jueves, 30 de marzo de 2023

Beba Loynaz, poeta y sicaria del ABC

Mansión de la calle 19 invadida por ocupas de otras provincias

En el año 1924, Cuba se preparaba para celebrar elecciones presidenciales para sustituir al presidente Alfredo Zayas. 
El general del ejército libertador y político conservador, Mario García Menocal, era uno de los candidatos, el otro, de tendencia liberal, era médico y coronel del mismo ejército, Carlos Mendieta, mientras que un tercero, general y liberal también, Gerardo Machado y Morales, se perfilaban como el de más posibilidades. Aún así se trataba de una lucha fratricida "entre ex mambises".

Machado contaba con un tipo muy sagaz políticamente hablando, Clemente Vázquez Bello, que a la postre fue considerado el artífice de su victoria y por barrida. El general Machado ganó en 5 de las 6 provincias Cubanas de entonces. Y como algunos de aquellos Cubanos no les gustaba perder "ni a las escupías", apareció un grupo terrorista ABC que lo sentenció a muerte y entre ellos estaba Flor, alias Bebita.


Al mediodía del martes 27 de septiembre de 1932, Vázquez Bello salía del exclusivo "Habana Yacht Club" en dirección a su residencia “El Bohío”, en el reparto "Country Club Park". El entonces presidente del Senado y del Partido Liberal viajaba en el asiento trasero de su Lincoln conducido por Julio Suárez y a su lado un policía de apellido Inerarity, en ese momento en funciones de guardia personal. 

El vehículo tomó la avenida Gran Boulevard (actual 146) en dirección a 25 y, al rebasar el puente sobre el río "Quibú", que en aquel entonces era de hierro, un auto apostado previamente en la entrada de la calle 17 (al costado del Palacio de las Convenciones) con 5 integrantes del comando terrorista ABC y armados con escopetas recortadas, le tirotearon por detrás a la altura de las calles 146 y 19.

Vázquez Bello quedó arrodillado y su cabeza recostada contra el espaldar del asiento delantero. Había recibido no menos de diez balazos, alguno en la nuca que le provocó una muerte casi instantánea. El chofer Suárez fue herido levemente, pero recuperó el control y arrancó rápidamente en dirección al Hospital Militar de Marianao, donde Bello fue declarado muerto nada mas llegar.

Ejemplar del periódico "El Sol" detallando la noticia 

El policía y escolta Inerarity, quien se había tirado del auto, disparó las ocho balas de su arma contra los atacantes y logró escapar ileso. La primera parte del plan de ABC se había cumplido. Pero esto no era todo. Los terroristas se guardaban no lo mejor, sino lo peor para los finales.

Al asesinar a Vázquez Bello, amigo íntimo de Machado y cerebro de su elección y hombre de gran influencia política en el gobierno, se suponía la asistencia del presidente en persona y de altas figuras de su gabinete al sepelio que se iba a efectuar en el panteón de la familia Truffin, en el Cementerio de Colón en la Habana.

Flor (Bebita la sicaria)

El ABC fue una facción terrorista fundada en Cuba en 1931, que se posicionó diametralmente en contra del general y presidente Machado. Entre sus filas se encontraba el periodista Jorge Manach, quien fuera después ministro de Fulgencio Batista y autor de la biografía de José Martí. 

También el economista Joaquín Martínez Sáenz, el músico Amadeo Roldán, Juan A. Lliteras, Ramón O. Hermida, Carlos Saladrigas e incluso los generales José Martí Zayas-Bazán, hijo del Apóstol y Manuel Piedra Martell entre otros. Además se nutría con estudiantes del directorio estudiantil universitario con Eduardo Chibás, después ortodoxo, al frente. 

A este movimiento pertenecía Bebita la sicaria, hermana de la insigne poetisa Dulce María Loynaz y que fuera uno de los participantes en el atentado a Vázquez Bello. Fue Bebita la que conducía el auto FIAT de donde salieron algunos de los disparos hechos en el puente de “El Laguito”. 

Impactos de bala. Hoy este FIAT, propiedad de Flor, se encuentra en un museo

No se sabe si fue ella la que asesinó al presidente del senado, pero desde un Cadillac les dispararon a ellos también y en su auto quedaron las huellas de la respuesta de la escolta como prueba irrefutable, como se aprecia en la foto. Ese FIAT, del año 1930, que pertenecía al padre de las Loynaz, jamás fue encontrado por la policía, ya que lo escondieron en el techo de la mansión bajo un cobertizo que le fabricaron encima para que no se viera desde fuera. 

La segunda parte de este plan no se cumplió de puro milagro. 

