jueves, 1 de agosto de 2024

CRÓNICA DE UN ASESINATO: Dr Pelayo y las circunstancias.


La palabra “circunstancias” viene a dar significado al entorno, espacio o ambiente que le corresponde vivir a cada persona. De hecho, el filósofo Español José Ortega y Gaset la puso de moda cuando expresó lo siguiente: “Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”, con lo cual entendemos que todo lo que nos sucede depende de uno mismo.

Algo así, más o menos, fue lo que le sucedió al abogado y político cubano Pelayo Cuervo Navarro, cuando se buscó "lo que no estaba para él", dicho en buen cubano. El doctor Pelayo Cuervo Navarro, uno de los lideres de la ortodoxia, apareció muerto el 14 de marzo de 1957 al siguiente día de haber ocurrido el asalto al Palacio Presidencial protagonizado por el directorio estudiantil universitario, acción que llevaba como objetivo ajusticiar al dictador Fulgencio Batista.

Tenía su bufete en el No 8 de la calle Amargura, pero fue secuestrado por la policía de Batista en el momento en que se encontraba en el reparto "La Sierra" en casa de la señora Edelmira Rodriguez, esposa de un importante amigo. Imaginamos que el doctor pretendía esconderse en una de esas casas llamadas "de seguridad", cuando supo lo del fallido atentado. Apareció muerto a tiros en el área del "Laguito", en el reparto habanero de Marianao.

Edificio de la calle Humboldt No 7, donde se escondieron algunos de los asaltantes a Palacio que fueron masacrados.

En una entrevista que le hicieran los periodistas Abel Serrano Madera y Lillian Guerra en Miami, al ayudante personal de Fulgencio Batista, el capitán Alfredo Saludé, este explicó que las llamadas "casas de seguridad" eran las moradas de gente muy importante socialmente o en el gobierno, donde ningún agente de los órganos represivos se atrevería a registrar. Quizás fue lo que el doctor Pelayo intentó en vano. Tenía entonces 56 años de edad y era senador de la república. 

Primera pregunta obligada:

Hay preguntas que se caen por su propio peso, por ejemplo si no tenía nada que ver con los sucesos de Palacio, ¿por que esconderse?. ¿Acaso sabía que estaría entre los que corrían peligro y quiso "curarse en salud"?. 

Saludé afirmó en aquella entrevista, que quien lo mató fue un sargento de la policía, un enemigo personal del doctor Pelayo desde hacía más de una década. Se supone que se la tenía jurada cuando, por culpa de Pelayo, vio malograda su carrera de leyes, motivo por el cual se había visto obligado a incorporarse a la policía. En ese preciso instante, y amparado en los sucesos ocurridos, pensó que había llegado el preciso momento de cobrárselas todas juntas. 

No lo pensó dos veces y durante la detención, disparó al doctor Pelayo a "quema ropa", luego de un fallido interrogatorio precedido de una golpiza. Su cadáver fue tendido en la funeraria "Fernández", de la calle Zapata, entre Paseo y dos en el vedado, junto con el del también doctor Menelao Mora Morales, un ex "abecedario" (del ABC) de los años 30 y que había sido uno de los sicarios que asesinó al ministro Clemente Vázquez Bello, por lo cual había tenido que exiliarse. 

Con los años Mora fue uno de los organizadores de aquel atentado a Batista el trece de marzo, y cayó en la acción. (Su hijo Alberto Mora Becerra, defenestrado por Fidel Castro, terminó sus días cometiendo suicidio en septiembre del 1972). 

Segunda pregunta obligada. ¿Significa esto que el Pelayo murió por ordenes de Batista?. Por supuesto, parece que no. De hecho hasta el historiador Ciro Bianchi, habitual escritor del periódico oficialista Juventud Rebelde, tuvo el cuidado de decir: "Cualquier jefe policiaco o militar pudo haber deseado, o haber visto con buenos ojos, la muerte de Pelayo Cuervo Navarro". 

