jueves, 2 de marzo de 2023

Maximo Gómez se ve superado por el caudillismo de las Villas


Un día como hoy, 2 de Marzo del año 1876, el general del ejercito libertador cubano, Máximo Gómez, solicita una reunión urgente con el gobierno en armas para analizar las indisciplinas de los Caudillos en la región de las Villas. 

Se trataba de una serie de actos de puro regionalismo, protagonizados por jefes y tropas villareñas, negados a aceptar la autoridad de jefes que no fuera de su terruño, así como la negación y freno a los planes de Gómez de llevar la guerra hacia la zona occidental de Cuba. Así los plasmó el generalísimo en su diario de campaña... 

"Permanezco hasta el 26 que acabo de despachar comisión 27 al Gobierno, el 27 en marcha hasta Purialito y continúo al día siguiente otra vez para Remedios donde llego el 29. 

El objeto de ésta marcha es tristísimo, es para ver cómo encuentro el medio de arreglar las "intriguillas" de los Villareños en contra del General Sanguily y los Camagüeyanos, que ahora más que nunca - y con inaudito descaro - se ponen en juego con mengua y retraso de la revolución".

Indisciplinas 

Entre las principales facciones que originan estas indisciplinas se encuentran la Sociedad Secreta Unidad Villareña o Republicana, que estaba en contra de los jefes y oficiales orientales y camagüeyanos. Esta agrupación ejercía el mando de las tropas en esa región central, y a tal efecto el 4 de agosto de ese año organizaron un motín capitaneado por el Comandante Ángel Mayo que se situó frontal contra todo jefe que no fuera Villareño. 

En reuniones celebradas en las zonas de Remedios y Sancti Spíritus, los villareños, entre los que se encontraba el Teniente Coronel Serafín Sánchez, acordaron solicitar la deposición de Gómez y de cuantos generales, jefes y oficiales no villareños tuviesen mando en las tropas dislocadas en ese territorio, así como designar a Roloff como nuevo general en jefe de Las Villas. 

Consecuencias 

Estas exigencias provocaron un conjunto de movimientos en los cargos de jefes y oficiales ocupados por orientales y camagüeyanos, decididos por el propio Mayor General Máximo Gómez.

Por ejemplo el 1 de septiembre de 1876, entre los que se encontraban la separación del Mayor General Sanguily, los coroneles Rafael Rodríguez y Enrique Loret de Mola, el Teniente Coronel Julio Díaz y otros, en cuyos cargos situó a jefes villareños; aunque carecieran de cualidades y aptitudes para ellos. 

El 1 de octubre de 1876, el Mayor General Carlos Roloff, que había sustituido a Sanguily, se presentó ante Gómez para informarle que la mayoría de los jefes y oficiales villareños deseaban su renuncia al mando y lo aclamaban a él (Roloff) como jefe superior, lo cual se hizo efectivo el 10 de diciembre de 1876, con la salida del Mayor General Gómez como jefe del Departamento Occidental de la Isla. 

Ante tales hechos, de nuevo, ni el presidente Estrada Palma, ni la Cámara de Representantes, fueron capaces de resolver la situación que se había creado en Las Villas. Las indisciplinas y manifestaciones de regionalismo resquebrajaron la unidad revolucionaria y provocaron la frustración de los planes de invasión hacia las provincias occidentales. Al menos en ese momento.

Sus anotaciones lo dejan claro....

"He lomado mientras tanto, todas la medidas que me han parecido oportunas para sostener el orden, pero todo será inútil, porque los Villareños, son ingobernables por jefes que no sean de las Villas. 

Durará por mucho tiempo,—mientras prevalezca la ignorancia y la ambición,—la misma predisposición contra todo lo que no sea Villareño, sobre todo contra el Camagüey— por ocurrencias, según ellos, que datan desde los primeros tiempos de la revolución, y los mal intencionados explotan la ignorancia de esta pobre gente para hacer lo que conviene a sus miras particulares". 

Maldita Hemeroteca

Fuente: Diario de campaña de Máximo Gómez  / Historia Militar de Cuba 1510-1898

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