miércoles, 31 de julio de 2024

TROCADERO: París, Cádiz y la Habana

Plaza Trocadero en París

Conocido como Passy, y situado en el distrito 16 de París, el barrio de Trocadero es el más elegante de todos en la capital Francesa. 

Situado a un lado del río Sena, es donde vive la gente rica, donde están localizados importantes museos y palacios, selectas tiendas y varias sedes diplomáticas de varios países. Su plaza esta dotada de hermosos jardines y exuberantes fuentes, donde ofrecen una vista inigualable hacia la mítica torre Eiffel.

En la Plaza del Trocadero está el Palacio de Chaillot, construido para la Exposición Universal de 1937. En sus instalaciones encuentras el Museo de la Marina, el Museo del Hombre y el Museo de la Arquitectura. También está junto a la Plaza del Trocadero el Acuario de París, lugar popular para familias con niños que está incluido en el pase para ahorrar llamado Paris Pass.

Para los juegos olímpicos, la plaza Trocadero ha sido elegida como una especie de pasarela, donde los miles de turistas que asisten a los juegos pueden conocer -personalmente- a los distintos atletas premiados. También se pueden seguir las finales en las pantallas gigantes instaladas en esta plaza, para compartir la emoción, disfrutar de un programa artístico cuidadosamente seleccionado y comer en los patios de comidas de verano.

CADIZ

Hay otro Trocadero, el nombre de una batalla celebrada en Cádiz, España, el 31 de agosto de 1823. Las fuerzas francesas llegaron hasta esa ciudad y la asediaron hasta donde estaba el fuerte del Trocadero, en Puerto Real, fortaleza que controlaba su acceso y que resultó tomada por los franceses el 3 de octubre. Aquellos sucesos se precipitaron cuando Cádiz había dado luz a La Pepa, nombre como llamaban a la primera Constitución española, sin embargo tras la marcha del ejército de Napoleón, Fernando VII la derogó y restauró la monarquía absoluta hasta 1820.

LA HABANA

El otro Trocadero, en la Habana, no puede decir lo mismo ni del punto de vista histórico, ni mucho menos estético. Sin embargo, lo que es historia, el Trocadero habanero tiene también la suya. También tuvo su casa el famoso consul norteamericano Frank Steinhart, nombre que llevó muchos años la calle 45 del barrio de los Quemados, en Mariano, la Habana.

En la casa No 308 vivió el poeta Julián Casal, el que murió de risas, y fue sede, en la misma esquina de Trocadero, del hotel Sevilla. Precisamente esta calle habanera adoptó este nombre a raíz de los sucesos anteriormente relatados, la toma de Cádiz en 1823, porque antes tenía por nombre "León de Oro". 

Isla de Trocadero, al sur de la bahía de Cádiz 

Por otro lado en la calle Prado, entre Ánimas y Trocadero, tuvo su residencia don Pancho Marty, aquel célebre negrero que fue dueño del Teatro Tacón y del monopolio del pescado en la capital. Allí, además, estaba situado un imponente edificio que fue la sede de la Asociación de Dependientes del Comercio. Además en los bajos estaba la sala de cine "Negrete" y que pasó a ser la sede del ballet nacional de Cuba. 

Como si fuera poco, allí se encuentra la que fuera la casa de la ilustre mecenas Marta Abreu y que el mayor general mambí, José Miguel Gómez, el segundo presidente cubano, demolió para edificar su residencia. Hoy es la sede hoy de la Alianza Francesa. Por otro lado, en el número 162 de esta calle Trocadero se encuentra la casa donde vivió muchos años el poeta y novelista cubano José Lezama Lima, una de las figuras más influyentes de la literatura latinoamericana del siglo XX.

Hay que decir que aunque Lezama vivió desde 1929 hasta su muerte en 1976, con anterioridad a esta etapa el inmueble que hacemos referencia había sido construido por la señora Blanca Maruri de Hornedo, la esposa de Alfredo Hornedo y Suárez, concejal de la Habana por el partido Liberal y cuatro años después representante a la Cámara, y llegando incluso hasta al senador en tres ocasiones, 1936, 1944 y 1948 y que, según el libro "Los Propietarios de Cuba", de Guillermo Jiménez, Hornedo clasificaba perfectamente como el segundo hombre más rico de Cuba después de Fulgencio Batista.

Lo llamó "Teatro Blanquita", y se encuentra situado en calle primera y diez, en Miramar, la Habana. Fue inaugurado en 1949 y, según fuentes, llegó a contar con más de 6,700 butacas, 500 más que el City Hall de Nueva York. Lo llamó "Blanquita" en honor a esta señora que fue su primera esposa y que falleció contrayendo matrimonio entonces con  Rosita Almanza, la dueña del "Residencial Almanza" - en la zona de la Puntilla en Miramar, la Habana, rebautizado por el Castrismo como "Hotel Sierra Maestra".

Por ultimo añadir que en la calle Trocadero, entre Zulueta y Monserrate, se encuentra situado el edificio del Museo Nacional de Bellas. Este centro vio la luz en el año 1913 por Decreto Presidencial y su objetivo era conservar y promover el patrimonio plástico de la nación cubana. En un inicio debió ocupar el local del antiguo Mercado de Colón que databa desde 1884, pero su demolición condicionó que se aprovecharan las antiguas arcadas neoclásicas integrándolas a la nueva edificación.

Sede del Centro de Dependientes del Comercio de La Habana

De estas bases partieron los arquitectos Govantes y Cabarrocas, pero la propuesta no progresó y en la década del ’50 el arquitecto Manuel Febles propuso utilizar esta arquería como basamento de una construcción más voluminosa. Finalmente, en 1954 se demolieron los restos del vetusto mercado y se construyó sobre su planta el Palacio de Bellas Artes que llegó a nosotros, obra del arquitecto Rodríguez Pichardo.

Igualmente en Trocadero, en los bajos del Centro de Dependientes del Comercio de La Habana, se encontraban los cines Lara, en el 353, y el Capitolio, en el numero 563. En fin, que antes de que llegara la desgracia a Cuba en el año 1959, las esquinas que confluían con este "Trocadero habanero" eran de los puntos más bellos, enigmáticos e importantes, desde el punto de vista histórico de la capital Cubana.

Maldita Hemeroteca

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