Esta afirmación es totalmente cierta, teniendo en cuenta que el doctor solía decir en las reuniones de su partido, y que Salude corroboró en la citada entrevista: 

"Hay que matar al perro negro y se acabará la rabia"

Lo que no sabía el doctor, era que aquellas reuniones estaban siendo monitoreadas por los órganos de inteligencia Batistianos. Otro de los detenidos por el coronel Orlando  Piedra Negueruela fue el doctor Antonio "Tony" Varona, quien fuera presidente del senado y primer ministro en 1948. En cambio Batista se preocupó personalmente de que no sufriera ningún daño. En 1957, consiguió asilarse en la embajada de Chile. Más tarde en los EEUU, cuando denunció la deriva comunista del régimen de Fidel Castro. 

Dr Tony Varona.

En un programa televisado, el Dr. Varona pidió que se diera cumplimiento al Pacto de Caracas, suscrito por el propio Fidel Castro, para que el gobierno revolucionario diera los pasos necesarios para convocar a elecciones en Cuba, dando lugar a la conocida frase de Castro como respuesta: "¿Elecciones para qué?".

E incluso, a los pocos días Castro le acusó de "querer poner fin a la revolución", por lo que a partir de ese momento la vida de Varona valía muy poco. En los Estados Unidos fue miembro del Frente Revolucionario Democrático y del Consejo Revolucionario Cubano, entre los años 1961 y 1964. En fin, otros de los tantos imbéciles que no vio, o no quiso ver, lo que le venía a Cuba para encima.

Retornando a la historia que nos ocupa, en un principio varios militares fueron señalados como responsables o instigadores de esta muerte, desde el teniente coronel del servicio de inteligencia Irenaldo García Báez, hijo del sanguinario Pilar García, pasando por el coronel Mariano Faget, del Buró de Represión de Actividades Comunistas, hasta llegar al mayor general Francisco Tabernilla, jefe del Estado Mayor del Ejército, aun así no hubo prueba alguna que demostrase tales sospechas. 

A ver, si tenemos en cuenta que hasta el momento de producirse el atentado a Batista, Pelayo hacía su vida normalmente, trabajaba e incluso hacía su proselitismo ortodoxo a la vista de todos, ¿por que esconderse entonces cuando supo que el dictador había salido ileso, y que la acción había resultado una chapuza donde perdieron la vida más de 30 personas?. 

Pese a todo, en declaraciones de Orlando Piedra al periódico "El Mundo", fechadas el 17 de marzo del 1957, este aseguró que el doctor Pelayo no había tenido nada que ver con el asalto a Palacio, "a pesar de sus contactos con elementos insurreccionales", dijo Piedra en el artículo. Por otro lado Carlos Cantillo, jefe del SIM, agregaba que su muerte sería investigada y debidamente esclarecida. 

Por su parte, la revista Bohemia, en su edición de 24 de marzo de 1957, publicaba un artículo titulado: "No más sangre Cubanos", donde entre otras cosas decía que la muerte de Pelayo Cuervo significaba la pérdida de un amigo que gozaba de gran afecto y consideración, y que en sus páginas aparecían con frecuencia sus artículos y declaraciones. Pedía, además, que se investigara, se señalara y se detuviera a sus autores, y que cayera sobre ellos todo el peso de la ley. Más tarde se supo que había sido aquel sargento. 

De aquella acción solo dos asaltantes pudieron ser enjuiciados, Orlando Olmedo Moreno y Efraín Alfonso Liriano, el resto huyó o fue asesinado. Y fíjese lo que es la vida, con los años Olmedo Moreno fue fusilado por Fidel Castro acusado de querer matarle, mientras que Efraín Liriano, alias Cheché, que siguió siendo un peligroso terrorista a las ordenes del tenebroso jefe de acción y sabotaje en la Habana, el señor Sergio González López, conocido como el "curita", fue detenido el 18 de marzo de 1958 en la calle "Carlos III" y "Subirana", en Centro Habana. 

Nunca se encontró su cuerpo, se deduce que en manos de aquellos represivos Batistianos y por una acción tan grave como la del trece de marzo y encima terrorista, no estuviera mucho tiempo detenido o preso. En fin, que hoy en Cuba hay más de mil presos condenados por pedir libertad, ninguno asaltó las oficinas de Raúl en boyeros, ni puso ninguna bomba. La mayoría muy jovencitos, llevan más de tres años en las mazmorras castristas. Que hubiera pensado el Dr Pelayo de todo esto que está sucediendo en Cuba ahora. Seguramente hubiera hecho las paces con Batista.

Jorge García
Maldita Hemeroteca.