Comienzan los contactos entre el ejercito libertador y las tropas norteamericanas.
Oficiales españoles y norteamericanos se reúnen para pactar, bajo el árbol de la paz, la rendición de Santiago de Cuba |
Aunque en Febrero de 1895 se produce el tercer alzamiento contra España organizado por los generales José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo, en Mayo y Junio de ese mismo año se produce un hecho también de suma importancia en la historia de nuestra patria. Y tanto que a partir de aquí, el destino de la isla cambiaría radicalmente en muy poco tiempo, dejando trás de sí la friolera de 406 años de ocupación española.
Jose C. Cebreco |
El día 3 de Mayo de 1895, el coronel José Candelario Cebreco, el mayor de los 4 hermanos pertenecientes al ejército Libertador cubano sostiene el primer contacto entre tropas mambisas y la armada norteamericana que tenía el propósito de expulsar de Cuba al ejercito colonial español.
El encuentro tuvo lugar en buque "New York", y tal efecto fue recogido en la playa "Juan González", muy próxima a Santiago de Cuba, junto al teniente de su Estado Mayor, Santiago Cuesta Felizola, para ser transportados a bordo del barco. En esa primera entrevista, Cebreco le suministro al almirante William Thomas Sampson datos militares de vital importancia para el futuro desembarco de las tropas norteamericanas.
El encuentro tuvo lugar en buque "New York", y tal efecto fue recogido en la playa "Juan González", muy próxima a Santiago de Cuba, junto al teniente de su Estado Mayor, Santiago Cuesta Felizola, para ser transportados a bordo del barco. En esa primera entrevista, Cebreco le suministro al almirante William Thomas Sampson datos militares de vital importancia para el futuro desembarco de las tropas norteamericanas.
Otros contactos se producirían en la costa sur de Oriente para concertar las acciones. Por ejemplo el mayor general Calixto García procedió entonces a concentrar sus tropas, tomando medidas dentro de sus posibilidades para impedir el posible reforzamiento de Santiago de Cuba con tropas españolas que vendrían desde Holguín, Guantánamo o Manzanillo.
El 19 de Junio llega Calixto García a Aserradero donde establecería el campamento, y en donde en los primeros días contaría con 3000 efectivos para los cuales solicitó a Sampson raciones diarias. Después este numero aumentó al llegar mas infantería desde el norte, tras largas y penosas jornadas donde los descalzos y hambrientos mambises tuvieron que atravesar la Sierra Maestra y soportar intensos aguaceros y crecidas de ríos.
Se realizaron varias reuniones entre Sampson, Shafter y García con este fin, los días 19 y 20 de Junio a bordo del New York y el Seguraça, vapor donde viajaba Shafter.
El contra almirante opinaba que se debía tomar primero por tierra "El Morro" y la "Socapa", para poder el penetrar en la bahía donde se hallaba la escuadra de Cervera. William Shafter, tirando para su lado, planteaba un ataque de la escuadra sobre las fortificaciones y bombardeo de la misma, con la intención de "ablandarla" un poco antes de que atacara el ejercito por tierra.
Según Calixto García, el artífice del plan que fue finalmente aceptado, el plan del general cubano Demetrio Castillo Duany, que propuso el desembarco de las tropas americanas en las playas del este de la ciudad y desde allí iniciar el avance sobre Santiago fue, al final, el más lógico y el aceptado. Como jefe de la brigada del ejercito libertador cubano que abarcaba los territorios de esa zona, conocía muy bien el terreno.
Shafter no tenía un plan determinado de desembarque, y García proponía un largo avance conjunto desde Aserradero hasta Punta de Sal, que se encontraba dentro de la Bahía Santiaguera. Este plan costaría ríos de sangre cubana y americana. Se acordó una maniobra de distracción de la Marina y los mambises al oeste de Santiago, mientras que el desembarco en Daiquiri y Siboney sería protegido por la brigada de Castillo Duany.
Se transportarían 3000 cubanos desde Aserraderos hasta Siboney para ayudar a los americanos en el ataque a la ciudad. Sampson quería reeditar el plan de los ingleses en 1762 cuando tomaron La Habana atacando el castillo del Morro por tierra. García apostaba por su plan de desembarcar en Aserraderos, por eso concentró allí sus fuerzas, pero al final al conocer los informes ese mismo día por parte de Castillo Duany, cambió de opinión.
