lunes, 10 de octubre de 2022

Eulalia: La Borbona mambisa y pionera del feminismo

La Infanta Eulalia de Borbón, sentada junto a su esposo Don Antonio de Orleans. La Habana, Mayo de 1893

Eulalia de Borbón era la hija más pequeña de la (supuesta) relación entre Isabel II y su marido Francisco de Asís de Borbón. Gran parte de su infancia Eulalia la vivió en el exilio, ya que cuando solo contaba con 4 años la Revolución Gloriosa (1868), expulsó a su madre y a toda su familia de España.

En 1886 Eulalia decide casarse cuando tenía 22 años con su primo Antonio de Orleans. Durante el matrimonio tuvieron dos hijos (y un tercero que nació muerto). Como consecuencia de su periplo por Europa, Eulalia llegó a dominar los idiomas francés, inglés, alemán e italiano. Sin embargo no tarda mucho en tener problemas conyugales, y esta situación finalmente desemboca en un divorcio.

Este divorcio tuvo mucho impacto en la corte española, en ese momento muy conservadora. Fue Eulalia la primera mujer de la familia real que se divorciaba, de manera que perdió muchos favores de la familia. Ya totalmente independiente empieza a viajar al extranjero y, a partir de este momento, se convirtió en una viajera empedernida que no dejó de causar polémicas. 

Lo que queda de su otrora castillo manchego de Saelices, en Cuenca, propiedad de los Borbones. La finca se encuentra en un recodo en mitad del monte, muy cerca del yacimiento celta y romano de Segóbriga, y no es más que un amasijo de vigas de madera y mampostería derruida. 

Así, por ejemplo, inició un viaje a la Habana en 1893, siendo ella la primera de la casa real española en visitar la capital cubana, 126 años antes de que el rey Felipe y la reina Letizia hicieran el suyo en el 2019. 

En carta de Eulalia a su madre, la reina Isabel II, sobre su estancia en la antigua villa le escribe:

"No puedes figurarte hasta qué punto La Habana y yo formamos un solo cuerpo y un solo pensamiento",  - "calor aparte" - es una ciudad única, espléndida, galante, hecha al estilo europeo y al señorío criollo".

Para más polémica, se bajó del barco en la Habana vistiendo un traje con los tres colores de la entonces rebelde y proscrita bandera criolla, el blanco, el rojo y el azul. De hecho las memorias de aquel viaje describieron aquel vestido como "El vestido insurrecto". 

Al respecto dijo: 

"Cuando llegué al Palacio del Capitán General -construcción de purísimo estilo colonial que me sorprendió por su severo lujo- tuve que cambiarme aquel traje díscolo, revolucionario e inquietante, que me estaba vedado de usar en Cuba".

Estando en Cuba, que fue una de las escalas de su viaje hacia los Estados Unidos donde había sido invitada por el presidente Grover Cleveland a visitar la exposición universal que se celebraba ese año en Chicago con motivo del IV centenario del descubrimiento de América, se convirtió en una ferviente defensora de la causa independentista Cubana.

Imagine semejante posición, cuando su familia era la que reinaba en España y en la colonia caribeña en ese momento. Dos años más tarde estallaría la llamada "Guerra Necesaria", organizada por José Martí en 1895, que terminaría con la victoria de Estados Unidos y la salida Española de Cuba y además de Puerto Rico y Filipinas. 

Al partir, Eulalia dejó escrito lo siguiente: 

"Al partir, mi corazón se ha apretado como si nunca más tuviera que volver a pisar esta tierra tan fecunda, este país encantador donde los sentimientos son tan vivaces como las plantas y los árboles. Me ha parecido que dejaba detrás de mí algo de mí misma". 

Por cierto, sería bueno señalar que no solo fue Eulalia. Antes de Felipe y Letizia llegaran a Cuba en 2019, también había estado el que fuera príncipe de Asturias y heredero al trono, Alfonso de Borbón y Battenberg, aunque para entonces había renunciado a la corona por casarse con la criolla Edelmira Sampedro y Robato.

Pionera Feminista 

Mientras estaba en París en 1911, publica un libro donde apoya claramente el divorcio y el derecho a la mujer de ser independiente del hombre. Esto enfadó tanto a su sobrino Alfonso XIII, que la condenó al exilio durante diez años. Eulalia aprovechó la situación para seguir viajando por el mundo y adquirir mucha mas cultura e independencia.
La infanta que desafió a Alfonso XIII

Visitó países tan dispares como Estados Unidos, Noruega, Alemania e incluso Rusia. En estos viajes tuvo relaciones con las más importantes familias reales y personalidades de la Europa de la época. Con algunos de ellos incluso parece que tuvo relaciones amorosas, que fueron escondidas para evitar escándalos.

Sin duda Eulalia de Borbón fue una mujer indómita, contestataria y rebelde para su época, y lo siguió siendo hasta que le llegó la muerte. De hecho acabó viviendo sus últimos años en la ciudad de Irun, frontera de la ciudad vasca de Guipúzcoa con Francia, contando con un permiso especial del Caudillo gallego Francisco Franco.

Tags