EMILIA CORDOBA Y RUBIO
Antiesclavista, protectora de los desvalidos, patriota y benefactora, que consagró su vida a la causa de la independencia de Cuba. Sufrió prisión y deportación por sus actividades revolucionarias, desde antes de comenzar la contienda de 1895.
Tomo participación en la Guerra Hispano-cubanoamericana, como miembro de la Cruz Roja americana, en los Hospitales de campaña, de Santiago de Cuba. En 1898 durante la intervención estadounidense en la Guerra Hispano-Cubana, Emilia de Córdoba, regresó a Cuba como auxiliar de la afamada Clara Barton, presidente de ese cuerpo médico y prestó innumerables servicios como enfermera de tiempo de guerra. Por su extraordinaria y ejemplar conducta, recibió la felicitación de Teodoro Roosevelt, presidente de los Estados Unidos.
Por acuerdo del Ayuntamiento de La Habana, de 17 de marzo de 1920, se dio su nombre a este parque, y en 1927 se le erigió esta estatua, por suscripción popular. Su escultor fue Ettore Salvatori, y fue inaugurado el 20 de mayo de 1928 por el presidente Gerardo Machado. Parque Emilia Córdoba se encuentra situado en las calles Lagueruela o Consuegra, Andrés, Gelabert y Carlos Manuel en la Víbora, lugar donde le sorprendió la muerte el 13 de enero de 1920.