20 de junio.
Desembarca del buque americano en Aserradero, procedente de Sigua, el General Demetrio Duani, Jefe de la brigada de Ramon de las Yaguas. Se le asigna al Gral Agustín Cebreco ocupar la costa oeste de Santiago de Cuba y realizar una maniobra de distracción.
21 de Junio
A las 5 de la mañana parte desde Aserradero (al Oeste) en el barco americano Leone, escoltado por el Vixen y el Glocester partió el coronel Gonzalez Clavel con 630 hombres del ejercito Cubano. Estos comenzaron a desembarcar a las 4 de la tarde por las playas de Sigua y Verraco (al Este) y a las 8 de la noche estaban todos en tierra. Allí se reunieron con la Brigada de Ramón de las Yaguas (780 hombres) bajo el mando de Castillo Duany. A las 11 de la noche emprendieron marcha hacia la playa de Daiquiri.
22 de Junio
Los mambises toman las alturas que rodean Daiquiri y controlan el área de desembarco. El General norteamericano, Nelson A. Miles, reconoció que el poblado de Daiquiri fue abandonado e incendiado por los españoles, al conocer estos el desembarco del día anterior por las cercanas playas Sigua y Verraco, y que cuando se bombardeó el pueblo y las lomas circundantes murieron no pocos cubanos.
Mayor General Calixto García y su estado mayor en Santiago |
El contra almirante opinaba que se debía tomar primero por tierra "El Morro" y la "Socapa", para poder el penetrar en la bahía donde se hallaba la escuadra de Cervera. William Shafter, tirando para su lado, planteaba un ataque de la escuadra sobre las fortificaciones y bombardeo de la misma, con la intención de "ablandarla" un poco antes de que atacara el ejercito por tierra.
Según Calixto García, el artífice del plan que fue finalmente aceptado, el plan del general cubano Demetrio Castillo Duany, que propuso el desembarco de las tropas americanas en las playas del este de la ciudad y desde allí iniciar el avance sobre Santiago fue, al final, el más lógico y el aceptado. Como jefe de la brigada del ejercito libertador cubano que abarcaba los territorios de esa zona, conocía muy bien el terreno.
Shafter no tenía un plan determinado de desembarque, y García proponía un largo avance conjunto desde Aserradero hasta Punta de Sal, que se encontraba dentro de la Bahía Santiaguera. Este plan costaría ríos de sangre cubana y americana. Se acordó una maniobra de distracción de la Marina y los mambises al oeste de Santiago, mientras que el desembarco en Daiquiri y Siboney sería protegido por la brigada de Castillo Duany.
Se transportarían 3000 cubanos desde Aserraderos hasta Siboney para ayudar a los americanos en el ataque a la ciudad. Sampson quería reeditar el plan de los ingleses en 1762 cuando tomaron La Habana atacando el castillo del Morro por tierra. García apostaba por su plan de desembarcar en Aserraderos, por eso concentró allí sus fuerzas, pero al final al conocer los informes ese mismo día por parte de Castillo Duany, cambió de opinión.
20 de junio.
Desembarca del buque americano en Aserradero, procedente de Sigua, el General Demetrio Duani, Jefe de la brigada de Ramon de las Yaguas. Se le asigna al Gral Agustín Cebreco ocupar la costa oeste de Santiago de Cuba y realizar una maniobra de distracción.
21 de Junio
A las 5 de la mañana parte desde Aserradero (al Oeste) en el barco americano Leone, escoltado por el Vixen y el Glocester partió el coronel Gonzalez Clavel con 630 hombres del ejercito Cubano. Estos comenzaron a desembarcar a las 4 de la tarde por las playas de Sigua y Verraco (al Este) y a las 8 de la noche estaban todos en tierra. Allí se reunieron con la Brigada de Ramón de las Yaguas (780 hombres) bajo el mando de Castillo Duany. A las 11 de la noche emprendieron marcha hacia la playa de Daiquiri.