Habían excavado un túnel que iba directo hasta el panteón donde sería enterrado Vásquez Bello en la necrópolis de Colón y, una vez llegado a la parte de abajo de la cripta, colocaron una fuerte carga explosiva que harían estallar en el momento en que Gerardo Machado asistiera al entierro de su gran amigo. 

Fue cargado con 259 libras  de dinamita (120 kilos) en 134 cartuchos de “cheddite”, un explosivo de alto poder que sería accionado por un cable a más de 700 metros de distancia. Gracias a dios no se llegó a realizar.

Milagrosamente la esposa Regina Truffin, (la dueña de los terrenos donde se edificó el cabaret Tropicana) estaba en los Estados Unidos en proceso de divorcio, y entonces se decide en el último momento enterrar a Vázquez Bello en su natal Santa Clara, cumpliendo así con la voluntad del difunto. 

Aquel artefacto se conoció como la "Bomba Sorbetera", ya que utilizaron los recipientes de las sorbeteras automáticas de helado para colocarlas. Poco después fue alertada la policía y los explosivos fueron descubiertos y desactivados.

Aquella deflagración no solo hubiera costado muchas vidas, si no que hubiera destruido también una gran parte del valioso patrimonio de esa necrópolis. La tarde del mismo día del atentado, Machado pasó a cumplir su promesa, su venganza, aunque aquella tarde fue también el comienzo de su fin. 

Los hermanos, representante Gonzalo Freyre de Andrade, el abogado Guillermo Freyre de Andrade y Leopoldo Freyre de Andrade, ingeniero azucarero y opuesto a los planes de Machado para la economía azucarera, estuvieron entre los represaliados, mientras que el representante Miguel Ángel Aguiar, quien había participado en una fallida revuelta en agosto de 1931, logró sobrevivir a cuatro balazos.

Con el tiempo Marchado terminó cayendo en agosto de 1933 y marchando hacia las islas Bahamas. Fue el último de los militares del ejército libertador que posaron sus glúteos en la poltrona presidencial. A partir de aquí, fueron otros los protagonistas. Eso sí, antes de marchar, pronunció una palabras que a la postre resultaron proféticas.... 

"Después de mi, el caos". 
(Ni Nostradamus lo hubiera dicho mejor)

Fíjese si fue así, que lo que vino después fue - salvo algunas excepciones - robo, latrocinio, bandidaje, mafia, un golpe de estado y como si fuera poco, 64 años de brutal comunismo. Su sustituto - interino - fue uno que, como su padre en octubre del 1873, salió del congreso con el "rabo entre las patas", el Dr Carlos Manuel de Céspedes y Quesada

Hoy el cadáver de Machado y de Elvira, su difunta esposa, descansan en el Cementerio Norte del Parque Woodlawn, en la ciudad de Miami. Con los años el ABC, que aun siendo terrorista y que su agente en París era nada menos que el aparente buena gente Alejito Carpentier, transitó hacia una asociación cívica y, por último, en un partido político. En ese proceso dejó a un lado la lucha armada, asumió posiciones pacifistas y civilistas y se integró al tejido democrático del país.

Estos hermanos Loynaz no estaban muy bien mentalmente que digamos. Flor, que se llamó así porque su padre, el general del ejército libertador Enrique Loynaz le puso el nombre de su amigo el mayor general Flor Crombet, vivió sola, cautiva, como en su mundo, muy descuidada y mal alimentada en su residencia "Santa Bárbara" en la Coronela, barrio de la Lisa, al oeste de la Habana, mientras que sus otros dos hermanos, Enrique y Carlos Manuel, el primero dormía con una calavera en la cama mientras que el otro se paseaba por los senderos del jardín aledaño vestido de clérigo. 

El escritor Luis García de la Torre contó en su libro "La Familia Loynaz y Cuba", publicado en el 2017, que él personalmente le presentó años después a una nieta del finado Clemente Vázquez Bello. Flor la miró y le dijo: “¿Tú sabes la historia, muchacha?... Hijita, pero eso fue hace tanto tiempo que tú no me tendrás rencor ¿verdad?”. Flor murió un 22 de junio de 1985.

Por cierto cuando el poeta andaluz Federico García Lorca visitó Cuba, congenió muy bien con Flor, no así con Dulce María. El poeta le regaló el borrador de su obra "Yerma", que luego Flor vendió a Marta Arjona Pérez, una pintora que llegó a ser presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural y que ocupó cargos en el Fondo de bienes culturales. ¿Dónde está esa copia?... 1,2,3 adivine usted. Probablemente donde mismo está el diamante original del capitolio.

Tags