LA IMPLACABLE HEMEROTECA: El fiel Neruda
El escritor Chileno Pablo Neruda visitó la Habana el 14 de marzo de 1942, segundo año presidencial y constitucional de Fulgencio Batista y Zaldívar y, por primera vez, un mandato que estuvo acompañado de un primer ministro, cargo que asumió el Dr Carlos Saladrigas.
El artífice de este encuentro, dicen, fue el comunista Juan Marinelo, a quien había conocido en un congreso cultural en España, y que junto con su "compatriota ideológico" Carlos Rafael Rodríguez, eran los dos "ministros sin cartera" que Batista incorporó a su gobierno para "complacer peticiones".
Luego de la gira efectuada por el mandatario cubano a varios países latinoamericanos, entre ellos Chile, el 27 de noviembre del 1944, Neruda pronunció un discurso en la universidad de Santiago, replicado después por el periódico comunista "El Siglo", que tituló así:
Luego de la gira efectuada por el mandatario cubano a varios países latinoamericanos, entre ellos Chile, el 27 de noviembre del 1944, Neruda pronunció un discurso en la universidad de Santiago, replicado después por el periódico comunista "El Siglo", que tituló así:
"SALUDO A BATISTA".
Neruda, aquel cabroncete que le decía a las mujeres... "Me gusta cuando callas, porque estas como ausente"... fue uno de los que como decía Valeriano Weyler, "gira según para donde sople el viento". Por ejemplo, en la hemeroteca de este ilustre periódico deben de estar muy bien guardados, posiblemente a cal y canto, panfletos políticos al estilo de este por ejemplo:
"Ante Fulgencio Batista, capitán de su pueblo, estamos en presencia de Cuba: nadie como él la representa tan poderosamente en este instante, y antaño unos pocos, a quiénes él continúa, dejaron dispersos los huesos en cárceles de piedra para que Cuba viviera (....)
Batista, como hombre del pueblo, ha comprendido mejor que muchos demagogos el papel de los intelectuales (...) Los chilenos damos hoy la mano a Fulgencio Batista, con una franqueza y sinceridad que llamaríamos chilena si no fueran también condiciones permanentes de Cuba.
Saludamos en él al continuador y restaurador de una democracia hermana, al hombre que recibió la patria despedazada y anarquizada, recién salida de las garras de un tirano sangriento, y palpitante aun de la heroica, legendaria lucha que lo derrotara. Saludamos al que pudiendo haber seguido el camino de muchos filibusteros del poder, lo entregó con sus anchas manos morenas a quien eligiera su pueblo".
Batista, como hombre del pueblo, ha comprendido mejor que muchos demagogos el papel de los intelectuales (...) Los chilenos damos hoy la mano a Fulgencio Batista, con una franqueza y sinceridad que llamaríamos chilena si no fueran también condiciones permanentes de Cuba.
Saludamos en él al continuador y restaurador de una democracia hermana, al hombre que recibió la patria despedazada y anarquizada, recién salida de las garras de un tirano sangriento, y palpitante aun de la heroica, legendaria lucha que lo derrotara. Saludamos al que pudiendo haber seguido el camino de muchos filibusteros del poder, lo entregó con sus anchas manos morenas a quien eligiera su pueblo".
"Los comunistas queremos una familia" (El Siglo, 9 de septiembre de 1945), "No dejaré jamás de ser comunista" (El Siglo, 16 de junio de 1958 o "Cuba nos enseñó que no se acaba el mundo si se rompe con el imperialismo" (El Siglo, 11 de enero de 1961)… muy bueno este ultimo, y si no que se lo pregunten a "al sargento" Fernández Retamar y su corte de 100 "firmantes". Bueno claro, con la guija.
Con el paso del tiempo - unos 15 años más o menos, el genial Chileno "cambio de palo pá rumba". De pronto se encontró con Fidel Castro en 1960 y le bajó la musa verde oliva. Aquí un par de fragmentos de su descomposición ideológica hecha poema o lo que sea esto: "Canción de Gesta".
Fidel, Fidel, los pueblos te agradecen palabras en acción y hechos que cantan, por eso desde lejos te he traído una copa del vino de mi patria: Es la sangre de un pueblo subterráneo que llega de la sombra a tu garganta, son mineros que viven hace siglos sacando fuego de la tierra helada.
Y están contigo porque representas todo el honor de nuestra lucha larga, y si cayera Cuba caeríamos, y vendríamos para levantarla, y si florece con todas sus flores florecerá con nuestra propia savia. Y si se atreven a tocar la frente de Cuba por tus manos libertada encontrarán los puños de los pueblos, sacaremos las armas enterradas: la sangre y el orgullo acudirán a defender a Cuba bien amada".
Dicen las malas lenguas que Neruda, Estalinista confeso, fue de los que junto con su amigo Diego Rivera y el otro muralista, David Alfaro Siqueiros, los que le "indicaron" a Lev Davídovich Bronstein, alias Trostky, optar por México como exilio. De hecho dicen que el mismo Rivera dijo una vez que había hecho todo lo posible para que se viniera a México, porque así sería mas fácil "modificarle la salud".
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