martes, 27 de septiembre de 2022

La calentica Acera del Louvre en la Habana.

Hotel Inglaterra y la acera del Louvre. Punto neurálgico donde el enfrentamiento era el pan de cada día. De hecho aquí se originó la "ultima bronca" entre Españoles y Cubanos considerado como "el ultimo combate independentista". Y de hecho lo fue

Las tardes-noches habaneras discurrían con aquellas amenas charlas, mientras el ruido de los quitrines, guaguas, volantas, victorias y carruajes se mezclaba con la orquesta sinfónica que a los pies de la estatua de Isabel II.

No obstante la acera del Louvre estaba dividida. Por un lado los jóvenes cubanos se reunían alrededor de la esquina de San Rafael, donde estuvo el antiguo café El Louvre, ocupando gran parte de los bajos del Hotel Inglaterra, mientras que los españoles preferían el antiguo café del Teatro Tacón

En la intersección del Parque de Isabel II (hoy Parque Central) y el Paseo del Prado fue episodio de sucesos violentos donde la pólvora y la sangre cubana se hicieron presente. En esta misma acera los voluntarios descargaron sus armas contra los jóvenes cubanos, indefensos, asesinando a varios de ellos. También fue escenario de desafíos personales que, en la mayoría de las veces terminaba en un campo de honor.

En este lugar se celebró un duelo entre Vicente García Santiago y Paco Romero, resultando éste ultimo gravemente herido en un brazo. Se batieron a espada; y en realidad ambos resultaron lesionados lo que Paco Romero se llevó la peor parte. Lo curioso aquí es que ambos eran muy buenos amigos, de manera que salieron de allí "reconciliados".

Para festejar el caballeroso gesto de estos jóvenes, se acordó almorzar un arroz con pollo en el restaurante “Arana” de la Chorrera, en el Malecón, almuerzo que alcanzó los honores de la posteridad ya que después de celebrado, fueron todos a parar a un fonducho situado en el Paso de la Madama propiedad de un italiano de apellido Romano. Al parecer les fue negada la entrada, así que la formaron en la puerta.

Rompieron los muebles y las lámparas del local. Incluso cargaron con un órgano de manigueta que tenían en la sala para amenizar las comidas, y en medio de la Acera del Louvre lo destrozaron por completo. Enterado de la denuncia hecha por Romano, el marqués de Sandoval, que presidía el Unión Club, cargó con el pago de los daños de su propio bolsillo.

Otro duelo, este a pistola, entre Rodolfo Warren y Hannibal J. de Mesa, fue motivado por un incidente surgido entre ambos en la Acera del Louvre, y en el que actuó como padrino de Mesa el juez de campo, el doctor Orestes Ferrara.

Final fatal, pues terminó recibiendo el primero un tiro en el estómago que acabó con su vida una horas después. Por suerte esta práctica fue ilegalizada finalmente, dejando a la justicia que actuara por su lado. Es bueno aclarara que ya para los últimos apenas habían heridos. Bastaba "hacer el paripé" para que todos quedaran conformes.

Uno también trágico se llevó a cabo entre don Juan Palacios, hombre fornido y de carácter provocador, con el ex oficial del Ejército español Ángel Soler, en su caso de pequeña estatura y menos fuerte que Palacios. El duelo fue a sable; y se celebró en el Teatro Payret de la Habana. Como resultado Palacios recibió heridas de tal gravedad que falleció horas después.

El general José Lachambre y don Agustín Cervantes se vieron en el campo de honor motivado por la exagerada susceptibilidad del segundo. Lachambre era muy cuidadoso en sus expresiones y en su trato, especialmente con los cubanos, con los que siempre fue amable y caballeroso.

En este duelo los padrinos de Cervantes fueron don Miguel Figueroa y don F. Varona Murias, mientras que los de Lachambre, Nicolás de Cárdenas y Benítez y Hortensio Tamayo. Como resultado resultó herido en el hipocondrio derecho el general Lachambre, mientras que Cervantes resultó herido igual pero en el hombro.

Hubo otro surgido en el restaurante “Las Tullerías“, de San Rafael y Consulado, también en la Habana, motivado por un incidente que tuvieron el doctor Eduardo Borrell y don Miguel de la Torriente. Este fue a sable, y se llevó a cabo en la finca "El Morado", propiedad del coronel mambí Baldomero Acosta, padre del pelotero Merito Acosta, que estaba situada en Marianao de donde fue electo alcalde en la República. En este duelo Torriente salió herido de gravedad en un brazo.

Otro, originado en la 

Fuente: Diario de la Marina 27 de marzo de 1947 // Artículo de Luis Bay Sevilla en este periódico.

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