martes, 25 de octubre de 2022

Guimareros en la guerra de independencia Cubana

Soldados Españoles embarcados en Cuba 

¿Sabía usted que el generalísimo Máximo Gómez, comandante en jefe de las tropas insurrectas cubanas, tenía entre sus escoltas a un sargento Güimarero?. Se trata del gentilicio usado para las personas que son oriundas de Güímar, una localidad situada en la isla de Tenerife?.

Güímar es un pequeño municipio situado al sureste de la isla de Tenerife, la mayor en extensión de las islas Canarias, que colinda con las localidades de Arafo, la Orotava y Fasnia, que son poblados muy conocidos en general. Allí está situado un importante punto de observación astronómico, ya que las islas ocupan un lugar privilegiado en la observación del cosmos para los centíficos.

Aunque hoy no se parece en nada a esa foto que es del siglo XIX, Güímar cuenta hoy con alrededor de 20 mil habitantes, cuando a finales del siglo XIX tenía menos de 5000. Sin embargo, en comparación, fue una de las regiones que más soldados y oficiales isleños incorporó a la guerra de independencia en Cuba.

Según la prensa local de la época, fueron 19 los que tomaron parte en la guerra de Cuba, la mayoría en las filas del ejercito Español, y lo hicieron como soldados de reemplazo. (Servicio Militar) Así mismo, participaron varios oficiales que solicitaron ser enviados a Cuba voluntariamente, ya que con ello pretendían ascender y mejorar su status militar. 

Se tiene conocimiento que fueron diez los que combatieron durante la “Guerra de los Diez Años” (1868-1878), y uno de ellos murió en esta confrontación. Por otro lado otros ocho lo hicieron en la “Guerra Chiquita” (1879-1880) y en esta murieron los hermanos don Faustino y don Nicolás Campos Núñez. Esta guerra duró pocos meses, porque desde su inicio fue destinada al fracaso.

Entre los oficiales que más alta graduación alcanzaron están los hermanos don Francisco Gutiérrez Marrero (1845-1895), que obtuvo los grados de comandante de Infantería mientras que su hermano, don Waldo Gutiérrez Marrero (1865-1947), llegó a ser general de brigada de esa misma rama militar.

Fotografía de Guimar a finales del siglo XIX

Ejercito libertador cubano

Solo tres Güimareros participaron en la guerra del bando independentista Cubano, sin embargo se trata de un dato que no puede ser considerado absoluto ni mucho menos. No obstante, el importante periódico conservador "Diario de la Marina" tuvo entre sus periodistas el editor Miguel Espinosa, oriundo de Güímar, que trabajó como redactor político de este diario, y es lógico suponer que se haya tomado especial rigor a la hora de publicar los datos de sus paisanos, ya sea en uno o del otro bando. Ellos fueron:

Telesforo Fariña Rodriguez.

Emigró a Cuba en 1895 a los 32 años de edad, e ingresó en el Ejército Libertador. En 1898 había alcanzado el empleo de subteniente del Primer Regimiento de Infantería (Serafín Sánchez), de la 1ª Brigada de la 1ª División del 4º Cuerpo, perteneciente a la provincia de Santa Clara.

Juan de Dios de la Rosa.

Nació en el pago de El Escobonal en 1870. El 6 de diciembre de 1895, a los 25 años de edad, entró a servir en el Ejército Libertador de Cuba. Y en 1898 ya era sargento del VI Cuerpo de dicho Ejército; por entonces figuraba como labrador. Alcanzó el empleo de sargento 1º del 2º Regimiento de Infantería (Aguilera) de la 1ª Brigada de la 1ª División del 6º Cuerpo, perteneciente a la provincia de Pinar del Río.

Juan Lugo Duque. 

Nació en el pago de Lomo de Mena en 1873. El 6 de diciembre de 1895, a los 22 años de edad, pasó al Ejército Libertador de Cuba donde ya para el 1898 había alcanzado el grado de sargento. Se desempeñó como escolta del mayor general Máximo Gómez. Luego ascendió a subteniente del Cuartel General, en el Estado Mayor Mambí.


Sobre los Canarios que participaron codo con codo con las fuerzas Cubanas, nuestro apóstol José Martí, que por ser su madre natural de Gran Canaria le tocaba el tema directamente, dijo lo siguiente: 

«No es raro que el hijo de las Canarias, mal gobernado por el español, ame y procure en las colonias de España la independencia que por razones de cercanía, variedad de orígenes, y falta de fin bastante, no intente en sus islas propias. 

Míseras viven, sin el regalo y alegría las poéticas Canarias; y no pría bajo español aquel volcán de la naturaleza más que campesinos que no tienen donde emplear su futuro y honradez, y un melancólico señorío, que prefiere las mansas costumbres de su terruño a la mendicidad y zozobras de la ingrata corte. 

¿Qué ha de hacer, cuando ve mundo libre, un isleño que padece del dolor del hombre que no tiene en su tierra nativa dónde alzar la cabeza, ni dónde tender los brazos?» 

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