22 de Junio
Los mambises toman las alturas que rodean Daiquiri y controlan el área de desembarco. El General norteamericano, Nelson A. Miles, reconoció que el poblado de Daiquiri fue abandonado e incendiado por los españoles, al conocer estos el desembarco del día anterior por las cercanas playas Sigua y Verraco, y que cuando se bombardeó el pueblo y las lomas circundantes murieron no pocos cubanos.
Ese día desembarcaron 6000 americanos: Las divisiones de Lawton y Wheeler y la brigada de Bates. El 23 de Junio: Informado Lawton desde el día anterior que los españoles habían abandonado Siboney (había sido bombardeado) ocupa dicha playa a las 9:30 con dos regimientos, acompañado de Castillo Duany y las demás tropas cubanas.
Por este punto comenzó el desembarco a las 12 con la División del Garl Kent; y se mantuvo hasta la noche apoyado por los reflectores de los barcos. Por Daiquiri continuó ese día hasta las 4 de la tarde. Los españoles abandonan también los altos de Firmeza, donde estaban las minas de donde se sacaba el mineral para los embarcaderos de Siboney y Daiquirí.
A continuación les dejamos el intercambio de tipo ultimátum entre el general José Toral y Velázquez, último gobernador militar español que tuvo Cuba, y el general Shafter, quien le había dado 24 horas para que abandonaran Santiago antes de bombardearla.
MENSAJE DE WILLIAMS RUFUS SHAFTER A TORAL INSTÁNDOLE A LA RENDICIÓN DE LA PLAZA:
"Cuartel General de las Fuerzas de los Estados Unidos
Cerca del río San Juan, Cuba, 3 de Julio, 1.898.
Al Comandante General de las Fuerzas Españolas, Santiago de Cuba.
Señor:
Me veré obligado, a menos que capitule, a bombardear Santiago de Cuba. Por favor, informe a los ciudadanos de países extranjeros y a todas las mujeres y niños que deberán abandonar la ciudad antes de las 10 en punto de mañana por la mañana."
La respuesta de los mandos españoles no se haría esperar, en términos que no dejaban lugar a duda sobre las intenciones españolas:
Por este punto comenzó el desembarco a las 12 con la División del Garl Kent; y se mantuvo hasta la noche apoyado por los reflectores de los barcos. Por Daiquiri continuó ese día hasta las 4 de la tarde. Los españoles abandonan también los altos de Firmeza, donde estaban las minas de donde se sacaba el mineral para los embarcaderos de Siboney y Daiquirí.
A continuación les dejamos el intercambio de tipo ultimátum entre el general José Toral y Velázquez, último gobernador militar español que tuvo Cuba, y el general Shafter, quien le había dado 24 horas para que abandonaran Santiago antes de bombardearla.
Gral William Shafter |
MENSAJE DE WILLIAMS RUFUS SHAFTER A TORAL INSTÁNDOLE A LA RENDICIÓN DE LA PLAZA:
"Cuartel General de las Fuerzas de los Estados Unidos
Cerca del río San Juan, Cuba, 3 de Julio, 1.898.
Al Comandante General de las Fuerzas Españolas, Santiago de Cuba.
Señor:
Me veré obligado, a menos que capitule, a bombardear Santiago de Cuba. Por favor, informe a los ciudadanos de países extranjeros y a todas las mujeres y niños que deberán abandonar la ciudad antes de las 10 en punto de mañana por la mañana."
La respuesta de los mandos españoles no se haría esperar, en términos que no dejaban lugar a duda sobre las intenciones españolas:
General Toral y Velázquez |
"Santiago de Cuba, 3 de Julio 1.898.
Su Excelencia el General Comandante de las Fuerzas de los Estados Unidos, cerca del río San Juan:
Señor:
Tengo el honor de contestar a su comunicación de hoy, escrita a las 8,30 a.m. y recibida a las 1,00 p.m, demandando la rendición de esta ciudad; en caso contrario anunciándome que bombardeará esta ciudad y que advirtiera a las mujeres y niños extranjeros que deben abandonar la ciudad antes de las 10 en punto de mañana por la mañana.
Es mi deber decirle que esta ciudad no se rendirá y que informaré a los cónsules y habitantes extranjeros de los contenidos de su mensaje. Muy respetuosamente -JOSÉ TORAL.- Comandante en Jefe, 4º Cuerpo.
