misma. Durante su reinado se iniciaron obras, como la Catedral de La Habana, la Real Casa de Correos y el Palacio de los Capitanes Generales, los cuales verían su final en posteriores dominios. La culminación de la fortaleza de San Carlos de la Cabaña, en 1774, formó parte de la arquitectura militar que protegió la villa.
Por otra parte, se designaron gobernadores de colonias y funcionarios más eficientes, como Luis de Las Casas. En 1773, se instituyó el Real Seminario de San Carlos y San Ambrosio, entidad de enseñanza superior en la que se brindó instrucción eclesiástica y, además, se impartieron clases de Filosofía y Letras.
Asimismo se inauguró la Alameda de Paula, la cual fue parte del plan de obras públicas fomentado por Carlos lll. También se empedraron las calles principales y otras secundarias y se dieron los primeros pasos en la creación de un sistema de alumbrado público. En 1774 se realizó el primer censo de población, que cuantificó 171 620 habitantes. En este propio año se aprueba la usanza de la moneda de busto y circular, al mismo tiempo se incluye la columnaria.
Por otra parte, se designaron gobernadores de colonias y funcionarios más eficientes, como Luis de Las Casas. En 1773, se instituyó el Real Seminario de San Carlos y San Ambrosio, entidad de enseñanza superior en la que se brindó instrucción eclesiástica y, además, se impartieron clases de Filosofía y Letras.
Asimismo se inauguró la Alameda de Paula, la cual fue parte del plan de obras públicas fomentado por Carlos lll. También se empedraron las calles principales y otras secundarias y se dieron los primeros pasos en la creación de un sistema de alumbrado público. En 1774 se realizó el primer censo de población, que cuantificó 171 620 habitantes. En este propio año se aprueba la usanza de la moneda de busto y circular, al mismo tiempo se incluye la columnaria.
Cierto es que al llegar a España desde Nápoles, 9 de diciembre de 1759 y que por cierto, fue un rey reunió por espacio de 59 años si sumamos los 25 años que lo hizo en Nápoles, encontró un país muy complejo en proceso de crecimiento en todos los sentidos. Puede que no le tocará vivir una revolución o una invasión extranjera, pero probablemente de haberle tocado no hubiera llegado a la situación de ingobernabilidad y de decisiones absurdas que tomó su hijo Carlos IV.
Con su muerte terminó la historia del reformismo ilustrado en España, pues el estallido de la Revolución francesa al año siguiente provocó una reacción de terror que convirtió el reinado de su hijo y sucesor, Carlos IV, en un periodo mucho más conservador. Así mismo la invasión francesa arrastraría al país a un ciclo de revolución que marcaría el siglo siguiente, sin dejar espacio para continuar un reformismo sereno como el que había desarrollado Carlos III.
Fuente: Segundo cabo ohc / Artículos de la Prensa Española