jueves, 16 de noviembre de 2023

CUBA 1952-1958: Terrorismo puro y duro


La dictadura de Fulgencio Batista duró desde el diez de marzo de 1952, hasta el ultimo día del año 1958. En ese periodo se cometieron en Cuba cientos de atentados y asesinatos políticos.

Según las cifras de "Archivo Cuba", 1588 han sido atribuidas a la dictadura batistiana, mientras que sus opositores causaron 444 víctimas por diferentes motivos, 193 en atentados y ejecuciones. Entendemos que es posible que estas cifras no estén exentas de errores, pero al menos se aproximan bastante y nos brindan una idea de aquel terrible panorama sobre todo.

Aún así, no es secreto para nadie que tanto la Federación Estudiantil Universitaria, el Directorio Revolucionario como el Movimiento 26 de Julio de Fidel Castro, basaban su lucha usando la violencia y efectuando actos terroristas, lo mismo por asesinatos que por medio de la colocación de bombas que llenaron de luto no pocos hogares en Cuba. 

Para que se tenga una idea, la página "foresightcuba" estimó que entre el año 1957 y los primeros 6 meses del 1958, los terroristas anti batistianos - dígase cualquiera de estas organizaciones llamadas revolucionarias - causaron con sus atentados pérdidas materiales valoradas en 23.3 millones de dólares, que si tenemos en cuenta la cuesta inflacionaria a día de hoy serían 226 millones.

Sin embargo, lo verdaderamente peligroso de esto fue que en no pocas ocasiones esos artefactos eran colocados en sitios de gran interés social, ya que atentaban contra los suministros de agua y electricidad de las ciudades e incluso peor aún, sitios de bastante afluencia pública incluyendo escuelas de enseñanza primaria que ya es mucho decir.

A raíz de la colocación de una bomba en la escuela primaria No 3 de Alquizar, perpetrado por el terrorista Hilario Chile Camejo, condenado a prisión por este hecho, la revista Bohemia publicó un artículo denuncia en relación con estos hechos detestables, y sepa que esa revista no tenía nada de Batistiana, todo lo contrario, su director Miguel Ángel Quevedo era un declarado opositor al régimen del 52.    


El 30 de octubre del año 1953 incendiaron dos escuelas en la provincia de Matanzas, la número 9 y la número 13, mientras que el 19 de agosto de 1957 la Central de Trabajadores de Cuba se vio obligada a emitir un comunicado de protesta por estos atentados en las escuelas, sobre todo los de ese año, que tenían el propósito de impedir el comienzo del curso escolar. Aún así no les importó, y el 13 de febrero del siguiente año otras dos bombas explotaron en sendos centros escolares, una en Santa Clara y la otra en Artemisa, causando solamente daños materiales afortunadamente.

Si una vía en la Habana era concurrida esa era la calle San Rafael, y allí, en 1956 y sin importarle quien podría salir herido, el terrorista Juan Pedro Carbó Servía, alias "El Flaco" colocó uno de estos artefactos, por lo que fue enjuiciado el 11 de marzo de ese año. Por otro lado recordemos que fueron miembros del directorio quienes ajusticiaron al teniente coronel Antonio Blanco Rico en el cabaret "Montmartre". 

Ni siquiera era su objetivo, pero aun así esa noche "había que ajusticiar a alguien". Esa muerte ha sido catalogada por el castrismo como una acción de la "justicia revolucionaria", mientras que la llevada a cabo por las fuerzas del orden en el edificio "Humboldt" No 7 donde se escondía Fructuoso Rodríguez, un "sangriento y vil asesinato". Todo depende de que bando "ponga el muerto".



Un mes después, el once de marzo, su compañero de tropelías, Fabio Muñoz Gide colocó otra en el 5to piso del popular edificio "Manzana de Gómez", causando varios heridos. No habían pasado ni dos meses y los terroristas Walter M. Villares Rivas y el español Daniel Martin Labrandero, resultaron detenidos cuando intentaban volar el túnel de "Kasalta", el que pasa por debajo del río Almendares, que hubiera causado un verdadero desastre humano.

Ni hoteles, ni emisoras de radio, ni teatros o cines, ni ayuntamientos, ni conventos e iglesias, ni siquiera el hospital de dementes "Mazorra", es que nada escapaba a esta ola de violencia que incluyó los intentos de asesinato del representante Cándido Mora Méndez en La Habana, donde resultó muerto su chofer, y del ministro y delegado a la constituyente de 1940, el doctor Santiago Rey Pernas, entonces ministro de gobernación durante el gobierno de Fulgencio Batista.

Sin embargo uno de los atentados que más impacto causó en aquella etapa fue el perpetrado por el movimiento 26 de Julio castrista el uno de noviembre de 1958, contra un avión de Cubana que hacía el tramo entre las ciudades de Miami y Varadero. Esta acción, en la que fueron identificados los terroristas Raúl Rolando Rodriguez Villegas, Pedro Valdez Orta, Erasmo Aponte, Manuel Fernández Falcon y Edmundo Ponce de León, causó la muerte de 17 personas.

Entre los fallecidos se encontraban tres niños y una mujer embarazada de nombre Ana María Méndez Martínez, natural de Cárdenas en Matanzas. El 16 de noviembre de ese año, la revista "Gente" publicó un terrible reportaje donde mostraba la impactantes imágenes de los cadáveres rescatados en la bahía de Nipe, muchos de ellos destrozados e irreconocibles, que tituló: "La Hazaña" aérea del M-26-7.

Maldita Hemeroteca

Fuente: Revistas Bohemia y Gente, periódico New York Times y fuentes de Internet.

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