Fuentes: Foro 1898 // Punto de encuentro // Prensa Española // Francisco Pérez Guzmán: Radiografía del Ejercito Libertador 1895-1898, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1905 // Diario de campaña del general en jefe Máximo Gómez.
Su Excelencia el General Comandante de las Fuerzas de los Estados Unidos, cerca del río San Juan:
Señor:
Tengo el honor de contestar a su comunicación de hoy, escrita a las 8,30 a.m. y recibida a las 1,00 p.m, demandando la rendición de esta ciudad; en caso contrario anunciándome que bombardeará esta ciudad y que advirtiera a las mujeres y niños extranjeros que deben abandonar la ciudad antes de las 10 en punto de mañana por la mañana.
Es mi deber decirle que esta ciudad no se rendirá y que informaré a los cónsules y habitantes extranjeros de los contenidos de su mensaje. Muy respetuosamente -JOSÉ TORAL.- Comandante en Jefe, 4º Cuerpo.
LA RENDICIÓN
Luego de que el general Toral comprobara la destrucción de su escuadra y teniendo en cuenta que sus hombres llevaban días sin dormir, con hambre y para colmo agotadas las reservas de agua, se hace un alto y se procede a dar sepultura a toda prisa a los muertos. A los heridos se les cura en las trincheras.
Toral aprovecha y envía a sus oficiales un mensaje: "Santiago no se rinde. Pido a los cónsules extranjeros que organicen la evacuación de los 30.000 civiles que viven en la ciudad". Siete días mas tarde empezaría el dramático éxodo. Se iniciaba así una peregrinación interminable de la casi totalidad de los habitantes de Santiago hacia "El Caney".
Allí pasarían muchísimas penurias en el improvisado campamento donde encontraron refugio. Por fin, al mediodía del sábado 16 de julio, Toral recibe la autorización para capitular. Los soldados entregarán los fusiles, pero los oficiales podrán guardar sus espadas.
Todas las tropas españolas de la provincia de Oriente (más de 20.000 hombres), serán repatriadas por cuenta de los dólares americanos en barcos de la compañía española Transatlántica, un formidable negocio para unos pocos españoles que no le hacían asco al momento.
Luego de que el general Toral comprobara la destrucción de su escuadra y teniendo en cuenta que sus hombres llevaban días sin dormir, con hambre y para colmo agotadas las reservas de agua, se hace un alto y se procede a dar sepultura a toda prisa a los muertos. A los heridos se les cura en las trincheras.
Toral aprovecha y envía a sus oficiales un mensaje: "Santiago no se rinde. Pido a los cónsules extranjeros que organicen la evacuación de los 30.000 civiles que viven en la ciudad". Siete días mas tarde empezaría el dramático éxodo. Se iniciaba así una peregrinación interminable de la casi totalidad de los habitantes de Santiago hacia "El Caney".
Allí pasarían muchísimas penurias en el improvisado campamento donde encontraron refugio. Por fin, al mediodía del sábado 16 de julio, Toral recibe la autorización para capitular. Los soldados entregarán los fusiles, pero los oficiales podrán guardar sus espadas.
Todas las tropas españolas de la provincia de Oriente (más de 20.000 hombres), serán repatriadas por cuenta de los dólares americanos en barcos de la compañía española Transatlántica, un formidable negocio para unos pocos españoles que no le hacían asco al momento.
Los insurrectos cubanos no entrarían en Santiago de Cuba ni estarían presentes en la rendición oficial en el Palacio del Gobernador. Rendirse ante los Americanos sí, pero jamás ante el ejército Cubano. Hubiera sido insoportable lo que de por sí era ya una terrible humillación.
Es por eso que los mandos Americanos recibieron la orden desde Washington de complacer a España manteniendo al margen a los cubanos, evitar también algún tipo de conflicto revanchista, y por supuesto, acabar de una vez con aquello.
Fuentes: Foro 1898 // Punto de encuentro // Prensa Española // Francisco Pérez Guzmán: Radiografía del Ejercito Libertador 1895-1898, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1905 // Diario de campaña del general en jefe Máximo Gómez.