¿Latino de que?. Hispanoamericano y a mucha honra
Ser o considerarse Latino viviendo de México hacia abajo no es ningún problema, el problema está en asumirlo y creérselo cuando en realidad no lo somos.
El filósofo y político chileno, Francisco Bilbao Barquín, fue el primero que uso el termino "latinoamericano". Lo hizo durante un congreso en París el 22 de junio de 1856 y se lo aplicó a todos los países de América, desde México hacia la Patagonia, y desde entonces así se quedó a conveniencia de no se sabe quien.
De hecho en sus obras literarias inició el uso del término "latino" y "América latina" en oposición intencionada contra lo "hispano americano" e "hispanoamérica". Desconocemos si el señor Bilbao, que fue excomulgado por la iglesia, se percató entonces del error que cometía a la hora de llamar latinoamericano a un Jamaicano o cualquier otro habitante de las islas del Caribe, excepto Cuba, Puerto Rico y República Dominicana.
Es que el único pretexto que pudo argumentar este anti católico y revolucionario huido a Europa, fue que el idioma Español y el Portugués, en el caso de Brasil, eran lenguas que procedían del Latín. Pero por esa regla de tres el catalán, el gallego, el francés, el italiano e incluso el Rumano entre otras lenguas europeas, también provienen del Latín y no por ellos son Latinos. Pero aun así no es motivo para que los habitantes de la América Hispana -incluso Brasil - seamos considerados "Latinos".
Debería darnos pena, a los que nos autodenominamos así, que sean los norteamericanos quien nos catalogan correctamente. Lo vemos a diario en sus películas y series, policiacas sobre todo, cuando los sospechosos que proceden del sur del continente les llaman "HISPANOS".
¿Latinos de que?.
Ni el mismo almirante Cristóbal Colón, que fue quien nos descubrió, hablaba el Latín. Al menos no en los escritos que dejó, los cuales fueron redactados en castellano antiguo o medieval. También hablaba catalán, aseguran los historiadores, ya que estos señalan que se crio bajo el reino de Aragón en España. ¿Pero Latín? que sepamos no, lo que no quiere decir que no lo hablara llegado el momento.
Los únicos verdaderos Latinos que reconoce la historia son los habitantes de la Lacio Italiana, región del centro de Italia a la cual pertenece Roma. Ellos si eran Latinos de pura cepa, al menos desde hacía 2000 años antes de Cristo, más que nada porque su lengua materna era el Latín precisamente. Se trataba de un valle o planicie, de ahí lo de "lazio en italiano o Latium en Latín", el cual colindaba al norte con la Toscana, al sureste con Molise, al sur con Campania y al oeste con el mar Mediterráneo.
¿Y que tiene que ver los Lacios con América, si su origen venía de los indoeuropeos, faliscos o etruscos?, absolutamente nada. Por tanto llamar "Latino" a una persona por el simple hecho de que hable una lengua que hace miles de años derivó del Latín, es tan descabellado como absurdo o como mal intencionado en el peor de los casos.
Y si en este caso consideramos a Brasil dentro de este abanico, pues hablaríamos entonces de Iberoamericanos, ya que aunque ellos no fueron colonizados por los Españoles si no por Portugueses que eran de la península Ibérica, y además el Portugués es otra de las lenguas derivadas del Latín. Y eso es lo que somos en realidad, Hispano-americanos, porque descendemos de Españoles, pero jamás de Italianos.
Otra cosa muy distinta es que nuestro idioma proceda de un Latín llamado tardío. De hecho los Latinos no tenían ni escritura, y no fue hasta 300 años después de Cristo que el llamado "Latín Clásico" la incorporó. Es de aquí - precisamente - de donde procede en realidad la lengua que hablamos.
Por tanto usted puede llamarse como le venga en ganas, si eso le hace feliz, pero en el caso de nosotros los Cubanos, como el resto de este continente, le aseguro que "Latinos" no somos para nada. Este continente, de México hacia la Patagonia, se llama Hispanoamérica, les guste o no a los anti españoles, y nosotros, los habitantes, somos hispanoamericanos pero jamás Latinos.
América, desde México hasta la Patagonia, ha sido, y sigue siendo, como una extensión de la misma España y a la vez España es el conjunto de nuestros países, más que nada porque somos hijos y nietos y bisnietos de aquellos que un día ayudaron a conformar nuestra raza.